23 de septiembre de 2020
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El objetivo de la auditoría es determinar si la gestión de las contrataciones efectuadas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), ante la pandemia por el virus COVID-19, cumplen con el ordenamiento jurídico relacionado con la gestión de la información y el proceso de contratación administrativa. En particular, el objetivo del presente documento es reportar las oportunidades de mejora que se identificaron en la gestión del Fondo de Contingencias del Seguro de Salud de la CCSS, asociados a su programación y la calidad de la información que sustenta la toma de decisiones.
El presente reporte incluye el análisis de la gestión del Fondo de Contingencias de la CCSS, específicamente la programación de su ejecución y la calidad de la información emitida por la Dirección de Presupuesto y el Centro de Atención de Emergencias y Desastres de la CCSS (CAED), con corte al 31 de agosto de 2020. Estos temas se detallan en el siguiente infograma:
Figura N.º 1
Gestión del fondo de Contingencia del Seguro de Salud
El periodo evaluado comprende desde el 01 de marzo de 2020 hasta el 31 de agosto de 2020, ampliándose en los casos pertinentes. Este es el primer reporte de la Auditoría; durante el proceso de fiscalización se emitirá un informe final.
En un contexto de alta incertidumbre como la pandemia por COVID 19, la CCSS ha realizado esfuerzos para preparar y equipar los centros de salud, en este sentido, se reconoce que las compras realizadas por la CCSS, mediante el Fondo de Contingencias, son determinantes en la respuesta dirigida a salvaguardar la salud de la población costarricense. Ahora bien, aún dentro de dicho marco de emergencia, estos recursos resultan limitados y deben enmarcarse dentro de los principios de eficiencia y eficacia que atañen a la gestión pública. Por ello, la Contraloría General hace énfasis en que la adecuada gestión de dicho Fondo involucra el desarrollo de un proceso de programación con la definición de objetivos, metas, proyección de flujos de ingresos y gastos, y de los requerimientos y suficiencia de los recursos involucrados. Dicho proceso debe ser alimentado con información de calidad, que permita una toma de decisiones oportuna, sobre todo en el marco de la emergencia sanitaria que vive el país, ante la pandemia del Covid-19,por lo que cobra especial relevancia el abordaje del tema. Para la atención de esta emergencia se han previsto alrededor de ¢85.000 millones[1] para el Fondo, razón por la cual es de suma importancia fiscalizar su administración y los riesgos asociados.
El Fondo de Contingencias se aprobó por acuerdo de la Junta Directiva de la CCSS en el año 2016[2]. Su objetivo es proveer a la institución de recursos de manera inmediata para la atención de eventos de riesgo epidemiológico, natural, antrópico o de liquidez, que puedan afectar la continuidad de la prestación de los servicios institucionales.
Para acceder a los recursos del Fondo se requiere acudir al CAED[3], unidad programática de la Gerencia Administrativa de la CCSS que, entre otras funciones, constata la existencia de una emergencia a nivel institucional y avala el uso del Fondo de Contingencias. Además, con dicha aprobación, la Dirección de Presupuesto analiza los requisitos del trámite presupuestario y junto al Área de Tesorería General, también perteneciente a la Gerencia Financiera, se encargan de reaprovisionar el capital de la reserva.
En este marco, la Contraloría General de la República (CGR) consideró para su análisis los documentos emitidos por el CAED y por la Dirección de Presupuesto relacionados con la planificación del Fondo, la aprobación de los recursos, así como la asignación y ejecución de los presupuestos, para la atención de la emergencia del Covid-19. Además, se construyeron dos instrumentos de evaluación, uno para verificar el cumplimiento del principio de programación, y otro para determinar la calidad de la información que tiene la CCSS y que apoya la toma de decisiones respecto a esta importante reserva para el Seguro de Salud.
En el año 2020, con la inesperada aparición de la pandemia COVID-19 se confirma la importancia de contar con reservas financieras como la del Fondo de Contingencias para hacer frente a necesidades emergentes que permitan dar continuidad a los servicios de salud. En este sentido, se hace imperativa la rigurosidad sobre su uso, en un contexto de muchas necesidades y escasos recursos. Es por ello, que la programación del uso del Fondo de Contingencias implica la definición de objetivos, metas y productos que se pretenden alcanzar, así como los recursos necesarios para cumplirlos. Además, supone la existencia de información certera que permita determinar con exactitud los recursos disponibles y los necesarios para el cumplimiento de lo que se ha planificado[4].
Con el fin de valorar la suficiencia del Fondo de Contingencias, la Contraloría General realizó un análisis con base en un modelo de simulación[5] a partir del ingreso presupuestario a enero 2020, por la suma de ¢45.000 millones, considerando además el flujo de ingresos y la información de egresos de dicho Fondo, al mes de junio de 2020, según se visualiza en el siguiente gráfico.
Gráfico N.º 1
Ingresos y egresos del Fondo de Contingencias del Seguro de Salud durante el año 2020*
(en millones de colones)Como resultado de ese análisis de simulación, se determinó que en ausencia de nuevos ingresos y de mantenerse los niveles de gasto promedio mensuales (calculados en ¢8.760 millones), la probabilidad de que los fondos se agoten para diciembre 2020 es de un 94,34%, es decir, para enero 2021 no habría recursos. Lo anterior, cobra relevancia por cuanto, algún gasto adicional que supere el promedio de los últimos meses podría generar que dicha reserva se agote antes a lo estimado, de manera que no es posible garantizar la suficiencia del Fondo en atención a la emergencia sanitaria del Covid-19.
Sobre este particular, no se omite señalar que, la CCSS solicitó aprobación a este Órgano Contralor[6] para inyectar recursos adicionales al Fondo por ¢40.000 millones, mediante un presupuesto extraordinario N° 2-2020, lo cual al momento de la emisión del presente reporte no se ha materializado, y que de aprobarse, podría atenuar este escenario, extendiendo el plazo entre abril y mayo, dado que ante dicho escenario la probabilidad de que los fondos se agoten para abril 2021 es de un 99,8%, es decir, para mayo 2021 no habría recursos[7].
Sin embargo, las debilidades en el proceso de programación del Fondo limitan la toma de decisiones respecto a la asignación y gasto. En detalle, se evidenció que el CAED no ha establecido objetivos específicos que delimiten las aprobaciones que se están realizando, y se prioricen los gastos, en el marco de la pandemia por el Covid-19. Por otro lado, el Consejo Financiero y de Control Presupuestario estableció algunos "servicios prioritarios" para la creación de nuevas plazas y gastos particulares, no obstante, no se evidencia la configuración de criterios y en la práctica la asignación del recurso del Fondo se ejecuta bajo la demanda de las unidades ejecutoras.
Cabe indicar, que la CCSS definió[8] un límite mínimo para el Fondo desde su constitución, de ¢45.000 millones. Este monto equivale al promedio mensual de gastos de operación y capital del Seguro de Salud, excluyendo el pago de remuneraciones, para un periodo de tres meses. No obstante, esta cifra fue calculada con datos del 2015 y no se ha actualizado. Aunado a lo anterior, la CCSS no ha realizado proyecciones de ingresos ni gastos del Fondo, sobre todo en el contexto de la pandemia, lo cual debilita la definición de requerimientos, el monitoreo y la determinación de la suficiencia del Fondo de Contingencias para atender las necesidades y cumplir con lo planificado como insumo para la toma de decisiones.
En cuanto a las limitaciones para el monitoreo de la ejecución de los recursos del Fondo se determinó que al 17 de julio del año en curso, la Gerencia Financiera contaba con informes de rendición de cuentas de 28 unidades ejecutoras, que representan un 36% de los recursos asignados al 31 de mayo de 2020. Particularmente, se determinó que de los ¢45.000 millones asignados para las compras de emergencia desde marzo del 2020, la Gerencia Financiera tiene conocimiento de la ejecución del 7% de los recursos. Por lo que se desprende una información que presenta rezagos, incompleta, que no permite a las autoridades tener una visión integral de la evolución del Fondo.
Por lo indicado, se requiere que la CCSS tome acciones oportunas respecto a fortalecer la programación del Fondo de Contingencias, definiendo objetivos y metas, realizando proyecciones actualizadas y priorizadas de los requerimientos de gastos y de ingresos, en el contexto de la emergencia sanitaria y fortaleciendo el seguimiento de los recursos ejecutados.
La calidad de la información es un proceso complejo, que relaciona una serie de operaciones atinentes a la recopilación, el procesamiento y la generación de datos. Implica la formalización e identificación de las diferentes responsabilidades y coordinaciones entre las instancias involucradas, el uso de sistemas de información, así como la identificación de los productos que respondan a las necesidades de los usuarios. Además, supone que la información debe estar libre de errores, defectos u omisiones, pues es la base sobre la cual se toman decisiones de gestión[9].
Para evaluar la calidad de la información referida al Fondo de Contingencias de la CCSS, la Contraloría General consultó los reportes generados por la Dirección de Presupuesto, así como la base de datos del CAED con corte al 30 de junio de 2020. Se valoró el grado de cumplimiento de la calidad de la información en cuatro rubros según se muestra a continuación:
Cuadro 1.
Resultados de la determinación del cumplimiento de la calidad de la información.
Respecto a la dimensión del proceso de recopilación, procesamiento y generación de información sobre el Fondo de Contingencias se determinó que la CCSS cuenta con un “Manual de procedimiento para la gestión de la reserva de contingencia”, no obstante, no se ha visualizado una gestión integral del proceso de información sobre el fondo, pues el CAED y la Dirección de Presupuesto, llevan registros diferentes, a pesar de que ambas tratan sobre la gestión del Fondo. La información generada por el CAED permite identificar la cantidad de recursos que han sido aprobados a las unidades ejecutoras. Por otro lado, el registro de la Dirección de Presupuesto, identifica la cantidad de recursos asignados. Esta situación dio como resultado una calificación de 20,37% en esa dimensión, de un porcentaje máximo posible en este rubro de 37%.
Al comparar los registros se identificaron diferencias que ascienden a los ¢12.152,03 millones, por lo cual, unificar los registros de la información de ambas instancias, es indispensable para una mejor toma de decisiones. Este tipo de inconsistencias, así como falta de uniformidad entre los registros reflejan debilidades en la confiabilidad de la información generada, por lo cual se calificó esa dimensión con un 16,6%, de un porcentaje máximo posible en este rubro de 26%.
Por su parte, en cuanto a la oportunidad de la información, se determinó que si bien los reportes elaborados permiten conocer en tiempo los recursos asignados a las unidades ejecutoras, no se cuenta con datos puntuales sobre la ejecución de los mismos, lo cual no permite asegurar la necesidad de reconformar la reserva. Por ejemplo, la Gerencia Financiera solicitó reportes sobre la ejecución de recursos asignados al 31 de mayo de 2020, sin embargo, al 17 de julio de 2020, es decir mes y medio después había recibido reportes de 28 de 57 unidades ejecutoras que habían requerido fondos de la reserva. En este sentido, esta dimensión obtuvo una calificación de 11,11%, de un porcentaje máximo posible para este rubro de 18,5%.
Por último, respecto a la utilidad, se determinó que la información generada no es suficiente para comprender la gestión del Fondo de manera integral, pues no es posible generar información trazable sobre los recursos asignados y los objetos de compra finalmente adquiridos por las unidades ejecutoras. Lo anterior, ya que no hay vínculo entre el expediente de compra y los registros asociados al Fondo. Debido a esto, se obtuvo como resultado una calificación de 9, 26% en esta dimensión, de un porcentaje máximo posible para este rubro de 18,5%.
La situación encontrada da una calificación total de 57,41%, lo cual evidencia que si bien se han realizado esfuerzos por parte de las autoridades de la CCSS para gestionar la calidad de la información, que incluyen la definición de lineamientos para acceder al Fondo y el establecimiento de unidades responsables a nivel institucional, entre otros; existen áreas de mejora en cuanto a la consistencia de la información, su oportunidad y su trazabilidad que debilitan la toma de decisiones y que ameritan una acción oportuna de las autoridades responsables.
Notas al pie:
[1] Según oficio N.º 08592 (DFOE-SOC-0606-2020) del 08 de junio de 2020.
[2] Acta de la Sesión Ordinaria número 8855, acuerdo tercero, celebrada el jueves 21 de julio de 2016. La Junta Directiva tomó este acuerdo luego de que el riesgo de no contar con una reserva de este tipo fuera advertido por los órganos de control desde el año 2014, la Auditoría Interna en el informe ASF-162-2014, y la Contraloría General en el Informe DFOE-SOC-IF-10-2015.
[3] Centro de Atención de Emergencias y Desastres.
[4] Principio de programación, establecido en el inciso c) de la norma 2.2.3 de las Normas Técnicas de Presupuestos Públicos (N-1-2012-DC-DFOE), publicadas en el Diario Oficial La Gaceta N.º 101, del 28 de mayo, 2013.
[5] Con base en el modelo de simulación denominado “Monte Carlo” se estimaron los ingresos resultantes por mes durante el periodo de julio 2020 a febrero 2021, de manera que derivado de la incertidumbre, se proyectó la suficiencia del Fondo dada una estructura de gastos, para visualizar si los recursos se agotan (sea 0 o negativo). En la ejecución de la simulación de 10.000 escenarios, se consideran los niveles de gasto promedio obtenidos en el primer semestre del año, sin contemplar aquellos flujos extraordinarios, así como el comportamiento de los ingresos a la fecha.
[6] Mediante oficio GF-4635-2020, remitido por la Gerencia Financiera de la CCSS, el 31 de agosto de 2020.
[7] Durante la presentación de resultados del presente reporte, la Gerencia Financiera de la CCSS comentó que se tiene previsto incorporar en el presupuesto ordinario del año 2021, recursos para este Fondo por un monto total de ¢60.000 millones, cuyo trámite aún está sujeto a la aprobación interna de las autoridades superiores de la CCSS, y de esta Contralorìa General..
[8] Según lo establecido en el documento “Análisis de las reservas del Seguro de Salud y propuesta de creación de una Reserva de Contingencias”, revisado por la Junta Directiva en la Sesión No. 8848, del 9 de junio de 2016, mismo que sirvió de base para la creación del Fondo de contingencias.
[9] Norma 5.6 de las Normas de control interno para el Sector Público (N-2-2009-CO-DFOE), publicadas en el Diario Oficial La Gaceta Nº 26, del 6 de febrero de 2009.