ANTIGÜEDAD

Los chinos desarrollaron uno de los primeros calendarios solares (2357 a. C.); los babilonios calcularon la distancia recorrida por Júpiter a través de la geometría (entre el año 350 y el 50 a.C.); antes del 2500 a.C. los egipcios usaban un calendario basado en ese ciclo. Algunas observaciones mayas son bien conocidas, como el eclipse lunar del 15 de febrero del 3379 a.C.

En Alejandría, el centro científico de la civilización occidental durante el periodo helenístico, hubo notables avances. Allí, el matemático e inventor griego Arquímedes (287 a. C. - 212 a. C.) diseñó con palancas y tornillos varios aparatos mecánicos prácticos y midió la densidad de objetos sólidos sumergiéndolos en un líquido.

Otros científicos griegos importantes de aquella época fueron el astrónomo Aristarco de Samos (310 a.C. - 230 a.C.), que halló la relación entre las distancias de la Tierra al Sol y de la Tierra a la Luna, el matemático, astrónomo y geógrafo Eratóstenes (284 a.C. - 192 a.C.), que midió la circunferencia de la Tierra y elaboró un catálogo de estrellas, y el astrónomo Hiparco de Nicea (190 a.C. - 120 a.C.) que descubrió la precisión de los equinoccios.

En el siglo II d.C. el astrónomo, matemático y geógrafo Ptolomeo propuso el sistema que lleva su nombre para explicar el movimiento planetario. En el sistema de Ptolomeo, la Tierra está en el centro y el Sol, la Luna y las estrellas giran en torno a ella en órbitas circulares.