1.3 Alfabetización Digital Vs Redes de Aprendizaje

A lo largo de las últimas dos décadas de consolidación de la llamada Revolución Digital, también se ha establecido una preocupación por lograr que un número mayor de personas accedan competentemente a los recursos que dicha revolución ha generado, particularmente aquellos desplegados sobre la interfaz World Wide Web o Internet, ambos términos ya comunes en el leguaje contemporáneo.  Para garantizar dicho acceso, se han planteado dos estrategias preponderantes: la ampliación de las posibilidades de conexión a la Web (véase los programas de conectividad, un computador para cada niño, las redes de centros comunitarios de acceso a internet); y en segundo lugar,  la noción de alfabetización digital.  Los supuestos centrales de ambas iniciativas son, para el primer caso, que la brecha digital es un problema de acceso a los dispositivos computacionales; y para el segundo caso, que garantizado el acceso, el problema sobreviniente es la capacidad para operar esos dispositivos computacionales.  En esta discusión plateamos la importancia de superar esta visión simplista de la brecha digital, para ubicarnos en el reto de crear capacidades de aprendizaje permanente en ambientes digitales.

Descripción:  

Al rededor de la penetración de las tecnologías de la información y comunicación, en adelante TIC, existe una variedad de fuentes de monitoreo que dan cuenta del crecimiento en el acceso a los distintos tipos de dispositivos TIC, con énfasis en el acceso a teléfonos móviles y a internet.  Dentro de la categoría de teléfonos móviles recientemente se esta realizando la especificación sobre "Smart Phones" y en Internet sobre acceso a "Banda Ancha". 

Detrás de las cifras de ampliación del acceso discurren dos problemáticas significativas: la primera, la distribución de dicho acceso, en donde surgen los debates sobre brecha digital que abordaremos más adelante. La segunda, es que los indicadores de acceso usados en estas mediciones no observan dinámicas de apropiación.  

Entendemos que la ampliación del acceso a estas mediaciones tecnológicas es una condición de partida para esperar que los beneficios y buenos augurios anunciados en relación a la sociedad de la información se concreten y distribuyan sobre todos los grupos sociales; pero, nos interesa cuestionar si la garantía de acceso implica la profundización en el uso y sobre todo apropiación y aplicación a la transformación de las desigualdades aún vigentes en muchos planos de la vida social.

En ese sentido, las reflexiones y recomendaciones asociadas a este factor apuntan a superar las consideraciones que se concentran y detienen en ofrecer la garantía de acceso, para incursionar y ofrecer posibilidades para ampliación de las capacidades de apropiación. En el caso Colombiano, la garantía de acceso ha sido abordada desde dos planos diferentes.

El primero es la expansión vertiginosa del acceso a la tecnología de teléfonos móviles , al igual que el paso de la conexión a internet de las vías conmutadas a las de banda ancha . En ambos casos producto del ejercicio de proveedores privados que aprovecharon la expansión en la demanda en las franjas más altas de la población.  

El segundo proveniente de la iniciativa pública institucional, se ha concentrado, no en llevar el acceso al ciudadano sino el ciudadano al punto de acceso.  Esto, a través de programas escolares (computadores para educar), puntos de uso abierto y de consulta en zonas vulnerables (Red Nacional de Telecentros, centros interactivos) y a través de programas de formación en ambientes no formales (Red de bibliotecas públicas, alfabetización digital en Telecentros, servicios de contra-jornada en escuelas y universidades o programas en línea como la certificación ciudadano digital).

A lo largo de los casi dos años del proceso de investigación que da pie a este informe, nos encontramos en las localidades y en las estrategias del orden nacional, una preocupación significativa por adelantar campañas de la así llamada “alfabetización digital”.  Estos programas se imparten en los establecimientos mencionados previamente; en general, todos siguen el plan de alfabetización digital de Microsoft [1] que desarrolla los siguientes contenidos: conceptos básicos sobre computadoras, 

Internet y World Wide Web y programas de productividad.  

En sentido estricto, este tipo de énfasis sólo logra alfabetizar en arquitectura computacional de una estación típica, es decir, un PC conectado a internet; que de paso sea dicho, en muy poco tiempo dejará su tipicidad ante la velocidad de los avances tecnológicos y la disminución en costos de las tecnologías móviles.

Adicionalmente, la visión de “paquete” integrado que domina la perspectiva de Microsoft sobre tecnologías digitales esta en crisis ante la orientación por aplicaciones que caracteriza la interacción actual y futura con los artefactos inteligentes.  La diferencia fundamental entre una y otra es que la visión de alfabetización por vía del entrenamiento en el manejo de una “paquete” supone que lo que hay que enseñar es funcionalidades y control de opciones de menú. Lo que esto acarrea es que el usuario sólo desarrolla competencias para ese “paquete” específico y cuando se ve obligado a exponerse a otra interface su curva de aprendizaje se quiebra.

Por su parte la orientación por “aplicaciones” parte de identificar en primer lugar, ámbitos de práctica, situaciones de la interacción cotidiana que en presencia de determinada combinación de herramientas e interfaces pueden resolverse de manera mas ágil y enriquecida.  En ese sentido, esta orientación ayuda a construir criterio de selección de unas herramientas sobre otras; permite establecer conexiones y sinergias de unas interfaces con otras y garantiza movilidad cognitiva en la interacción con las interfaces; además de durabilidad en la curva del aprendizaje pues el énfasis no esta en el desarrollo de competencias para una interface específica, sino en el desarrollo de capacidades para aprender, relacionar y discriminar entre herramientas e interfaces.

Finalmente, los programas de alfabetización computacional se basan sólo en dos interfaces: el computador de escritorio y el paquete Windows-Explorer-MSOffice; es así que, los programas son fijos y transmutables a cualquier escenario sin importar las diferencias en capacidades, experiencias y contextos.  

Un programa basado en sistemas abiertos y orientado por “aplicaciones” es susceptible de adaptarse a condiciones particulares y crear capacidades para el establecimiento de Redes de Aprendizaje Digital (RAD), que no sólo se despliegan en el plano personal sino también en los planos institucional y comunitario, gracias a las interfaces colaborativas que están asociadas a los sistemas de aprendizaje e innovación social abierta. 

Definición:  

Recomendaciones:

Determinante

Principal:

 

Determinantes

Influyentes:

 

[1] (http://www.microsoft.com/about/corporatecitizenship/citizenship/giving/programs/up/digitalliteracy/spa/curriculum.mspx)