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Sus gentes:  Los años prósperos (3)

Tradiciones, 'instituciones'  y profesiones perdidas. 

 Tradiciones

Un horno de pan
sidra artesanal

"Era todo un rito. Solía fijarse el día con antelación. Se avisaba a los familiares y amigos que habrían de tomar parte en la 'ceremonia'. El ama de casa preparaba el material adecuado: calderas, barreños, gamellas, trébedes, parrillas..., así como lo necesario para la posterior tarea de tratamiento de la carne, para su conservación, y la consiguiente elaboración de chorizos, morcillas, lomos y embuchados, jamones, sazonados, etc.: aceite, sal, arroz, pimienta, pimentón y otras especias al uso y gusto del lugar, aparte de las cebollas y los ajos de 'cosecha propia'. 

Muy de mañana llegaban los invitados, que eran recibidos en torno una mesa en la que        no faltaban las pastas, el anís, el coñac o el orujo.  

Útiles para la matanza

Segundo acto

Superado exitosamente el primer paso del ritual, se pasaba a 'lo serio'. El maestro de ceremonias daba las oportunas órdenes  y cada cual ocupaba su puesto. A la 'hora cero' salía de la 'corte' el protagonista del drama (mejor, tragedia) para dirigirse ¿inconsciente? al patíbulo, que le aguardaba unos metros más afuera. Justo cuando iba a llegar al banco, el matarife tomaba el gancho (en forma de 'S') y lo clavaba en la papada del puerco, sujetándolo a una de sus piernas y, en unas décimas de segundo, todos a una, lo echaban sobre el banco. Sin pérdida de tiempo, el matarife clavaba certeramente en el animal el cuchillo, bien afilado y de larga hoja, adecuado y preparado para la ocasión. (Es lo que se conoce como 'muerte por degüello'). Antes de escaparse el primer borbotón de sangre, diligente, se hallaba una mujer con un balde en sus manos para recoger hasta la última gota, y sin dejar de removerla a fin de evitar su coagulación. El porcino gruñía y se agitaba con fuerza resistiéndose a morir. Los chiquillos de la casa -que aquel día habían hecho 'novillos con autorización paterna'- también tenían su protagonismo y lugar (aunque secundario) en la ceremonia: tirar del rabo del cerdo, que sería al final su trofeo y manjar, una vez asado, además de la 'bochincha' (vejiga hinchable) para jugar con ella, a modo de globo ...  El animal, casi desangrado, ha dejado ya de gruñir y de moverse. 

Evisceración clásica

Tercer acto

Concluido el sacrificio se daba paso al chamuscado/escaldado de la piel, la evisceración (extracción de las vísceras), limpieza de asaduras y vientre.  Hecho eso, se dejaba orear la canal (la parte más importante y valiosa del cerdo) durante 24 horas, antes de proceder a su despiece: 1) trozos para el consumo fresco e inmediato, 2) carnes magras, 3) perniles, 4) hojas de tocino, 5) pellas de manteca, 6) huesos y 7) recortes. Para poder consumir la carne del animal con tranquilidad/seguridad era preciso pasar la preceptiva inspección veterinaria, dados los hábitos omnívoros del cerdo (riesgo de triquinosis). (27-b)  


 

 'Instituciones'  


Inauguración (con pastas incluidas) de la primera TV
SERIE "EL HOMBRE Y LA TIERRA"(entradilla del programa de TVE ...)