Los cuentos de Cristina Fenández Cubas ahondan en la fragilidad de la percepción de la realidad a través de los personajes con trastornos de personalidad (personalidad múltiples) y esquizofrenia. Se trata siempre de desdoblamientos de personalidad (dos personalidades) que quedan además simbolizados por el espejo (motivo que aparece en la imagen que aparece en la portada del libro). Este interés por los desdoblamientos de personalidad no solo conecta con los avances de la psiquiatría desde finales del siglo XIX y con clásicos literarios como “El doctor Jekyll y Mr. Hyde” sino también con clásicos del cine como “Psicosis” en que se reflejaban estos trastornos.
“En el hemisferio sur”
Clara Galván y Sonia Kraskowa son la proyección desdoblada de la misma escritora: Clara Sonia Galván Kraskowa. El cuento es el atormentado y trágico descubrimiento de Clara Galván, escritora de éxito, de su verdadera identidad, compuesta de ambas: Clara Galván ( la parte latina paterna) y Sonia Kraskowa (la parte eslava materna). El desdoblamiento de personalidad también sirve para abordar el tema de la inspiración y la creación literaria (la voz que le dicta a la narradora el libro), en un claro homenaje a Borges (“Pierre Menard, autor de El Quijote”).
“En el hemisferio sur” es un relato muy interesante y muy complejo que requeriría un gran análisis; trata sobre la literatura, los dobles, la demencia…
Clara Gaván se dirige al narrador (su amigo editor) para contarle que desde hace unos días una misteriosa “Voz” la obligaba a escribir noche y día sin parar, en un estado psico-físico deteriorado. Si la voz y los sueños pueden representar la inspiración literaria y su fuerza arrolladora, aquí funcionan también como manifestaciones del doble. Clara no advertía que esa voz con acento extranjero era su propia voz, o al menos su parte eslava, es decir, que le debía su inspiración y su éxito literario a su parte materna (parte que ya no reconocía como propia pues sufría un rechazo hacia su madre al no haberla podido conocer)
En este cuento aparecen los motivos del sueño y la voz. “En el hemisferio sur” la protagonista, Clara, decide escribir su última obra tras un sueño que le da la inspiración. Para ella la vida ya no tenía ninguna originalidad y ya no podía ser útil para la inspiración literaria ni para la búsqueda de un sentido; en cambio este sentido se podía encontrar en los sueños, donde se manifestaban los deseos más profundos que se habían reprimido en el inconsciente. Era la vida la que tenía que conformarse con los sueños a través de la literatura, como afirma Clara en las páginas de su última obra:
[...] La campanilla del despertador me devolvió a la insulsa cotidianeidad de mis días. Hasta aquel momento no había hecho otra cosa que escribir la vida; ahora, iba a ser la vida la que se encargara de contradecir, destruir o confirmar mis sueños....
Una de las representaciones del doble es el sueño, porque como el doble es una proyección del inconsciente, la manifestación de las pulsiones del sujeto y de los aspectos reprimidos de su personalidad, y en los sueños estos se pueden liberar revelando unos aspectos de la propia personalidad que no se conocían. Además, en el mundo onírico todo puede pasar, no hay censuras ni límites espacio-temporales, el sueño puede incluso predecir el futuro, por esto es uno de los elementos que recurren en la literatura fantástica. En La interpretación de los sueños, Freud estaba convencido de que en las imágenes oníricas se hallaba la clave para entender cuál era la causa del trastorno mental, siendo el sueño estrechamente relacionado con el inconsciente.
En los sueños se pueden despertar unos conocimientos que se habían olvidado, como afirma Freud o incluso ser premonitores e indicar lo que todavía no hemos comprendido a nivel consciente (función protectora que puede tener el sueño)
El punto de partida ha sido el sueño como figura del doble, ambos proyecciones del inconsciente y del sujeto fragmentado, dividido, que ya no se percibe como un yo único y que ve la realidad como amenazante por haber dejado de aparecer algo estable. En este cuento la función protectora del sueño no se ha desempeñado sino ha actuado al revés, empujando a Clara Sonia hacia la muerte.
Clara es un personaje egoísta y con trastornos mentales, consigue manipular la vida del narrador con sus maquinaciones, desde el certamen hasta su último libro, donde lo retrata como “un hombrecillo ridículo, preocupado por aparentar una juventud que nunca conoció, obsesionado por disfrazar sus escasos mechones de pelo ralo.” Poco antes del suicidio y delante de un grifo abierto, Clara le había dicho: “-¿Lo has visto?... Dicen que en el hemisferio sur los líquidos desaparecen por los desagües en dirección inversa. [...] Tal vez lo que yo necesite sea un viaje. Sí, un viaje al hemisferio sur. Desremolinar el remolino, ¿entiendes?”
En realidad, el proyecto de desremolinar el remolino era el proyecto de suicidio, y el viaje al hemisferio sur representaba el viaje a otra dimensión, la de la muerte, donde la mujer podría encontrar el descanso y, quizás, la unidad imposible de Clara y Sonia.
Finalmente, “En el hemisferio sur” relata la crisis de identidad de una mujer escindida entre la parte paterna racional y la parte materna imaginativa pero desconocida e irresuelta en su inconsciente. Todas sus acciones y sus textos literarios tienen el objetivo de conseguir el equilibrio entre las dos partes, pero la imposibilidad de encontrarlo desemboca en el proyecto de suicidarse, escribiendo antes un libro en el que cuenta el sueño donde probablemente el inconsciente le sugerió matarse y donde destruye moralmente al amigo; éste no es sino un títere en las manos de Clara, y por su culpa sufre desde hace años una crisis creativa además de envidia e insatisfacción. Para lograr un efecto siniestro y mantener el cuento en una atmósfera de misterio al borde del trastorno mental, Cristina Fernández Cubas se vale del motivo fantástico del doble en una metaficción inquietante donde la literatura había establecido la vida de antemano.