Al inicio del cuento y a medida que diferentes acciones tienen lugar, vamos analizando y clasificando a Violeta, de forma que podemos deducir varios aspectos de su personalidad. Tal vez es el hecho de que vive y se siente sola lo que le genera la necesidad de hablar con alguien más, lo cual la conduce a relacionarse en un bar con Lúnula, una chica que vive en el pueblo. Más tarde, ambas deciden irse a vivir juntas a una granja aislada, momento en el que empezamos a distinguir más diferencias entre las personalidades de estas mujeres. Es entonces cuando percibimos un cambio de actitud en Lúnula, quien se sentía angustiada en la soledad de su habitación, y observada y juzgada cada vez que salía a la calle. Es la personalidad de su nueva amiga lo que comienza a alegrar sus amargos días en la ciudad.
Violeta (la narradora) aparece al principio del cuento como una mujer tímida a la que no le gusta llamar la atención y con muy baja autoestima aunque sea hermosa. Mientras tanto, Lúnula no tiene ningún complejo a pesar de ser obesa y algo descuidada con su físico, es muy abierta y exuberante.
Lúnula es arrolladora y una gran narradora de historias; Violeta, sin embargo, es escritora pero no tiene tanto talento como Lúnula narrando, quien es más imaginativa que la chica de ciudad.
Encontramos otras diferencias características entre ambas ante detalles tan pequeños como lo que a cada una le gusta tomar; Lúnula bebe infusión y Violeta café.
Más tarde, observamos cómo ambas se intercambian las personalidades, cambio al parecer provocado cuando se trasladan a la habitación de la contraria (Violeta le cede a Lúnula su cuarto ya que esta última cae enferma). Violeta, quien es una chica de ciudad, comienza a realizar las tareas de la granja en las que Lúnula era hábil ante el hecho de que está enferma. Más tarde, es Violeta la que enfermará y Lúnula se acabará recuperando.
A partir del manuscrito comenzamos a ver signos más claros en cuanto al intercambio de sus personalidades, la de Lúnula aparece sobrepuesta en la de Violeta cuando esta primera hace correcciones en las hojas y se adueña de él. Posteriormente, Lúnula marchará a la ciudad y será Violeta quien, esta vez, se quedará en el campo. Instantes antes de que su amiga se retire de la granja, Violeta nota cómo cada vez Lúnula está más hermosa, mientras que ella misma empieza a descuidarse y a dejar atrás su belleza característica.
Finalmente, Violeta se quedará en el pueblo, donde acabará muriendo por inanición esperando a que su amiga vuelva a casa.
Encontramos dos temas significativos en este breve cuento: el aislamiento y la enfermedad mental provocada por esto mismo. Tras leer esta historia, hallamos un apartado donde se hace una observación detenida del caso de ambas mujeres: la nota del editor. En esta parte se hace un análisis más detenido sobre la enfermedad que sufría la protagonista de estos hechos, de forma que al lector se le da a entender que podría tratarse de un caso de TID (Trastorno de Identidad Disociativo) o esquizofrenia.
Como bien se menciona en esta nota del editor, todos aquellos a los que se les preguntaba sobre las residentes de aquella granja aislada responden que no conocían a Lúnula ni a Violeta, pero sí a una tal Victoria Luz. Esto hace pensar que quizá se trata de un caso de TID, ya que Victoria podría tratarse de otra persona creada por el subconsciente de la protagonista (además de Lúnula y Violeta) o su verdadera identidad.
Aun así, no podemos estar seguros de esto ya que anteriormente Violeta, cuando seguía viviendo en la granja con su amiga, tuvo la impresión de escuchar una segunda voz que, aparentemente, no era la de Lúnula. Este tipo de alucinaciones auditivas son muy presentes en la esquizofrenia y el paciente suele experimentarlas constantemente. Lo más probable es que esta sea la enfermedad que padecía nuestra protagonista, ya que también se pueden presentar síntomas del TID en la esquizofrenia (de aquí la duda).
Este problema mental tiene sentido cuando recordamos todos esos momentos en los que la gente miraba extrañada a “Lúnula” por su condición física. Realmente, la sorpresa de estas personas era causada por el hecho de que la protagonista estuviese hablando sola y no con otra persona.