Industria

Economía

El país lleva una década de crecimiento a un ritmo superior al 10% anual, casi el doble de la media del África Subsahariana, sobre todo gracias a la agricultura y los servicios.

Moverse por las calles de Addis Abeba, la capital etíope, es una experiencia que requiere cuidado. La ciudad, de más de tres millones de habitantes, se ha convertido en una inmensa obra: nuevas construcciones, suelos levantados, calles intransitables y tubos de hormigón atravesando aceras son son los signos más visibles del buen momento que vive la economía del país, con un ritmo de crecimiento superior al 10% anual durante los últimos 10 años. En 2013 el PIB aumentó un 10,5%, según el Banco Mundial.

La industria está ahora en su primera fase de desarrollo y representa alrededor del 15% del PIB. Estas industrias se dedican principalmente a la producción de productos alimenticios, textiles, prendas de vestir, teñido de cuero y prendas de vestir, calzado, maletas y bolsos de mano, preparación de madera y sus derivados (Etiopía tiene alrededor de 2,5 millones de hectáreas de bosques naturales) productos de goma y plástico, productos químicos, productos de hierro y acero, así como el montaje de automóviles, caravanas y remolques.

Etiopía fue la segunda economía de mayor crecimiento mundial en 2015 con una tasa de crecimiento del 8,7%, y sus máximos socios comerciales son: China, Kuwait, y Arabia Saudí. Etiopía principalmente exporta energía y productos agrícolas a cambio de importar petróleo refinado y maquinaria eléctrico-industrial.

Textil

En la actualidad, el sector textil cuenta con unas 130 fábricas, de las cuales 37 son de propiedad extranjera, y sus exportaciones representan el 6% del conjunto de la economía local. Se espera que la tasa alcance el 22% en 2020. La Unión Europea es el principal cliente de los artículos textiles producidos en el país subsahariano, hacia donde se dirigen el 70% de las ventas exteriores del sector.

Para reforzar la industria de la confección de prendas en el país, se trabaja también en mejorar las plantaciones algodoneras y desarrollar el resto de eslabones de la cadena de valor. Actualmente, la producción de algodón del país suministra el 40% de la demanda industrial. Entre las ventajas del sector está los bajos costes de la energía y del agua.

Otras industrias

La industria alimentaria es el sub-sector más dinámico y ha registrado incrementos continuos y significativos en la producción desde 1992.

Las exportaciones de la campaña 2016 / 2017 de café se pronostican en 3.525 millones de sacos, 212.000 toneladas, casi sin cambios respecto al año pasado. Etiopía exporta principalmente granos de café verde con sólo una cantidad muy pequeña de granos tostados. La mayoría de las exportaciones van a Alemania, Arabia Saudita, Japón y los Estados Unidos.

Etiopía se ha convertido en el segundo mayor exportador de flores en solo 10 años, acercándose a los niveles de su país vecino, Kenia. El año pasado ya superó a este país ranking de las economías más fuertes de África subsahariana y su PIB se ha multiplicado por cinco en los últimos 10 años, según el Fondo Monetario Internacional. Ha conseguido atraer una inversión extranjera de más de 1.200 millones de dólares en 2014, mucho más que los 944 millones de dólares que han llegado a Kenia, según el Banco Mundial.

Y es que cerca del Lago Ziway, en el centro de Etiopía, cientos de mujeres trabajan en un almacén de rosas de colores sobre los que ondean las banderas de los clubs de fútbol holandeses PSV Eindhoven y Feyenoord.

Gran presa del renacimiento etíope

Con cerca de 6.700 km, el Nilo es uno de los ríos más largos del mundo y su cuenca reúne a once países: Burundi, Ruanda, Tanzania, la República Democrática del Congo, Uganda, Kenia, Sudán del Sur, Sudán, Etiopía, Eritrea y Egipto. Cuenta con dos afluentes principales: el Nilo Blanco, que atraviesa los ocho primeros, y que confluye en Sudán con el Nilo Azul, el otro afluente cuyo nacimiento se sitúa en Etiopía. Estos dos afluentes contribuyen de forma muy desigual al caudal del río Nilo. Este depende en un 86% de las aguas provenientes de Etiopía, de las cuales casi el 60% provienen del Nilo Azul, y el resto del río Atbara muy cerca de la frontera con Eritrea y de dos sub-subafluentes del Nilo Blanco, los ríos Baro y Akoba en la región de Gambella.

La Presa del Renacimiento como símbolo

Se sitúa en el curso del Nilo Azul, a escasos 20 km de la frontera con Sudán. Comenzada en 2011, la Presa del Renacimiento se ha proyectado para almacenar 63.000 millones de metros cúbicos de agua y crear una planta hidroeléctrica que produzca hasta 6.000 MW que debería de estar terminada en 2017, pero cuya construcción se alargará previsiblemente hasta 2019. La presa está siendo construida por una empresa italiana.

El coste del proyecto se ha cifrado en casi 5.000 millones de dólares, pero la dificultad para encontrar financiación, más allá de un 30% de capital chino, ha significado que sea financiado fundamentalmente por Etiopía. El Gobierno ha vendido bonos y buscado donaciones dentro y fuera del país, pero también ha exigido a sus funcionarios “contribuciones voluntarias” que en algunos casos han podido llegar a representar un mes de su salario. Junto con las demás presas existentes y otras proyectadas, así como otras energías como la eólica, el Gobierno de Etiopía aspira a producir 25.000 MW en 2027.

Central hidroeléctrica Gibe 3

El 17 de diciembre de 2016 se inauguró la central hidroeléctrica Gibe 3, que con 1.870 Mw de potencia, se encuentra entre las más grandes de África. El primer ministro Hailemariam Desalegn declaró que Etiopía tiene como objetivo producir 15.000 megavatios de electricidad en los próximos cinco años. La represa ayudará a Etiopía a satisfacer las crecientes demandas propias y de sus países vecinos con electricidad barata y renovable. En el curso inferior del río Omo y con un coste de 1.800 millones de dólares, el proyecto hidroeléctrico Gibe III ha comenzado a generar electricidad.

Gibe III consiste en una presa de hormigón compactado con rodillo 797 pies de altura. Un pantano que tiene el potencial para acumular 14.700 millones de m3 de agua; y una potencia en el estribo izquierdo, que alberga 10 unidades turbina-generador de Francis. Impregilo SpA construyó la presa.

La instalación es de aproximadamente 94 millas aguas abajo de la central eléctrica para el proyecto hidroeléctrico de 420 MW Gilgel Gibe II y es la tercera central hidroeléctrica en la cascada de Gibe-Omo. Junto con Gibe II, el 184-MW Gilgel Gibe proyecto hidroeléctrico también está aguas arriba de Gibe III. Además de las tres primeras instalaciones, el gobierno etíope dijo que tiene planes para construir dos instalaciones adicionales en el río Omo - el 1,450 MW Gibe IV y 660 MW Gibe V.

líneas de transmisión de alta tensión están siendo construidas a partir de Wolyta Sodo, Etiopía, a la subestación Suswa cerca de Naivasha, Kenia, para exportar la energía y el proyecto debe ser completa para el año 2018.

Se espera Gibe III para suministrar aproximadamente la mitad de su electricidad a Etiopía, con 500 MW que se exporta a Kenia, 200 MW a Sudán y 200 MW a Yibuti.

Lago Turkana, en el noroeste de Kenia, recibe el 90% de su agua del río Omo y los ecologistas han estado haciendo campaña contra Gibe III, de acuerdo con los informes publicados. Los activistas dicen que el depósito se llena, el flujo del río Omo, en el lago se reducirá en alrededor de dos tercios de tres años, lo que podría poner en peligro los medios de vida de hasta 300.000 personas.

Gibe III incrementará la capacidad de generación de energía de Etiopía en un 234%, según el ministro de Asuntos del Gabinete y ex Ministro de Agua, Riego y Energía, Alemayehu Tegenu.

Automóvil

Con una población de 97 millones, Etiopía tiene sólo 84.000 vehículos registrados. La mayoría de éstos son importados.

El grupo chino Lifan abrió una fábrica en Addis Abeba en 2014, con capacidad para montar 20 coches al día. Las piezas son importadas de China, pero el 97 por ciento de sus empleados son trabajadores locales.

La producción de automóviles a nivel local permite a Lifan evitar el pago del impuesto de importación del 35 por ciento que se aplica a los vehículos extranjeros, y ofrecer a los consumidores un producto más barato. Los vehículos Lifan están disponibles a partir de 15.000 dólares, a un precio similar al de las importaciones de segunda mano, lo que podría ser una gran ventaja competitiva.

Otros fabricantes chinos como Geely también están basando sus operaciones en Etiopía, y el nuevo campo parece que va a crecer.