Theory

MIS MAESTROS 1 : ADOLPH APPIA
MIS MAESTROS 2 : GORDON CRAIG
MIS MAESTROS 3 : JOSEF SVOBODA
MIS MAESTROS 4 : BERTOLT BRECHT
MIS MAESTROS 5 : JAIME KOGAN

Si creemos que el oficio de escenógrafo consiste solamente en resolver el problema de la imagen visual como complemento, como apoyo, como ejemplo, como ilustración de un texto, que como material dramático, algún director está dispuesto a llevar a escena y a tal fin nos convoca, yo me atrevería a decir que las notas que aca se van a publicar, no son lo más indicado.

Por que?, porque sobre todo lo que se podría decir en cuanto a forma, color, unidad, ritmo, equilibrio de una composición espacial de tres dimensiones existe un material bibliográfico vasto y amplio en estas materias. Y además, a mi entender, forma parte del bagaje teórico práctico necesario para un pintor, un escultor y/ó tal vez de un arquitecto, pero de ningún modo representa la totalidad de los conocimientos con los que debe contar un escenógrafo.

De todos modos , si creemos que el escenógrafo es nada más que un diseñador de los decorados que el autor sugiere ó indica en su obra, (a veces con extremo detalle), tal vez sea suficiente. Pero aún así sería aconsejable, para quién desee formarse en esta profesión, tomar algún curso de decoración de interiores. Dicho esto en forma no peyorativa.

Si por lo contrario compartimos la opinión y la posición: que LA ESCENOGRAFIA ES LA IMAGEN INDEPENDIENTEMENTE DE LOS OBJETOS QUE LA COMPONEN, que para un escenógrafo, la imagen visual es su medio de expresión. Que al igual que el actor que compone su personaje, el escenógrafo debe ser un INTERPRETE del material dramático del autor; estos conocimientos son necesarios pero no suficientes.

Si estamos de acuerdo que el Teatro no es dramaturgia. Decía Ortega y Gasset: ..."no es una realidad que, como la pura palabra, llega a nosotros - espectadores - por la pura audición. En el Teatro no solo oímos, sino que, mas aún y ante que oír, vemos" (1). Y es cierto porque el texto cobra vida y sentido solo en el ESPACIO ESCENICO, ya que una misma palabra adquiere distinto significado según el gesto del actor, según el entorno espacial que lo envuelve, según la luz que lo ilumine, etc. Adquiere vida y sentido si subsisten, por un lado, un lugar: escena, escenario, donde seres humanos activos, actores, ponen en ACCION la ficción del drama, con el superobjetivo de mostrar, exponer ante otros seres humanos pasivos, expectantes, espectadores, que ubicados en ese otro lugar, sala, vinieron a VER, a completar con su presencia esta ceremonia mágica e irreal que se llama espectáculo teatral.

En ese mundo mágico e irreal, donde durante una ó dos horas se divierte y se entretiene, se enseña y se aprende, se ríe y se llora, donde solamente la imaginación puede crear y hacer creer personajes y ámbitos ilusorios, solo imágenes encadenadas capaces de trasmitir ideas, pasiones y emoción . Es en este mundo, creo, donde se inserta nuestro trabajo de creación artística.

Si esto es así, si nuestro papel es el de un intérprete más del drama, si nuestro trabajo es parte del espectáculo y por lo tanto es parte de la acción, nuestros conocimientos tendrán que ir más allá del espacio tridimensional. Porque nuestro objetivo deberá ser, a partir de ahora, el control y dominio de un ESPACIO CON CINCO DIMENSIONES, donde la cuarta será el TIEMPO y la quinta EL CONTEXTO SIGNIFICANTE.

Si esto es así, los conceptos sobre contraste, equilibrio, ritmo, unidad, tendrán que ser manejados no ya sobre imágenes estáticas, sino, que a través de un desarrollo temporal dinámico, sobre imágenes-acción. Y a partir de esta concepción, el escenógrafo necesitará manejar herramientas teóricas que le permitan insertarse como hacedor del espectáculo, como traductor en imagen del mensaje a trasmitir al principal destinatario: el público.

Y de eso se trata, de conocer las armas y aprender a usarlas en este gran juego que es el Teatro. Poder controlar todos los resortes de comunicación público-imágen, manejar la atracción y con ella el estado de ánimo y la conducta del espectador, para despertar su interés, para lograr la atención que le permita recibir nuestra propuesta, nuestro mensaje.

Estos conceptos, son los que me propongo hacer llegar, en la forma más simple y directa posible, casi como un coloquio para nada académico. Después de todo, lo que me movilizó a encarar esta charla fue poder decir lo que me hubiera gustado escuchar hace quince o veinte años, cuando la pasión por el Teatro, por la escenografía, se había adueñado de mi, eran mis comienzos y mis ganas de aprender y de saber eran enormes.

Pero es necesario advertir que estos conceptos, herramientas, conocimientos al fin, que propongo como fundamentales en la formación de un escenógrafo-interprete, son también, como aquellos conocimientos básicos, necesarios pero no suficientes.

Digo, que son fundamentales para el trabajo. Conocerlos, dominarlos y aplicarlos es muy importante para un creador con pretensiones, pero atención: hay que tener en claro que solo es conocer, dominar y aplicar un sistema de comunicación. Son solo herramientas de trabajo, son elementos de ayuda, son complementos, son, a veces, "recetas de cocina", y esto, señores, hace al oficio del artista, pero no al artista.

Son medios de comunicación, de comunicación visual con el público, si no tenemos nada que decir, si no tenemos nada que trasmitir de nada sirven.

El artista se expresa a través de su obra y expresión no es "estilo", no es dar una respuesta solamente formal. Que yo utilice curvas ó algún que otro material, o que me maneje componiendo con direcciones que respeten la ortogonalidad, pude ser una característica formal constante de mi trabajo, pero de ningún modo esto define por si solo una IDEA. Pude ser el vehículo, pero nunca el objetivo final.

Hablar de IDEA es hablar de PROPUESTA. Pretender que la escenografía no es una ilustración del texto sino, una interpretación del mismo es dar un punto de vista personal, es poner el énfasis en algún lugar (implícito ó explícito), es PROPONER nuestro mensaje. Es tomar partido.

El drama es acción y conflicto. De una u otra forma es, siempre, "algo" versus "algo", y yo como interprete no puedo ser imparcial. Nunca soy imparcial. Nunca somos imparciales. Nuestra acción y, más aún, nuestra producción estará, siempre, contaminada por nuestra forma de ser y de pensar, aún siendo inconscientes de ello.

Y es en este punto donde reside el secreto: EN TOMAR CONCIENCIA, en "darse cuenta", en tener muy en claro del porqué tomamos partido, del porqué necesitamos decir qué. Porque ahí se encuentra el contenido, la base de nuestra propuesta, los fundamentos de nuestro trabajo. Parámetros que nos van a permitir medir "que suma y que resta", medir, en fin, los avances y retrocesos en nuestro trabajo creativo.

Entonces podremos hablar de coherencia y de rigor. Comprobaremos que para una misma idea-propuesta existen mas de una solución formal y estaremos en condiciones de elegir. Elegir la más eficaz. La solución que con mayor eficacia pueda contener y trasmitir nuestra propuesta, nuestro mensaje.

Con este problema resuelto, con esta toma de conciencia - que no se puede enseñar en ningún curso y menos en un libro, porque está en el campo de las intenciones - con esta actitud, digo -, ahí sí, entonces sí, emplear todas las armas disponibles, todas las herramientas, todos los trucos del oficio, en la lucha por alcanzar el super-objetivo : la obra de arte.


TITO EGURZA


(1) "Idea del Teatro" - J. Ortega y Gasset (Revista de Occidente - Madrid 1958)