Rayuela

PROPUESTA ESCENOGRAFICA de Tito Egurza

Entrañable, Cortazar y Rayuela, muy adentro y con mucho amor.

El punto de partida: el mundo surrealista de Horacio (Cortazar?) y sus ríos metafísicos.

El desarraigo, Buenos Aires y París, el no pertenecer y la Maga.

Desde donde se cuenta esta historia? . Desde la cabeza de Horacio y el desprecio casi visceral a todo lo terrenal , buscando el agujero en el cielo por donde escapar.

Entonces será un mundo, un juego, también para el espectador.

Las cosas son las correctas pero están en el lugar incorrecto.

SOLUCION FORMAL

Magritte trajo inspiración. La arena fue la solución.

El teatro cubierto totalmente por la arena, incluso bajo los pies de los espectadores como un río serpenteante se extiende la planta de acción acumulando público en sus orillas.

En un extremo una cama gigante (semi enterrada) de 2.50 x 3.00 m. fue la pieza de la maga en París, la habitación de Horacio y el manicomio en Buenos Aires. En el otro extremo un piano de cola desvencijado, sin tapa arrumbado y embutido en la arena. Fue el club de la serpiente en París, la sala del concierto de piano y ya en Buenos Aires, el Circo y la vivienda de Talita y Traveler y también el manicomio en el final.

Hacia el centro 2 escaleras que se pierden en la altura y la rayuela de adoquines (fibra poliéster) y en los rincones objetos que emergen: paraguas, libros el cochecito de Rocamadur (Homenaje y copia fiel al de Potemkin), libros, etc.

En los laterales 2 estructuras a modo de balcones y un tablón pivotante que hace puente para la escena del tablón que en esta versión abre la obra.

Completan la imagen, las paredes del teatro pintadas de negro y sobre ellas persianas viejas y rotas también negras

FOTOS DE MAQUETA

PREMIOS Y NOMINACIONES

Pepino 88 - 1994-1995 Premio Mejor Escenografía
Pepino 88 - 1994-1995 Premio Mejor Dirección
Pepino 88 - 1994-1995 Premio Mejor Autor
Premio Municipal: Nominada mejor espectáculo
A.C.E. 1995 - Nominada Mejor Espectáculo

LA RAZÓN

Luis Maza

23 DE AGOSTO DE 1994

NOTABLE VERSION ESCENICA

Se estrenó en el teatro Payró la versión de "Rayuela" de Julio Cortázar realizada por Ricardo Monti. En uno de los trabajos más trascendentes entre los vistos en la actuál temporada y subió a escena dirigido por Jaime Kogan con la actuación de Raúl Risso, Virginia Innocenti y Felisa Yeny, entre otros

(...) Las criaturas de Rayuela hacen, como decía Whistler, que “el arte ocurra”. Los desdoblamientos de la Maga y Talita, Traveler y Ossip tienen, para Oliveira, la significación de la luz. Poco a poco el personaje y el público van comprendiendo la entrañable imaginación de la madre del bebé Rocamadour, su risa y su llanto, su ternura desvalida, honda. También los desencuentros e interrogantes de Oliveira, su exaltación metafísica dividida en dos, obtienen en la versión una vivencia que nos reencuentra con nosotros mismos. Jaime Kogan refuerza esa pasión en una puesta en escena magnífica, rica en minuciosos detalles y climas. Sin arrogancia exterior alguna, el realizador hace gala de un análisis escénico verdaderamente notables. Momentos concebidos en dos planos, trasposiciones y personajes observados desde adentro y desde afuera convierten a esta propuesta en una de las más importantes conocidas en el año. Mediante la expresión visual, dentro de la estupenda escenografía de Tito Egurza, Kogan estimula y recrea el intenso universo de Cortázar. El director juega también con el desconcierto y es otro logro elocuente: se apropia de los contrastes soslayando cualquier patetismo y estimulando la enorme reflexión del autor sobre los sentimientos. La escena en la que, separados por la calle, Traveler y Oliveira ponen un tablón para hacer un puente entre sus ventanas mientras que Talita decide con quién se queda, es el inicio d una sucesión de instancias para recordar. La fuerza e intensidad crecen, se multiplican frente a espectadores ya convertidos en cómplices.(...)

LA PRENSA

Ana Seoane

20 DE AGOSTO DE 1994

Una versión esencial de Cortázar

(...) La versión escénica de Monti se sustentó no solo en el original, manuscritos y Cuaderno de Bitácora de Cortázar sino también en los estudios de Ana María Barrenechea y Saúl Yurkievich, entre otros esclarecedores análisis. El mayor acierto de Monti es que volcó a su adaptación las escenas más importantes, las que han quedado en la memoria, más allá del paso del tiempo. Es como si su escritura final se hubiera centrado en el recuerdo. Están presentes: "El Club de la Serpiente", los balcones de Cachimayo, el idioma inventado por los amantes (Horacio y La Maga), la carta de Rocamadur, la teoría de la cosidad, el concierto de Madame Berthe Trépat y otras más.

La bipolaridad de Buenos Aires y París está presente con el mismo vigor, sin que falten las esencias de los personajes que marcaron a más de una generación argentina y que fueron enriquecidos al ser encarnados por los mismos actores, subrayando el juego de espejos. Sería difícil separar la versión teatral de Monti, respetuosa y sugestiva desde su comienzo hasta su final, de la estética de Jaime Kogan y Tito Egurza. La escenografía de Egurza es de una sobriedad plástica que no deja de lado ningún significante literario, con la arena como elemento clave para los recuerdos y las obsesiones, carnadura de estos protagonistas. Suave o densa, permite enterrar la cama, la cuna y otros objetos con la misma importancia.

La dirección de Jaime Kogan valorizó cada uno de los momentos dramáticos sin olvidar algunos destellos de humor. Tuvo presente el juego de los espejos, las atmósferas, los climas y las debilidades de estas criaturas. Marcó a sus actores con el espíritu de los 60, con el alma de las utopías; así Raúl Rizzo encarna a un Horacio Oliveira complejo y contradictorio, pero siempre creíble.

En la doble personalidad de la Maga y Talita, Virginia Innocenti encuentra sus mejores momentos en las secuencias más dramáticas. Junto a ella sobresalen las labores de Héctor Beacon, Jean Pierre Reguerraz y Felisa Yeny. Esta versión teatral de Monti-Kogan parece haber tenido muy en cuenta lo que proponía Cortázar en su Rayuela "Tomar de la literatura eso que es puente vivo de hombre a hombre".

HUMOR

A.CATENA

agosto de 1994

RAYUELA: Exelente puesta

(...) Sin duda, el dramaturgo trabajó la novela tratando de mantener una fidelidad absoluta a su espíritu, para lo cual respetó su letra en forma casi obsesiva.

El resultado de esto es un Cortázar auténtico, pero tal vez no tan teatral.

Sin embargo la belleza de la puesta de Kogan, apoyada por un capolavoro escenográfico de Tito Egurza, compensa esta falencia. En medio de un arenal que recorre toda la escena y se extiende hasta la platea como símbolo del escurridizo sentido de la vida, las cosas y el tiempo, el elenco reproduce a la perfección muchas de las escenas más entrañables de la novela, sobre todo las que transcurren en París, que tienen mayor peso, muy criteriosamente, en la adaptación, y que son las mejores de la novela.(...)

LA NACIÓN

Susana Freire

20 de agosto de 1994

Una "Rayuela" cuyo cielo es un universo imaginado por Cortázar

(...) Desde las primeras imágenes y parlamentos se crea una atmósfera que dibuja el mandala cortaziano, acompañada por compases de "Naranjo en Flor".

Es válido anticipar que la versión que realizó Monti no reproduce íntegramente la novela. Sería imposible. Pero lo que sí rescató fueron los textos que mejor podían identificar a este juego de amor y muerte que propone "Rayuela".

Colaboró también la creativa puesta de Jaime Kogan en la concepción de un espacio que le permite trabajar con diferentes ámbitos. La nota predominante es la arena esparcida por toda la sala. Este elemento que rodea la rayuela central, adquiere interesantes interpretaciones: el tiempo que pasa, la vida que fluye, los juegos de la infancia, la juventud que se escapa entre los dedos de la mano.

Con el trabajo en el piso y en el espacio, a través de escaleras verticales y balcones, Kogan compone climas y penumbras locuaces, apoyado por un diseño lumínico, que incluye velas, con fuerte cargas dramáticas. Hay pocos elementos, apenas una gran cama y un mutilado piano, pero eso alcanza para ilustrar. Lo demás es la acción.

Como esta versión se apoya fundamentalmente en el texto, la interpretación cobra papel preponderante.

Al respecto, Raúl Rizzo logra un trabajo importante, de envergadura. Tampoco fue fácil para Virginia Innocenti la tarea de interpretar dos papeles: La Maga y Talita. Tal vez por ese motivo se ve una actuación que se expresa apoyándose en los tonos.

Jean Pierre Reguerraz y Felisa Yeny aprovechan las características de sus personajes: Morelli y Madame Trépat, para sacar el jugo a esas criaturas deliciosamente patéticas (...)