Fecha de publicación: 13-ene-2014 6:03:45
Cuelgo el teléfono y me derrumbo en la cama.
Tu voz se extinguió y me rodea el silencio,
tímidamente interrumpido por la radio nostálgica.
Me pesa tu ausencia, tu lejanía me muerde por dentro
y sólo mi almohada puede confortarme.
Las oleadas que me trajeron tus palabras
aún mantienen su vaivén en mi cabeza,
pero de tu voz sólo me queda el eco.
Quise asirte, extenderme hasta allá a tu lado
y abrazarte,
calcinarme contigo.
¡Duele tanto rendirse ante la distancia!...
Consulto la hora en el celular
y recibo a cambio un guiño cómplice,
la promesa de un nuevo encuentro la noche siguiente.
¡Qué alcahuete es el progreso!
¡Dios bendiga la tecnología!
2008