Hay catorce ratas
en torno a un ratón
viejo, rengo y ciego
pelado y rabón.
–Cuéntenos, abuelo,
lo que le pasó…
Y repite el cuento
que otra vez contó:
–Pito Colorín…
Pito Colorón…
Por una cocina
me paseaba yo.
Limpias las baldosas,
fregado el fogón,
no había en el suelo
ni un grano de arroz.
La señora escoba
todo se llevó.
Pito Colorín…
Pito Colorón…
Dormida en un banco
sobre un almohadón,
una gata negra
hacía ron, ron…
Andaba esa noche
del banco al fogón,
con mi larga cola
como un gran señor.
Pito Colorín…
Pito Colorón…
De pronto descubro
que allá en un rincón,
un trozo de queso
la escoba olvidó.
Lo que no se barre
lo come el ratón.
Esto lo sabemos
ustedes y yo.
Pito Colorín…
Pito Colorón…
Huelo, me relamo,
doy un mordiscón
y en una trampilla
mi cola quedó.
Pito Colorín…
Pito Colorón…
Por comer de prisa
me quedé rabón…
La rata más rata
pregunta al ratón:
–¿Y la gata negra
no se despertó?
–¡Fue por un milagro
que ella no me comió!
–Este cuento, abuelo, me
sirve de lección…
Pito Colorín…
Pito Colorón…
Javier Villafañe