¿QUE DAÑO NOS PUEDE PROVOCAR EN LOS OJOS LA RADIACIÓN UV NATURAL QUE NOS LLEGA DEL SOL?
La radiación UV no es visible para la mayoría de los seres humanos, el cristalino que es como el lente del ojo humano bloquea la mayor parte de esa radiación UV en el rango de longitud de onda de 300-400 nm; las longitudes de onda más cortas son bloqueadas por la córnea. La exposición excesiva a los rayos UV puede tener consecuencias negativas para la salud.
La radiación solar visible, ultravioleta y la térmica atraviesan la atmósfera, la capa de ozono, el vapor de agua contenido en las nubes, el dióxido de carbono y el oxígeno, estos componentes de la atmósfera absorben todos los rayos UVC y cerca del 90 % de los rayos UVB. El resto de la radiación UV que llega a la tierra, está compuesto por rayos UVA y un pequeño porcentaje de rayos UVB. La radiación UV está presente todos los días, todo el año, en todas las estaciones, incluso los días nublados. La radiación UV se mide en nanómetros (nm) y se define como una longitud de onda de 100 nm a 400 nm.
Los seres humanos carecemos de receptores que nos permitan percibir los rayos ultravioletas, pero los fotorreceptores de la retina son sensibles a los rayos ultravioleta cercanos (NUV) que son los que tienen una longitud de onda entre los 400 y los 300 nanómetros y con una energía por fotón de 3,10 a 4,13 Ev. Si bien el ser humano es incapaz de percibirla plenamente, esta radiación es visible para pájaros, insectos y peces. Las personas que carecen de cristalino (una condición conocida como afaquia) perciben los rayos ultravioleta cercanos como azul blanquecino o violeta blanquecino. En algunas condiciones, los niños y los adultos jóvenes pueden ver el ultravioleta hasta longitudes de onda de alrededor de 310 nm.
Nuestros ojos también son sensibles a la radiación UV, no solo cuando el sol está brillando, sino también en la sombra. No solo al mediodía, sino todo el día, todos los días. Hasta en un día nublado, la radiación UV puede llegar al 70 o 75 por ciento del suelo por reflejo y dispersión. El agua, por ejemplo, refleja hasta el 20 por ciento de la radiación UV, la nieve fresca cerca del 88 por ciento, la arena hasta el 25 por ciento y una calzada de concreto aproximadamente un 12 por ciento.
En términos de protección UV, cuanto más pronto comience, mejor. Aunque, ¡nunca es tarde para empezar!
Los ojos de los niños son especialmente sensibles a los rayos UV. Al cumplir 20 años, ya hemos estado expuestos a casi la mitad de la cantidad de radiación UV que una persona de 60 ha estado expuesta. En otras palabras, cuando cumplimos 20, hemos absorbido casi tanta radiación UV como la que habríamos absorbido entre los 20 y los 60.
Al igual que somos conscientes de la necesidad de utilizar cremas de protección solar para nuestra piel en la playa con el buen tiempo, también es necesario proteger nuestros los ojos de los efectos nocivos que la radiación ultravioleta por su elevada energía puede producir en ellos.
La radiación Ultravioleta es la que más daño puede provocar en el ojo. Pasar largas horas bajo el sol sin protección para tus ojos puede dañar seriamente tu vista. Los rayos UV pueden dañar tejidos superficiales y estructuras internas como la córnea y el cristalino.
Al no proteger nuestros ojos de la radiación UV estamos incrementando el riesgo de sufrir varias enfermedades oculares inclusive cataratas y cánceres oculares.
¿Cómo puede afectarnos?
La radiación de UVA y UVB es absorbida por los ojos en diferente medida a menos que se bloquee mediante el uso de gafas protectoras.
Efectos en la Salud:
Factores de riesgo:
La radiación UV puede producir efectos dañinos en cualquier persona, pero los riesgos aumentan para las personas que:
Pasan mucho tiempo al sol o han tenido quemaduras de sol.
Tienen la piel, el cabello y los ojos claros.
Toman ciertos medicamentos orales y tópicos, como antibióticos, píldoras anticonceptivas y productos que contienen peróxido de benzoílo, de igual manera, algunos cosméticos podrían aumentar la sensibilidad de la piel y los ojos a la radiación UV en todos los tipos de piel.
Tienen un familiar con cáncer de piel.
Tienen más de 50 años.
La radiación UV puede provocar daños agudos a corto, mediano y largo plazo:
Daño agudo a corto plazo: quemaduras o fotoqueratitis.
Si es con moderación, los rayos UVA y UVB broncean la piel, pero altas dosis pueden causar enrojecimiento, erupciones, alergias o quemadura solar, por ejemplo, en los párpados. La radiación UVB puede causar fotoqueratitis aguda (conocida como queratitis UV o queratitis ultravioleta). Estos términos se refieren al daño causado en la córnea por la fuerte radiación UV que se encuentra con mayor frecuencia en las montañas. El sol puede causar quemaduras oculares. Probablemente hemos escuchado la expresión "ceguera de la nieve" con la que se hace referencia a una desagradable lesión ocular causada por la radiación UV. Tanto en la playa como en las zonas nevadas, especialmente en las montañas, el sol hace que nos sintamos bien, pero por desgracia, algunas cosas podrían afectarnos en esos días soleados. Una de ellas son las quemaduras oculares. Como0 norma es conveniente actuar con rapidez porque las quemaduras oculares podrían tener consecuencias directas en la visión.
¿Cómo identificar las lesiones oculares causadas por el sol?
Hay diversos factores que pueden producir irritación ocular, lo primero es saber identificar las quemaduras oculares causadas por el sol. Las quemaduras solares en los ojos pueden afectar a un solo ojo o a ambos. Algunos de los síntomas típicos de este tipo de quemaduras, (queratitis solar o fotoqueratitis) son: ojos irritados, llorosos, rojos o picazón ocular; incluso la visión puede parecer borrosa y se experimenta mayor sensibilidad a la luz.
En casos graves de quemaduras solares se dañan las capas exteriores de la córnea, dejando expuestas las terminaciones nerviosas que estas protegen. Las personas afectadas suelen quejarse de la sensación de tener algo en el ojo, como si les hubiese entrado arenilla o un cuerpo extraño. EL parpadeo resulta molesto y, en ocasiones, muy doloroso. Pero las quemaduras solares leves suelen ser inofensivas. No obstante, si ocurren con frecuencia puede llegar a producir incluso cáncer, degeneración macular o resequedad ocular crónica. La expresión "ceguera de la nieve" se utiliza para describir las quemaduras oculares causadas por el sol porque suele afectar con frecuencia a los esquiadores, puesto que la nieve refleja hasta un 88% de los rayos UV, haciéndolos aún más potentes. Lo mismo ocurre cuando tomamos el sol en la playa: el agua refleja entre un 10% y 20% de los rayos UV. Hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea la altitud, mayor será la radiación UV. Por cada 100 metros más de altitud, la intensidad de la radiación aumenta hasta un 12%. En terrenos nevados, es hasta 16 veces mayor. Por eso, los bañistas no son los únicos que deberían protegerse los ojos; cualquier persona que disfrute del esquí, del montañismo o realice trabajos de soldadura eléctrica, está expuesta a radiación UV perjudicial.
Como cualquier otra quemadura solar, los síntomas de las quemaduras oculares solo se perciben más tarde; por lo general comienzan a sentirse entre 3 y 12 horas después de haberse producido. Tan pronto como sospeche que haya podido sufrir quemaduras solares en los ojos, es importante actuar con rapidez para aliviar los síntomas molestos y prevenir daños mayores.
1. Hágase una revisión ocular
Aunque las quemaduras oculares causadas por el sol pueden ser muy dolorosas, estas suelen desaparecer en unos días ya que las capas superiores de la córnea tienen la capacidad de repararse a sí mismas. El ojo es un órgano muy sensible, por lo que siempre debe acudir a un oftalmólogo para que analice sus síntomas; en casos muy extremos, puede incluso producirse ceguera. El oftalmólogo le recetará analgésicos para aliviar el dolor y tratará el ojo afectado con desinfectante o gotas y geles antibióticos para evitar infecciones. Los geles de vitamina A también ayudan a regenerar los tejidos dañados.
2. Permanezca en el interior y refrésquese.
Para prevenir daños permanentes en la córnea, es importante evitar de inmediato la exposición a la luz solar directa y refrescar los ojos rápidamente, por ejemplo con un paño húmedo y frío o, si es posible, con una máscara o gafas de gel. Estas se pueden adquirir en una farmacia o vendedor de productos de salud y belleza, y pueden usarse con calor o con frío.
3. No se que frote ni se rasque.
Aunque piquen los ojos, evite frotarlos porque sólo conseguirá enrojecerlos más.
4. Deje los lentes de contacto y use lentes con armazón o gafas de sol.
Quítese inmediatamente los lentes de contacto para evitar mayor irritación ocular. Es aconsejable permanecer en una habitación oscura hasta que los síntomas disminuyan.
5. Algunos fármacos pueden ofrecerle un alivio inmediato
Si el dolor se intensifica y no puede acudir a un doctor de inmediato, medicamentos como el ibuprofeno o el paracetamol pueden ayudar.
6. La prevención es mejor que la cura
La prevención es el mejor tratamiento; evite el sufrimiento a toda costa. Un buen par de gafas solares o de gafas protectoras para el esquí o para trabajar, con filtro UV hasta 400 nm pueden proteger sus ojos de la radiación UV nociva. Para proteger los ojos de las quemaduras solares, un buen par de gafas de sol deben ofrecer como mínimo una protección de clase 3, y si está en la nieve, necesita una protección de clase 4. El nivel de protección suele indicarse en un costado de las gafas. Asegúrese siempre de que sus gafas de sol filtran la radiación UV proveniente de los costados y de arriba. Existen lentes transparentes que también le ofrecen una protección completa y permanente de la radiación UV.
Daño a mediano plazo:
La radiación UV puede provocar conjuntivitis o fotoconjuntivitis (es decir, la inflamación de la córnea y de la conjuntiva, respectivamente, . Se trata por lo general de efectos reversibles que se pueden prevenir con gafas protectoras y no suelen causar daños a largo plazo, pero son dolorosos y pueden requerir una intervención terapéutica. Debe acudir a su oftalmólogo. Debemos proteger nuestros ojos frente a este tipo de luz; incluso en días nublados, cuando apenas vemos el sol. Si no disponemos de protección UV, pueden producirse lesiones oculares. Estas lesiones pueden manifestarse de diversas maneras: desde una conjuntivitis a una "ceguera de la nieve" temporal o incluso a la destrucción de células fotorreceptoras y propiciar la aparición de cataratas.
Daño a largo plazo:
¿Por qué se considera dañina la luz UV a largo plazo?:
La radiación UV es perjudicial para nuestros ojos y puede causar daños muy serios a largo plazo ya que los efectos crónicos de la radiación ultravioleta pueden ser:
Crecimiento de tejido en la conjuntiva y en el borde de la córnea (por ej. Pterygium conjunctivae, (crecimiento de una carnosidad que puede cubrir parte de la córnea) y Pinguecula son síntomas típicos de la exposición excesiva a los rayos UV.
Daño Celular: La luz UV puede dañar el ADN en las células de los ojos y la piel, lo que aumenta el riesgo de cáncer y otras enfermedades. El daño que provoca la luz UV en nuestros genes, en nuestro ADN es acumulativo e irreversible. La radiación UV destruye las células, y por eso esta radiación es usada como un medio para la esterilización y desinfección artificial.
Envejecimiento Prematuro: La exposición prolongada a la luz UV puede causar daños como el envejecimiento prematuro de la piel o fotoenvejecimiento de los tejidos, inclusive de los que que rodean los ojos, las arrugas y en los casos mas graves cancer de piel.
Cataratas: La luz UV contribuye al desarrollo de cataratas que conlleva a reducir nuestra capacidad para ver, (enfermedad ocular en la que el cristalino se vuelve cada vez más opaco, lo que provoca una alteración de la visión y, finalmente, ceguera), una causa común de pérdida de visión. En presencia de luz intensa continua, corremos el riesgo de que los cristalinos se vuelvan opacos, lo que puede provocar una catarata prematura. El 48 por ciento de todos los casos de ceguera del mundo están causados por las cataratas y, en alrededor del 20 por ciento, la radiación UV es responsable de causar o exacerbar la enfermedad.
Degeneración Macular: La exposición a la luz UV puede aumentar el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE). Degeneración macular senil (AMD, por sus siglas en inglés)
Cáncer: La radiación UV es un factor de riesgo para el cáncer dentro y alrededor del ojo, carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide o melanoma, cáncer de piel, incluido el melanoma y existen indicadores de que la radiación UVA y UVB podría ser parcialmente responsable de los melanomas. Se considera que la radiación UVA causa cáncer de párpado, lo que desencadena peligrosos cambios en la córnea y puede conducir a padecer cataratas.
¿Cómo nos afectan los distintos segmentos de la radiación UV?
La radiación ultravioleta (UV) es invisible y no se puede sentir, pero su impacto en nuestra salud es significativo. La radiación UV-A (315 a 400 nm) y la radiación UV-B (280 y 315 nm) tienen un efecto similar en el cuerpo. y cada una nos afecta de diferente manera
La radiación ultravioleta (UV), ya sea de la luz solar natural o de fuentes artificiales, puede afectar nuestros ojos de diversas maneras. Aquí tienes algunos detalles sobre cómo la radiación UVA y UVB interactúa con nuestros ojos:
Radiación UVA:
Radiaciones de longitud de onda larga, también conocida como luz negra o UV suave, es la radiación comprendida entre los 315 y 400 nanómetros. los rayos UV-A apenas se ven afectados por la capa de ozono y son poco retenidos por la atmósfera. Al menos el 90% de las radiaciones que llegan a la superficie terrestre son UVA. Como casi no resulta filtrada Típicamente llega a la superficie de la tierra el 95% de esta radiación.
Representa la mayoría de la radiación UV que llega a la Tierra. Aunque menos intensa que la UVB, penetra más profundamente en la piel y está presente durante todo el día y durante todo el año.
La radiación UVA tiene longitudes de onda más largas y es menos intensa que la UVB. Longitud de Onda: 315 - 400 nm.
Penetra profundamente en la piel.
Causa envejecimiento prematuro, arrugas y daño cutáneo.
Contribuye a la formación de radicales libres.
Puede afectar la salud ocular, incluyendo cataratas y se considera que la exposición por largo tiempo a esta radiación puede producir daños a la retina, entre ellos la degeneración macular.
La mayoría de los rayos UVA llegan a la parte frontal del ojo, incluyendo la córnea y el cristalino. Estas estructuras actúan como un filtro natural para proteger otras partes del ojo de daños causados por la radiación UV.
La radiación UVA acelera el envejecimiento de la piel (o foto envejecimiento). Siendo responsable del envejecimiento prematuro de la piel y pueden contribuir al desarrollo de cataratas y reduce nuestra capacidad para ver.
Aumenta el riesgo de aparición temprana de degeneración macular senil (AMD, por sus siglas en inglés).
También se presume que la radiación UVA causa cáncer de párpado, lo que desencadena peligrosos cambios en la córnea y puede conducir a padecer cataratas.La exposición prolongada a la radiación UVA puede dañar la retina.
Radiación UVB:
La radiación UVB tiene longitudes de onda más cortas y es más intensa que la UVA, ya que tienen más energía. Longitud de Onda: 280 - 315 nm.
Aunque menos abundante que la UVA, la UVB es más intensa y causa daños más inmediatos en la piel, como quemaduras solares. Su intensidad varia según la altitud y latitud, a medida que ascendemos en altitud, la densidad del aire disminuye, y la radiación UVB aumenta o sea mientras mas altura y mas cerca del ecuador nos encontremos, mayor será su presencia.
Representan como máximo un 10% de las radiaciones que llegan a la superficie terrestre. Típicamente a la superficie de la tierra a nivel del mar llega el 5% de esta radiación debido a la filtración atmosférica.
Puede penetrar más profundamente en la piel. La sobre exposición causa quemaduras solares. La UVB es responsable de las quemaduras solares.
Puede dañar el ADN en las células de la piel, aumentando el riesgo de cáncer de piel.
La mayoría de los rayos UVB son absorbidos por la córnea y el cristalino.Estas partes del ojo controlan la entrada de luz y ayudan a proteger la retina y otras estructuras internas
Se considera que la sobreexposición a la luz ultravioleta es una de las causas de cataratas.
Estimula la producción de vitamina D en la piel.
3. Radiación UVC:
Esta radiación es la de menor longitud de onda (desde los 100 hasta los 280 nm) y la de mayor frecuencia y mayor energía, es la más dañina de todas y por suerte las radiaciones UVC son absorbidas en su totalidad por la capa de ozono y la atmósfera terrestre inclusive en aquellas áreas donde la capa de ozono ha sido dañada. La atmósfera terrestre actúa como filtro y no llega a la superficie de la Tierra, así suele filtrarse en las capas superiores de la atmósfera al chocar con las moléculas de oxígeno y de ozono. En la práctica no es necesario tomar ninguna precaución especial porque la capa de ozono absorbe por completo la radiación UVC.
También conocida como UV germicida o UV duro. Es una radiación ionizante.
La radiación UVC solar apenas penetran la piel y la retina, aunque una gran dosis puede causar enrojecimiento de la piel e inflamación y dolor ocular y puede causar daños a la epidermis y en la córnea. Para causar daños a la córnea son suficientes tan solo 3 segundos de exposición.
Su presencia entre nosotros se debe mayormente a fuentes artificiales, como las del arco de la soldadura eléctrica, las lámparas UV con acción germicida que poseen una longitud de onda de 254 nm, es decir, se trata de radiación UVC artificial y la procedente de otras fuentes artificiales.
Causa daño al DNA / RNA / proteínas de todos los sistemas biológicos.
La fotoqueratitis es el daño más documentado.
La exposición recurrente al UVC puede llevar al desarrollo de catarata y daño en la retina.
Las lesiones más frecuentes causadas por el UVC son las quemaduras de córnea, eritemas y las quemaduras de piel.
Las quemaduras por UVC son dolorosas pero las lesiones duran poco tiempo.
Exposición excesiva a UVC causa cáncer de piel de la misma manera que lo causan los UVA y UVB.
Suele olvidarse que los rayos UV son perjudiciales para la salud ocular a largo plazo y que pueden provocar daños en las zonas que los rodean. Lamentablemente, solo 1 de cada 5 lentes bloquea totalmente la radiación UV hasta 400 nm. Esto significa que las otras 4 no bloquean la radiación ultravioleta, o lo hacen mínimamente. Por tanto, los rayos UV traspasarán las lentes generando un riesgo potencial de daño ocular y de la piel.
Protección UV para el dia a dia
¿Qué bloquea la luz UV y qué no la bloquea?
Siempre que salimos al exterior, estamos rodeados de rayos UV – incluso en los días nublados. Aunque la luz UV tiene efectos positivos, también puede hacer daño a nuestro cuerpo de diversas maneras. Por eso nos protegemos con gafas de sol y cremas solares.
¿Qué bloquea realmente la luz UV? ,
¿Ofrecen los parabrisas del automóvil los demás cristales o ventanillas una protección eficaz frente a la radiación UV?
¿Qué es más importante a la hora de seleccionar unas gafas con protección UV?
¿Si permanecemos en la sombra, reducimos nuestra exposición a la radiación UV?
¿Ayuda la ropa a proteger el cuerpo de los rayos UV y, de ser así, cómo?
Cuando el sol esta fuerte y en el cielo no hay una sola nube, muchas personas se ponen las gafas de sol y crema solar para estar protegidos durante el tiempo que pasan fuera. Pero la radiación UV no solo se encuentra en el exterior, bajo la luz del sol; los rayos UV también penetran el cristal de las ventanas. Aunque que la mayoría de las ventanas ofrecen cierto grado de protección, una parte de la luz UV perjudicial, la radiación UV, las atraviesa sin ningún problema. Puedes observar su efecto en los tejidos de la ropa que han estado expuestos durante un largo periodo de tiempo: la luz produce su decoloración.
Protección UV para sus ojos
La luz UV puede dañar sus ojos y su la piel; y no solamente cuando hay sol pleno. Por eso, tanto las gafas de sol como las gafas oftálmicas deberían tener un filtro UV especial con protección de hasta 400 nm* para proteger eficazmente los ojos de la radiación UV. No obstante, con las gafas solares, no debe confundirse la protección UV con la protección antirreflejante; incluso las gafas sin un filtro UV reducen la intensidad de la luz solar y, por tanto, ofrecen protección frente a los reflejos del sol. Sin embargo, esta protección solo reduce el brillo de la luz solar, no el nivel de radiación UV. Los rayos UV no solo atraviesan la lente, sino que pueden llegar a causar más daño que sin las gafas. Las lentes oscuras hacen que la pupila se dilate, por lo que dejan pasar más cantidad de luz UV. Por lo tanto, asegúrese de comprar lentes solares con una protección óptima contra los reflejos solares y la radiación UV perjudicial. Cuando compre gafas de sol, asegúrese de que ofrecen protección UV de hasta 400 nm. Si el vendedor de las gafas no puede darle información o solo datos imprecisos sobre el nivel de protección que estas ofrecen, no debería comprarlas.
La radiación UV en el automóvil o en espacios interiores – cómo debe protegerse los ojos
La mayor parte de los vehículos sólo ofrecen una protección UV parcial. Los parabrisas cuentan con un bloqueador eficaz de radiación UV que protege de la radiación UV A y B. Desde 1980, por ejemplo, el parabrisas frontal de un automóvil nuevo en Alemania está equipado con una película transparente que bloquea toda la radiación UVB y casi toda la A.
No obstante, esto no es suficiente para una protección UV completa en el coche: la mayoría de las ventanillas laterales y traseras no cuentan con ningún filtro UV para ninguno de las dos tipos de radiación UV. Por lo tanto, estas ventanillas sin protección pueden dejar pasar hasta un 80% de la radiación UVA. Los parabrisas tintados tampoco son un medio de protección eficaz porque solo filtran alrededor de un 40% de la radiación UVA.
Por lo tanto, la radiación UV no es algo de lo que preocuparse solo cuando estamos disfrutando de un tiempo soleado en la playa – la encontramos prácticamente en cualquier lugar a cualquier hora del día. Las cremas solares y la ropa nos ayudan a protegernos frente a los rayos UV perjudiciales. Cuanto más denso sea el tejido, mayor es el nivel de protección. Sin embargo, sus ojos necesitan lentes solares u oftálmicas con protección UV.
¿Tenemos suficiente protección UV cuando estamos en la sombra?
Si bien en la sombra hay menos radiación UV que a pleno sol, lo cierto es que incluso en la sombra puede alcanzarte hasta el 50% de la radiación UV perjudicial. Incluso es posible recibir una cantidad perjudicial de luz UV bajo un parasol o un toldo en un patio. Los edificios, el agua y la arena reflejan hasta un 85% de la radiación. La radiación UV penetra incluso la superficie del agua, así que debemos tener cuidado cuando nadamos a una profundidad de hasta un metro porque la radiación UV tipo A puede tener una intensidad de hasta un 75% bajo el agua, y la de tipo B, de hasta un 50%. Asegúrese de protegerse el rostro y el cuerpo con una crema solar apropiada y resistente al agua. Puesto que existen distintos tipos de radiación UV y las personas reaccionan de manera distinta a ellos en función de su piel, existen cremas adaptadas a cada tipo de piel.
¿Qué tipo de crema solar es mejor para mí?
La mejor protección solar dependerá de su tipo de piel y del periodo de protección solar propia de su piel. El "periodo de protección solar propia" se refiere a la cantidad de tiempo que su piel puede estar expuesta al sol sin quemarse. Las personas con la piel y el cabello claro (rubio, pelirrojo y castaño claro) tienen un periodo de protección propia menor que los que tienen la piel y el cabello oscuro (castaño o negro). Una persona de piel clara tiene un periodo de protección propia de unos diez minutos. El factor de protección solar (FPS) de una crema protectora indica cuánto tiempo puede permanecer al sol sin quemarse. Por ejemplo, una crema con un factor de protección solar de 30 incrementa el periodo de protección propia de la piel por 30, es decir, un periodo de protección propia de 10 minutos multiplicado por 30 ofrece protección durante 300 minutos o cinco horas; el periodo de tiempo que la crema protege su piel de las quemaduras solares.
Así puede determinar su factor óptimo de protección solar: divida el periodo de tiempo que quiera permanecer al sol por su periodo de protección propia para conocer el factor de protección solar (FPS) más apropiado para usted. Si una persona de piel clara con un periodo de protección propia de 10 minutos desea tomar el sol en la playa durante 150 minutos, un factor protector de 15 será suficiente.
También existen prendas especiales con bloqueo UV para nadar o pasar periodos más largos de tiempo en el exterior.
La ropa ayuda a bloquear los rayos UV
La ropa es una buena manera de protegerse del sol en el exterior. Junto a unas buenas gafas de sol para proteger sus ojos, y una buena crema solar para proteger su piel, podrá disfrutar de una protección eficaz para todo el cuerpo – siempre que lleve la ropa apropiada. Si bien cualquier prenda protege de la radiación UV perjudicial, el nivel de protección que la prenda ofrece depende de dos factores: la densidad y el grosor del tejido. Puede guiarse por esta sencilla regla general: cuanto más denso sea el tejido, menor cantidad de radiación UV llegará a alcanzar su piel. Aunque las camisas de algodón o de lino son muy populares en días cálidos, ofrecen escasa protección solar puesto que dejan pasar gran cantidad de radiación UV. La ropa de fibras sintéticas como el poliéster ofrece una protección mejor porque pueden fabricarse y procesarse en tejidos más densos. La densidad de las fibras de algodón depende del propio algodón. Entre las fibras naturales, la seda natural ofrece un factor de protección UV más elevado: las fibras contienen componentes aglutinantes que reflejan y absorben los rayos UV. El "factor de protección UV" (UPF) indica el nivel de protección que ofrece una prenda con protección UV. Este le indica el tiempo que puede permanecer al sol sin sufrir quemaduras – lo mismo que con el factor de protección de una crema solar. Cuando compre ropa especial o bañadores con protección UV, asegúrese de comprobar su factor de protección solar. Esto garantizará que la ropa le ofrece la protección UV necesaria no solo cuando está seca y sin estirarse, sino también cuando está mojada y estirada sobre el cuerpo. De este modo, conseguirá bloquear eficazmente la luz UV en cualquier situación.
¿Conozcamos mejor qué es la radiación ultravioleta?
La radiación uv es parte del espectro electromagnético, que es el conjunto de todas las ondas electromagnéticas que existen y que se desplazan en forma de ondas. Estas ondas abarcan una amplia gama de longitudes de onda y frecuencias. El espectro electromagnético abarca todas las posibles frecuencias y longitudes de onda de las ondas electromagnéticas. Desde las ondas de radio que tienen mayor longitud de onda, hasta los rayos “x” y los rayos gamma, que tienen menor longitud de onda, más energía y mayores frecuencias. cada región del espectro tiene diferentes aplicaciones y propiedades. En otras palabras, El espectro electromagnético es el conjunto de todas las ondas electromagnéticas.
Cuando nos referimos al espectro electromagnético de un objeto, hablamos de las distintas longitudes de onda que emite (espectro de emisión) o absorbe (espectro de absorción). Cada sustancia tiene su propio espectro característico, similar a una huella dactilar, que nos permite identificarla.
Observación y medición: Los espectros se pueden observar mediante espectroscopios, que no solo permiten visualizar el espectro, sino también medir propiedades como la longitud de onda, la frecuencia y la intensidad de la radiación.
la radiación uv es parte de este espectro, en el esta precedida por las ondas correspondientes a la luz visible, en particular por la luz violeta y luego a los rayos uv les siguen los rayos x y después los rayos gamma, ambos con menores longitudes de onda y mayor frecuencia y energía que los rayos uv.
Longitud de onda (λ): La longitud de onda es la distancia entre dos crestas o valles consecutivos de una onda. En el caso de las ondas electromagnéticas, la longitud de onda varía desde muy corta (como los rayos gamma) hasta muy larga (como las ondas de radio). Las ondas con mayor longitud de onda tienen menor frecuencia y viceversa.
Frecuencia (f): La frecuencia es la cantidad de oscilaciones completas que ocurren en un segundo.
¿Qué relación existe entre el tipo de radiación, su longitud de onda y frecuencia con la energía que poseen?
La relación entre las ondas del espectro electromagnético y la energía que poseen está determinada por sus longitudes de onda y frecuencias.
Las ondas con mayor frecuencia (como los rayos X o la luz visible) tienen más energía. Esto se debe a que la energía de una onda está directamente relacionada con su frecuencia.
las ondas electromagnéticas con mayor frecuencia (menor longitud de onda) transportan más energía. Esto es fundamental para comprender cómo interactúan con la materia y cómo se utilizan en diversas aplicaciones científicas y tecnológicas.
¿CÓMO SE DEFINE LA RADIACIÓN ULTRA VIOLETA?
La radiación ultravioleta (UV) es un tipo de radiación electromagnética con longitudes de onda que varían entre aproximadamente 10 nanómetros (nm) y 400 nm, y frecuencias entre 790 tera hercios (THz) y 30 peta hercios (PHz). La radiación ultravioleta es parte integrante de los rayos solares y produce varios efectos en la salud al ser una radiación cuya energía se encuentra entre no-ionizante y ionizante. es una forma de radiación electromagnética con una longitud de onda más corta que la de la luz visible, pero más larga que la de los rayos X. Su nombre proviene del hecho de que su rango empieza desde longitudes de onda más cortas de lo que el ojo humano identifica como luz violeta, pero dicha luz o longitud de onda es invisible al ojo humano, al estar por encima del espectro visible.
Esta radiación es parte integrante de los rayos solares y produce varios efectos en la salud. La radiación ultravioleta (UV) entonces es una forma de energía electromagnética y Nuestra principal fuente natural de radiación UV es el sol.
existen fuentes artificiales de radiación ultra violeta, estas incluyen a las Luces de vapor de mercurio (se encuentran con frecuencia en los estadios, iluminación publica y gimnasios escolares), Algunas luces halógenas, fluorescentes e incandescentes, el arco luminoso de la soldadura eléctrica y las lámparas de luz ultra violeta utilizadas para la desinfección germicida en locales de salud y otros, así como en las lámparas solares y las camas bronceadoras, entre otras fuentes artificiales de radiación uv.
Aunque La radiación UV no es visible para los ojos humanos, sus efectos si son perceptibles en nuestros tejidos dada su alta energía. El rango de longitudes de ondas de la radiación ultra violeta va desde los 10 nanómetros (nm) hasta los 400 nm. (1 nanómetro (nm) = 0.000000001 metros o 1×10(-9) metros)
La mayor fuente de radiación UV en la tierra procede del sol. La gente normalmente se refiere a ella como "luz UV", sin embargo, En términos de la física eso es incorrecto, ya que no es luz en sí, sino, radiación. A pesar de que tanto la luz como la radiación están hechas de ondas electromagnéticas y son parte de lo que conocemos como espectro electromagnético, hay una diferencia importante entre las dos: la luz es algo que somos capaces de percibir. La “radiación” es la parte invisible del espectro electromagnético con aquellas longitudes de onda que incluyen los rayos infrarrojos, los rayos X, gamma, las microondas, las ondas de radio y los rayos UV.
La energía de un fotón se mide en electronvoltios (eV) o en julios (J). Un electronvoltio es la energía necesaria para elevar un electrón a través de 1 voltio, y equivale a 1,602 × 10^-19 J1. Cuando hablamos de la energía por fotón, utilizamos estas unidades para denotarla.
¿Cómo clasificamos la radiación UV en la práctica?
La radiación ultravioleta procedente del sol suele clasificarse en tres categorías. radiación UVA, UVB y UVC. La UVA y la UVB son las únicas que llegan a la superficie de la Tierra. La radiación UVC, de longitud de onda corta y alta energía (de 100 a 280 nm), es absorbida prácticamente por completo por la atmósfera terrestre, entonces Cuando hablamos de radiación solar ultravioleta, por lo general nos referimos únicamente a los rayos UVA y UVB que si llegan a la superficie de la Tierra. Veamos:
Radiación UVA: Radiaciones de longitud de onda larga, también conocida como luz negra o uv suave, es la radiación comprendida entre los 315 y 400 nanómetros. los rayos UVA apenas se ven afectados por la capa de ozono y son poco retenidos por la atmósfera. Al menos el 90% de las radiaciones que llegan a la superficie terrestre son UVA. La radiación UVA se subdivide en UVA-I (340 nm - 400 nm) y UVA-II (315 nm - 340 nm). Como casi No resulta filtrada Típicamente llega a la superficie de la tierra el 95% de esta radiación. Su energía por fotón se encuentra entre 3.10 y 3.94. (eV), y la mayor parte de ellos llegan al suelo. La UV-A constituye casi toda la luz UV que penetra a través de la atmósfera terrestre.
Radiación UVB: de onda media, también conocida como uv intermedio o radiación dorno. son las Radiaciones con una longitud de onda media comprendidas entre los 280 y los 315 nm. es Mayormente absorbida por la capa de ozono, pero cierta cantidad llega a la superficie de la Tierra. Representan como máximo un 10% de las radiaciones que llegan a la superficie terrestre. Típicamente a la superficie de la tierra a nivel del mar llega el 5% de esta radiación. Su energía por fotón se encuentra entre 3.10 y 3.94. (eV)
Radiación UVC: Radiaciones con una longitud de onda corta comprendida entre los 100 y los 280 nm, también conocida como UV germicida o UV duro. Es una radiación ionizante En su parte con longitudes de onda más cortas. esta categoría de radiaciones UVC son absorbidas en su totalidad por la capa de ozono y la atmosfera terrestre inclusive en aquellas áreas donde la capa de ozono ha sido dañada. Esta radiación UV prácticamente es absorbida por completo por la atmósfera terrestre que actúa como filtro y no llega a la superficie de la Tierra. La radiación ultra violeta con estas longitudes de onda apenas penetran la piel y la retina, aunque una gran dosis puede causar enrojecimiento de la piel e inflamación y dolor ocular. en la práctica no es necesario tomar ninguna precaución especial porque la capa de ozono absorbe por completo la radiación UVC. La Energía por fotón de la radiación uv - c se encuentra en el rango de 4.43 12.40 (eV).
Niveles de ozono a varias altitudes (DU/km) y bloqueo de diferentes bandas de radiación ultravioleta: En esencia, toda la UVC es bloqueada por el oxígeno diatómico (100-200 nm) o por el ozono (oxígeno triatómico) (200-280 nm) en la atmósfera y no llega a la superficie de la tierra. La capa de ozono también bloquea el grueso de la UVB, pero deja pasar la mayor parte de la radiación UVA.
¿CUAL ES LA COMPOSICION DE LA RADIACION SOLAR A DIFERENTES ALTURAS?
El Sol emite radiación ultravioleta en todas las longitudes de onda, incluido el ultravioleta extremo donde se cruza con los rayos X a 10 nm. La luz solar en el espacio en la parte superior de la atmósfera de la Tierra se compone de aproximadamente un 50 % de luz infrarroja, un 40 % de luz visible y un 10 % de luz ultravioleta, para una intensidad total de unos 1400 W/m² en el vacío.
La atmósfera bloquea alrededor del 77 % de los rayos UV del Sol, cuando éste está más alto en el cielo (en el cenit), y la absorción aumenta en las longitudes de onda UV más cortas. A nivel del suelo, con el sol en el cenit, la luz solar es un 44 % de luz visible, un 3 % de ultravioleta y el resto de infrarrojos (57%). Del 3% de la radiación ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra formando parte de toda la radiación solar y tomándolo como el 100% de radiación UV que nos llega, más del 95 % son UVA con las longitudes de onda más largas, y el 5% restante UV- B. Casi ninguna UVC llega a la superficie de la Tierra. La fracción de UVB que permanece en la radiación UV después de atravesar la atmósfera depende en gran medida de la nubosidad y de las condiciones atmosféricas. En los días «parcialmente nublados», los parches de cielo azul que se muestran entre las nubes son también fuentes de UVA y UVB (dispersos), que se producen por dispersión de Rayleigh de la misma manera que la luz azul visible de esas partes del cielo. La UVB también desempeña un papel importante en el desarrollo de las plantas, ya que afecta a la mayoría de las hormonas vegetales. Durante el encapotamiento total, la cantidad de absorción debida a las nubes depende en gran medida del grosor de las nubes y de la latitud, sin que haya mediciones claras que correlacionen el grosor específico y la absorción de UVB.
Las bandas más cortas de UVC, así como la radiación UV aún más energética producida por el Sol, son absorbidas por el oxígeno y generan el ozono en la capa de ozono cuando los átomos de oxígeno individuales producidos por la fotólisis UV del dioxígeno reaccionan con más dioxígeno. La capa de ozono es especialmente importante para bloquear la mayor parte de los UVB y la parte restante de los UVC que no son bloqueados por el oxígeno ordinario del aire.
¿Cómo se propaga la radiación UV?
Cuando se trata de protegernos de la radiación UV, mucha gente lo primero que piensa es en el sol. Sin embargo, la luz ultravioleta está presente no sólo cuando brilla el sol. La intensidad de la luz ultravioleta puede ser muy elevada incluso en días nublados. Ya sea dentro de una cafetería, durante una excursión de verano a un lago o la playa, practicando senderismo en un parque andino en invierno, pues hasta un 95 % de la dañina radiación ultravioleta puede atravesar la capa de nubes incluso con mal tiempo y de este modo dañar los ojos y la piel.
La sombra tampoco proporciona una protección integral frente a la luz ultravioleta, ya que alrededor del 50 % de la radiación UV sigue llegando a través de la luz reflejada y dispersa. Este efecto se ve agravado cuando nadamos en el mar, por ejemplo, dado que la superficie del agua refleja parte de la luz ultravioleta. Por lo tanto, recomendamos proteger los ojos y la piel del sol en cualquier situación, ya sea en un día soleado o nublado. Esto significa que no sólo los usuarios de lentes o gafas de sol, sino todos debemos asegurarnos de que nuestros ojos están bien protegidos de la radiación solar UVA y UVB, ya sea usando gafas de sol de alta calidad con protección UV total o lentes transparentes o de color, pero con protección UV total de hasta 400 nm para poder disfrutar del sol radiante y de las actividades al aire libre sin arrepentimiento.
Es importante conocer que en las zonas montañosas el nivel de radiación UV es mayor pues hay menos atmosfera filtrándola, así se estima que por cada 300 metros de altura hay un incremento del 4% de radiación uv más que a nivel del mar. En el caso de la ciudad de Cuenca que se encuentra a unos 2500 metros sobre el nivel del mar percibimos más radiación UV que a nivel del mar y a ello habría que sumar la radiación UV que puede ser reflejada por las diversas superficies.
La radiación ultravioleta (UV) está siempre presente. Todo el año, todo el día, tanto en invierno como en verano, en días soleados o nublados; la exposición a los rayos UV-A y UV-B puede alcanzar valores altos a nivel del suelo.
¿DE QUE FACTORES DEPENDE LA INTENSIDAD DE LA RADIACIÓN ULTRAVIOLETA A LA QUE NOS EXPONEMOS?
La radiación ultravioleta no puede verse ni sentirse. Aunque algunas personas están expuestas a fuentes artificiales de esta radiación (por ejemplo, en la medicina, la industria, para la desinfección o con fines cosméticos), todos estamos expuestos a la radiación ultravioleta solar. Los niveles de esta radiación dependen de varios factores:
La elevación del sol: cuanto mayor sea su altura en el cielo, mayor es la radiación ultravioleta. Estos niveles varían en función de la hora del día y la época del año. El 60% de la radiación diaria se recibe en el horario entre las 10 AM a las 2 PM.
La latitud: cuanto más próximo se está del ecuador, mayores son los niveles de radiación ultravioleta.
· La altitud: A mayor altitud el aire es menos denso y, por lo tanto, absorbe menos radiación ultravioleta, hay menos atmósfera para filtrar la radiación UV, lo que permite que llegue más radiación. la radiación ultravioleta aumenta con la altitud, ya que. A nivel del mar llega a la Tierra, aproximadamente el 5% de la radiación UVB debido a la filtración atmosférica, pero A medida que ascendemos en altitud y la densidad del aire disminuye, la radiación UVB aumenta. Por lo tanto, a mayor altitud, recibimos más radiación UVB y UVA. A partir de los 700 metros de altura, la dosis eritemática diaria (la cantidad de radiación que causa enrojecimiento en la piel) aumenta de manera exponencial a medida que ascendemos. A 2.000 metros sobre el nivel del mar, estaríamos expuestos a más del 95% de la radiación UVA que llega a la desde el sol. Así en lugares de mayor altitud, como la sierra, los volcanes y las montañas, la exposición a los rayos UV es más intensa
· La nubosidad: los niveles de radiación ultravioleta son más altos con los cielos despejados, pero pueden ser elevados incluso con nubes.
El ozono: absorbe parte de la radiación ultravioleta del sol. Donde hay menos ozono, esta radiación llega en más cantidad a la superficie de la Tierra.
La reflexión: las superficies reflectantes, como el agua, la arena y la nieve fresca aumentan el nivel de radiación ultravioleta.
En resumen, la radiación ultravioleta es mayor dos horas antes y hasta dos horas después del mediodía. aumenta con la cercanía al ecuador y con la altitud, es mayor con los cielos despejados y también la podemos recibir por reflexión sobre diversas superficies. tanto la UVA como la UVB pueden afectar nuestros ojos y nuestra piel. Proteger nuestros ojos del sol y usar protector solar en nuestra piel expuesta son medidas esenciales para mantener una buena visión y una piel saludable. ¡La seguridad ocular es fundamental!