1. ¿Qué es la luz azul?
La luz visible es mucho más compleja de lo que uno suele imaginar. La luz azul no se ve realmente azul a simple vista pues es solo partedel espectro visible completo de la luz.
Salir al aire libre y recibir la luz del sol, encender el interruptor en una pared dentro de la casa, encender la computadora, el celular o cualquier otro dispositivo digital, son actividades que dan como resultado que sus ojos estén expuestos a una variedad de rayos de luz visible (y a veces invisible) que pueden tener diferentes efectos.
La mayoría de las personas son conscientes de que la luz solar contiene rayos de luz visible y rayos ultravioleta invisibles que pueden broncear o quemar la piel. Pero lo que muchos no saben es que la luz visible emitida por el sol está compuesta por una serie de rayos de luz de diferentes colores que contienen diferentes cantidades de energía.
La luz solar contiene rojo, naranja, amarillo, verde y azul, así como muchos tonos de cada uno de estos colores dependiendo de la energía y longitud de onda de los rayos individuales (llamada también radiación electromagnética). Combinados, este espectro de rayos de luz de colores crea lo que llamamos la "luz blanca" o la luz solar.
El espectro de luz visible se compone de radiación electromagnética con longitudes de onda que van desde 380 nanómetros (nm) en el extremo azul del espectro a aproximadamente 700 nm en el extremo rojo. Un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro, es decir, 0.000000001 metros.
El rango de longitud de onda de la luz azul generalmente se considera entre aproximadamente 380 a 500 nanómetros (nm). La intensidad de la luz azul está relacionada con factores como la fuente de luz y su brillo, así como con la cantidad de filtración atmosférica. A mayor altura sobre el nivel del mar, hay menos capacidad de filtración atmosférica, lo que puede resultar en una mayor intensidad de la luz azul y otros componentes del espectro de luz.
La luz azul es un color del espectro de luz al que estamos expuestos a diario.
La luz azul es UNA PARTE DE la luz visible que va desde 380 a 500 nm. la luz azul se puede subclasificar en luz azul-violeta (aproximadamente de 380 a 450 nm) y en luz azul-turquesa (alrededor de 450 a 500 nm).
Existe una relación inversa entre la longitud de onda de los rayos de luz y la cantidad de energía que contienen. Los rayos de luz que tienen longitudes de onda relativamente largas contienen menos energía, y aquellos con longitudes de onda cortas tienen más energía.
La luz azul es la porción del espectro de luz visible con la mayor energía, por eso a menudo se denomina luz visible de alta energía (HEV por sus siglas en inglés).
aproximadamente, un tercio de toda la luz visible se considera luz visible de alta energía o "luz azul".
Los rayos en el extremo rojo del espectro de luz visible tienen longitudes de onda más largas y, por lo tanto, menos energía. Los rayos en el extremo azul del espectro tienen longitudes de onda más cortas y más energía.
Los rayos electromagnéticos que están más allá del extremo rojo del espectro de luz visible se denominan infrarrojos —calientan, pero son invisibles. Las lámparas de calentamiento para mantener los alimentos calientes que se ven en los locales de comida emiten radiación infrarroja. Pero estas lámparas también emiten luz roja visible QUE NOS PERMITEN SABER que están encendidas. Lo mismo sucede para otros tipos de lámparas de calor.
En el otro extremo del espectro de luz visible están los rayos de luz azul con las longitudes de onda más corta (y mayor energía), y se les denomina a veces luz azul-violeta o luz violeta. Este es el motivo por el cual los rayos electromagnéticos invisibles más allá del espectro de luz visible se llaman radiación ultravioleta (UV).
La intensidad de la luz azul se mide en unidades llamadas candelas por metro cuadrado (cd/m²) o lux (lx). Estos valores representan la cantidad de luz azul que llega a una superficie específica. Para medirlo, se utilizan instrumentos como espectrofotómetros o luxómetros.
la intensidad de la luz azul del sol es mucho mayor que la emitida por dispositivos electrónicos, pero el uso continuado de estos sin la debida protección nos afecta. Prácticamente toda la luz azul visible pasa a través de la córnea y el cristalino, y llega a la retina.
Desde hace unos años y con el incremento del uso de dispositivos con pantallas electrónicas emisoras se le presta mayor atención a la contaminación lumínica con luz azul procedente de los mismos. La luz Azul de onda corta del espectro visible con una longitud de onda entre los 415 y los 455 nanómetros está estrechamente relacionada con el daño ocular. Esta luz con alta energía atraviesa la córnea y el cristalino provocando patologías tales como la resequedad ocular, cataratas, degeneración macular asociada a la edad, sobre estimulación cerebral inhibidora de la secreción de melatonina y provocando la producción de la hormona adrenocortical producida por la glándula pituitaria o hipófisis. Esta glándula endocrina segrega las hormonas encargadas de regular la homeostasis y el crecimiento, mediante la función de otras glándulas endocrinas subordinadas. Es una glándula compleja que se aloja en un espacio óseo llamado silla turca, situado en la base del cráneo.
El medio refractivo de los diferentes tejidos del ojo humano tiene una permeabilidad diferente para la luz cuando la longitud de onda de esta es menor a los 300 nanómetros (nm). Las ondas de luz entre 300 a 400 nm pueden penetrar la córnea y ser absorbidas por el iris o la pupila. Las ondas cortas de luz de alta energía con una longitud entre los 415 y los 455 nm son las más dañinas. La penetración directa hasta la retina a través del cristalino provoca un daño foto químico retinal irreversible.
En la medida en que se ha tomado conciencia acerca de los efectos dañinos de la luz azul, las molestias relacionadas que causa a la visión humana se han convertido en la preocupación principal. Debido a lo corto de las ondas de luz azul el enfoque no ocurre en el centro de la retina sino más bien al frente de la retina, de modo que la exposición prolongada a esta luz provoca un empeoramiento de la fatiga visual y de la miopía. Síntomas tales como la diplopía (visión doble) y la incapacidad para concentrarse pueden afectar la capacidad para el aprendizaje y la eficiencia para trabajar. Veamos para una mejor comprensión los daños que provocan la luz azul y su mecanismo sobre la córnea, el cristalino y la retina.
La luz azul y el ojo humano.
la intensidad de la luz azul del sol es mucho mayor que la emitida por dispositivos electrónicos, pero el uso continuado de estos sin la debida protección nos afecta. Prácticamente toda la luz azul visible pasa a través de la córnea y el cristalino, y llega a la retina.
Desde hace unos años y con el incremento del uso de dispositivos con pantallas electrónicas emisoras se le presta mayor atención a la contaminación lumínica con luz azul procedente de los mismos. La luz Azul de onda corta del espectro visible con una longitud de onda entre los 415 y los 455 nanómetros está estrechamente relacionada con el daño ocular. Esta luz con alta energía atraviesa la córnea y el cristalino provocando patologías tales como la resequedad ocular, cataratas, degeneración macular asociada a la edad, sobre estimulación cerebral inhibidora de la secreción de melatonina y provocando la producción de la hormona adrenocortical producida por la glándula pituitaria o hipófisis. Esta glándula endocrina segrega las hormonas encargadas de regular la homeostasis y el crecimiento, mediante la función de otras glándulas endocrinas subordinadas. Es una glándula compleja que se aloja en un espacio óseo llamado silla turca, situado en la base del cráneo.
El medio refractivo de los diferentes tejidos del ojo humano tiene una permeabilidad diferente para la luz cuando la longitud de onda de esta es menor a los 300 nanómetros (nm). Las ondas de luz entre 300 a 400 nm pueden penetrar la córnea y ser absorbidas por el iris o la pupila. Las ondas cortas de luz de alta energía con una longitud entre los 415 y los 455 nm son las más dañinas. La penetración directa hasta la retina a través del cristalino provoca un daño foto químico retinal irreversible.
En la medida en que se ha tomado conciencia acerca de los efectos dañinos de la luz azul, las molestias relacionadas que causa a la visión humana se han convertido en la preocupación principal. Debido a lo corto de las ondas de luz azul el enfoque no ocurre en el centro de la retina si no mas bien al frente de la retina, de modo que la exposición prolongada a esta luz provoca un empeoramiento de la fatiga visual y de la miopía. Síntomas tales como la diplopía (visión doble) y la incapacidad para concentrarse pueden afectar la capacidad para el aprendizaje y la eficiencia para trabajar. Veamos para una mejor comprensión los daños que provocan la luz azul y su mecanismo sobre la córnea, el cristalino y la retina.
Efectos de la luz azul sobre la córnea.
La cornea se encuentra en la superficie del ojo y es la primera estructura que encuentra la luz al atravesar el ojo. La irradiación de luz azul reduce la supervivencia de las células epiteliales de la córnea, provoca inflamación de las células epiteliales de la córnea y la resequedad de la misma.
La luz azul con una longitud de onda cercana a la de la luz ultra violeta puede afectar la fase mitótica de las células epiteliales de la córnea en dependencia de su intensidad y tiempo de exposición. Al perder apoyo y estabilidad la capa lagrimal conduciendo a la resequedad. La irradiación con luz azul tiene también un efecto inhibitorio sobre la actividad estromal de las células.
Efectos de la luz azul sobre el cristalino
Mundialmente las cataratas son una de las principales causas de ceguera debido al opacamiento del cristalino. El cristalino no solo proporciona el mayor poder en dioptrías sino que también filtra eficientemente las ondas cortas de la luz para reducir la posibilidad de que ocurran daños en la retina por la luz. El cristalino contiene proteínas estructurales, enzimas y metabolitos proteicos que absorben la luz de onda corta. Estas sustancias y sus derivados se agregan a las proteínas del cristalino produciendo pigmentos amarillos en las proteínas del cristalino produciendo el opacamiento paulatino del cristalino hasta ponerse amarillo.
La absorción de la luz azul por el cristalino crece significativamente bloqueando el daño potencial de la retina, pero para ello el cristalino tiene que sufrir una disminución de su transparencia o el cambio de color que conduce a la formación de la catarata.
La exposición al sol se considera un factor de riesgo para las cataratas. Estudios realizados demuestran que la luz azul al actuar sobre las células epiteliales del cristalino puede conducir al desarrollo de cataratas. Estudios recientes muestran que el estrés oxidativo es importante en la patogénesis de cataratas relacionadas con la edad.
Efectos de la luz azul sobre el ritmo circadiano.
El ritmo circadiano es el ciclo biológico de aproximadamente 24 horas que regula los patrones de sueño y vigilia, así como otros procesos fisiológicos en nuestro cuerpo.
La luz Azul regula nuestro reloj interno y contribuye a que estemos alerta, ayuda a nuestra memoria y al aprendizaje. El mecanismo principal es la estimulación de la secreción de melatonina por la glándula pineal lo cual puede incrementar o disminuir la expresión de cortisol en dependencia de la hora del día regulando el ritmo circadiano humano. Al investigarse la calidad del sueño de las personas mayores han encontrado que en las personas operadas de catarata esta ha mejorado en cierta medida, la razón radica en que un cristalino artificial transparente permite que mas luz azul penetre alcanzando los ojos confirmándose de este modo que la luz azul regula el ritmo circadiano. Sin embargo, cuando la presencia de luz azul es excesiva, especialmente por la noche cuando la producción de melatonina alcanza su máximo, esta no solo puede dañar la retina al atravesar la superficie ocular, sino que también estimula el cerebro, inhibiendo la secreción de melatonina e incrementando la producción de corticoesteroides afectando la calidad del sueño. Estudios recientes muestran que toda una variedad de desórdenes del sueño está relacionada con problemas de la vista. Los desordenes del sueño provocan un incremento de la producción de corticoesteroides y la reducción de la secreción lacrimal provocando resequedad ocular. Al mismo tiempo los desórdenes del sueño inducidos por la luz azul conducen a una disminución del tiempo que mantenemos cerrados los ojos y la extensión del tiempo que mantenemos abiertos los ojos causa un incremento de la evaporación del líquido lacrimal provocando síntomas de ojo seco. La falta de sueño puede reducir los niveles de andrógenos en el cuerpo. La falta de andrógenos puede conducir a la disfunción de las glándulas lacrimales, reduciéndose las secreciones que conforman la capa lípido lacrimal lo que provoca una excesiva evaporación y ojos secos.
Alteraciones en el ritmo circadiano.
Actualmente Estamos sometidos a una exposición constante a la luz azul de la luz solar ambiental y de las pantallas de ordenadores, tv, tabletas y teléfonos móviles. El cerebro asocia la luz azul al día. Las pantallas digitales son una fuente importante de luz azul, específicamente del tipo de luz azul que nuestro organismo utiliza para regular el sueño. El tiempo que se pasa a altas horas de la noche delante de una pantalla altera los patrones de sueño porque la luz azul afecta los niveles de melatonina (la hormona del sueño). Menores niveles de luz por la noche indican al cuerpo que genere hormonas del sueño, como la melatonina. La luz azul altera estas señales y se genera menos melatonina. de manera que, si una persona está expuesta a luz azul durante largos períodos de tiempo durante la noche, la luz azul hace que sea más difícil quedarse dormido por la noche y levantarse por la mañana.
Aunque no hay una información definitiva sobre la cantidad exacta de luz azul a la que puedes exponerte antes de mostrar efectos secundarios graves, la exposición a largo plazo a la luz de una pantalla puede tener algunos efectos secundarios graves e intensos, los dolores de cabeza, la desorientación y la pérdida de sueño son solo el comienzo.
La exposición a la luz azul, especialmente en horas cercanas al momento de dormir, puede suprimir la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el sueño. Esto puede afectar negativamente el ritmo circadiano, dificultando conciliar el sueño y mantener un ciclo de sueño adecuado. Los emisores de luz azul, como las pantallas de dispositivos electrónicos, pueden alterar este ritmo si se utilizan antes de dormir sin la debida protección. La exposición a la luz de las pantallas repercute de manera negativa los ciclos del sueño y el período de conciliación del mismo. Siempre que usamos nuestros dispositivos digitales, especialmente a altas horas de la noche, le estamos diciendo a nuestro cerebro que mantenga el cuerpo despierto. El riesgo aumenta en aquellas personas que se exponen a una pantalla por más de 4 horas al día y en aquellos que ven una pantalla una hora antes de ir a dormir.
Esto sucede ya que nuestro reloj interno se sincroniza con la luz natural. Los rayos del sol matutino, ricos en luz azul, bloquean la liberación de melatonina (la hormona del sueño) y nos incitan a levantarnos. Sin embargo, los tonos oscuros del anochecer, o la falta de luz azul, revierten el proceso y preparan nuestro cuerpo para dormir. Es una parte de la luz azul la que afecta al ciclo de vigilia/sueño.
Las pantallas LED o LCD incorporadas en fuentes de luz electrónica tales como tablets, teléfonos móviles o computadoras suelen producir una estimulación en el cerebro que altera de forma significativa los ciclos de sueño provocando insomnio. Esto ocurre porque estos tipos de dispositivos emiten una luz azul que llega hasta la retina activando las conocidas células ganglionares.
Dichas células envían automáticamente una señal al cerebro para que entienda que se está en las horas del día en las que existe luz natural. Por lo tanto, el cerebro no entiende que es de noche y que debe facilitar el proceso de sueño.
En muchos casos, los lentes con filtro de luz azul son buenos para combatir la falta de sueño que se produce cuando se pasa demasiado tiempo frente a una pantalla por la noche. Las investigaciones muestran que llevar gafas que filtran la luz azul entre 3 y 4 horas antes de acostarse puede producir un sueño de mejor calidad y más relajante.