Jacobo Fijman - Poema XII

Yo quería jugar.

Estaba el signo de mi naturaleza plena de llanto y protección severa.


Bajo a mi obscuridad, y avanzo entre mis brazos con una estrella niña.


Soplan olores de banderas frías

y resuenan tambores de infancia

en el mismo silencio, bajo la misma estrella.


Viene mi carne allende las transparencias.

Rodeo la luz fresca.


Ánimos de pavor yacen en mis profundas soledades:

No es el mismo silencio, no es la misma estrella.


Arranco vísperas de muros inclinados,

y más allá de todo se mueve el brillo opaco de la agonía.