Jacobo Fijman

Poema VIII

Oye tu soledad mi soledad.

Oye en mi soledad la canción amorosa

debajo de mis labios.

Miran los cielos el día de mi corazón.


Oye en mi soledad tu soledad:

río de luz es tu garganta.


Eternidad en los caminos.

Espero en Cristo regocijado de muerte y alegre de muerte.

Paz, paz, en el camino delante de mis ojos.

Reza la sangre, la sangre de mi cuerpo en esperanza.

Pone mi corazón su desnudez perfecta sobre la noche movida en toda gracia

sobre la noche movida en esperanza.


Paz, paz,

en tierras donde corren los soles amorosos del monte santo;

mis noches iluminadas de pavor, alegres de muertes,

regocijadas de muerte.