En el siglo XXI la educción debe de transmitir, masiva y eficazmente, un conjunto cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos en constante evolución, adaptados a una sociedad cognitiva, puesto que son los cimientos de las competencias del futuro.
En simultaneo, tendrá la obligación de hallar y definir orientaciones que permitanno dejarse influir por el tsunami de informaciones más o menos precarias y fugaces que invaden los espacios públicos y privados, inmersos en una sociedad de consumo donde sólo importan la oferta y la demanda; y conservar el camino hacia proyectos de desarrollo individuales y colectivos.
No basta con sólo acumular desde el principio de nuestras vidas una serie de conocimientos a los que se podrá recurrir en el momento adecuado, sino que debemos de estar en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se nos presente de actualizar, profundizar y enriquecer esos primeros conocimientos y de adaptarnos a un mundo en constante cambio.
Es en este punto, la educación debe cimentar su estructura en cuatro aprendizajes fundamentales, que a lo largo de la vida de cada persona, serán los pilares del conocimiento: aprender a conocer, que es la apropiación de la herramientas para la comprensión; aprender a hacer, para poder influir en y dentro de nuestro entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar en nuestra sociedad; y aprender a ser, un proceso que conjuga a los tres anteriores.
Cómo aplicar los 4 pilares de la educación en el aula
Los cuatro pilares de Jacques Delors deben aplicarse en conjunto. Es decir, están interrelacionados entre sí, por lo que trabajar uno implica casi ineludiblemente trabajar los otros tres.
La manera de aplicar los cuatros pilares de la educación es a través de las competencias clave. Como has ido viendo, se pueden relacionar perfectamente cada uno de los 4 pilares con alguna competencia. Así, las actividades que permitan desarrollar la competencia Conciencia y expresiones culturales, fomentará el tercer pilar: aprender a vivir juntos.
Por último, has de sembrar los principios de estos cuatro pilares en cada alumno, para que pueda adquirirlos como propios e integrarlos a su vida a lo largo de los años.
Ejemplos de los 4 saberes de la educación
Aprender a conocer: Despertar la curiosidad intelectual. Por ejemplo, a través de una aplicación de realidad aumentada podemos ver los huesos del esqueleto humano. También, lograr la autonomía en la toma de decisiones. Por ejemplo, al usar la biblioteca o distintos gestores de información. Incluso, estimular el sentido crítico al elaborar una entrevista a un experto en la materia que estamos estudiando.
Aprender a hacer: Realizar prácticas de laboratorio o talleres, por ejemplo al elaborar un circuito eléctrico. Exponer y fomentar proyectos culturales o deportivos. Por ejemplo, tocar una escala en un instrumento musical.
Aprender a vivir juntos: Desarrollar proyectos globales como dibujar un mural sobre una temática determinada para adornar el pasillo o el patio. Cooperar al preparar una función teatral, desde la interpretación, al decorado, el vestuario y la puesta en escena. También, con el resto de seres vivos. Por ejemplo, salidas didácticas al medio ambiente.
Aprender a ser: Desarrollar un pensamiento crítico mediante actividades de meditación, relajación o reflexión o también con redacciones sobre el tiempo libre o aficiones.