El espigueo (o rebusca) consiste en la recogida, mediante acuerdo con el productor, de frutas y verduras que son descartadas del circuito comercial.
A cargo de Raquel Díaz, de Fundació Espigoladors
Aprovechar todos los alimentos que se producen es una exigencia ética en un mundo que sufre pobreza alimentaria y hambre, una realidad diaria para al menos 3.000 millones de personas en el mundo. Espigar o rebuscar es una forma revolucionaria de romper con esta realidad.
La ley 1/2025 de prevención de las pérdidas y desperdicio alimentario recoge la posibilidad de realizar el espigueo, aunque hubo que pelearlo mucho desde el Colectivo #LeySinDesperdicio. Aún hace falta mucha conciencia de la situación entre la sociedad y nuestros políticos.
El espigueo no es sólo una forma de aprovechar alimentos, de darles su verdadero valor, sino una forma de socializar, de participar en una actividad agraria, al aire libre, que crea lazos entre personas y además:
Contribuimos a reducir las pérdidas y el despilfarro alimentario.
Acercamos la ciudadanía al campo y sensibilizamos sobre el valor y el origen de los alimentos.
Damos visibilidad a la agricultura local, su trabajo y sus dificultades.
Facilitamos el acceso a una alimentación saludable por parte de personas en situación vulnerable.
Reducimos el impacto ambiental asociado (emisiones de CO2, uso del suelo y de recursos hídricos, etc.).
Generamos un cambio de conciencia que promueva un consumo responsable, de temporada y de proximidad.
Creamos un movimiento ciudadano inclusivo, empoderador y solidario.
Cuantificamos las pérdidas alimentarias en el sector primario.
Además de recuperar las pérdidas en campo, se pueden revalorizar en forma de transformados como mermeladas, patés o zumos.. Esta es la labor del Obrador Es-imperfect, que además genera puestos de trabajo para personas en situación con dificultades sociolaborales.
26 de abril
11'00 h.
Casa de Cultura y Encuentro
C/ Industrias, 16