Del 20 al 25 de enero, tres profesores de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Valladolid tuvimos la oportunidad de participar en un curso innovador sobre Inteligencia Artificial (IA) aplicado a la inclusión educativa, dentro del programa Erasmus+. Este curso, celebrado en Atenas, se centró en cómo la IA puede ser utilizada para hacer las clases de idiomas más inclusivas y accesibles, mejorando la experiencia de aprendizaje de todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades o necesidades específicas.
A lo largo de los seis días de formación, se abordaron diversos temas relacionados con la evolución de la IA, desde sus inicios hasta su impacto actual en la educación. Tuvimos la oportunidad de conocer herramientas como Wooclap, Diffit, GenAI y Universal Design for Learning (UDL), que facilitan la personalización del aprendizaje y fomentan la participación activa de los alumnos. Estas tecnologías permiten a los docentes adaptar los contenidos de manera flexible, asegurando que todos los estudiantes, incluyendo aquellos con dificultades de aprendizaje, puedan acceder a la misma calidad educativa.
Uno de los aspectos más interesantes del curso fue la discusión sobre los beneficios y retos que conlleva la implementación de la IA en el aula. Mientras que la IA puede facilitar la creación de recursos personalizados y la gestión del aula, también plantea desafíos importantes, como la necesidad de formación continua para los docentes y la posible resistencia al cambio. Además, durante las sesiones se debatió sobre los prejuicios que pueden surgir, tanto entre los educadores como entre los estudiantes, en relación al uso de estas tecnologías.
Asimismo, se reflexionó profundamente sobre los límites éticos de la IA en el ámbito educativo. Si bien las herramientas tecnológicas pueden mejorar la inclusión, también es esencial garantizar que su uso no perpetúe sesgos o desigualdades. Durante los debates, se hizo hincapié en la importancia de un uso responsable de la IA, de modo que los principios éticos y la protección de la privacidad de los estudiantes estén siempre a la vanguardia.
El curso nos permitió, además, interactuar con profesores y expertos de diferentes países europeos, lo que enriqueció la experiencia al poder compartir y comparar diferentes enfoques y perspectivas sobre la integración de la IA en la enseñanza de idiomas. Utilizamos el inglés como lengua franca en nuestras comunicaciones, lo que nos permitió no solo aprender sobre la IA, sino también practicar nuestras habilidades lingüísticas en un contexto internacional. Para finalizar, nos gustaría dejar una reflexión sobre el futuro de la enseñanza: "AI won’t replace teachers, but teachers who use AI will replace those who don’t." Esta cita resume perfectamente el impacto que la inteligencia artificial tendrá en la educación: no reemplazará a los docentes, pero aquellos que sepan utilizarla estarán mejor preparados para afrontar los desafíos del futuro.