INGREDIENTES
2 filetes de ternera blanca (sobre 160-175 g cada uno) de tapa, babilla, contra o cadera
Sal
Pimienta negra molida
Harina de todo uso
1 huevo
1 cucharada de agua
Pan rallado
Aceite para freír
1 rodaja de limón (para servir)
PREPARACIÒN
Lo primero que tenemos que hacer es ablandar y aplanar la carne. Para ello ponemos el filete entre dos láminas de film transparente y lo vamos aplastando con un mazo para ablandar carne o sencillamente con un rodillo de cocina. Al final el filetes debe quedar fino, como de medio centímetro máximo de grosor. Aquí puedes ver todos nuestros trucos para ablandar la carne.
Después ya podemos salpimentar la carne a nuestro gusto. Lo mejor es usar sal fina para que se integre mejor en la carne.
Vamos con el empanado. Pasamos el filete salpimentado por harina y sacudimos el exceso sobrante. Luego lo empapamos bien en huevo batido por todos los lados. Finalmente lo pasamos por el pan rallado prensando bien para asegurarnos de que quede sellado. El secreto de un buen empanado es que el aceite no llegue a la carne y así mantenga todos sus jugos en el interior.
Ya solo nos queda la fritura. Sumergimos el wiener schnitzel en aceite caliente, entre 160 y 170 ºC, y dejamos que se dore. El escalope debe ‘flotar’ en el aceite para que se haga por igual. Hay que dar la vuelta con cuidado para que no se abra el empanado.
Una vez dorado, ya podemos servir el Wiener Schnitzel con un cuarto de limón para dar el toque final en la mesa con unas gotas por encima del filete. Espolvoreamos también con perejil picado.