Bucles y mensajes

19 de noviembre de 2021

Durante la tercera sesión, y como viene siendo habitual, lo primero que hemos hecho ha sido repasar nuestro diccionario de programadores. Los términos programar, algoritmo, optimizar y evento forman parte de nuestro vocabulario del día a día. Y seguro que estas palabras nos van a acompañar mucho tiempo. La verdad, que aprender nuevas palabras y conceptos no nos pilla de nuevas. ¿Quién no sabe hoy qué es el gel hidroalcohólico? ¿o un SuperZing? ¿o Peppa Pig? ¿o lavar los platos? ¿o preparar la cena? ¿o lavar la ropa? ¿o sacar la basura? ¿u ordenar la habitación? ¡Ay! ¡que se me acumulan las tareas del hogar!. Mmm, estoy pensando yo que una lavadora se “programa” con un “algoritmo” de lavado “optimizado” para un determinado tipo de ropa y que suceden algunos “eventos”… ¿Y si un día programamos un robot para que haga todas las tareas domésticas por nosotr@s y a nuestro gusto? Creo que todavía no nos libramos de ordenar nuestras habitaciones hoy… pero quién sabe, quizá con nuestro ritmo de aprendizaje conseguimos avanzar en tan arduas tareas

Después del breve repaso, volvimos a programar un robot en el mundo real… Nuestros monitores recibieron instrucciones para realizar una tarea repetitivamente. Aprendimos, casi sin darnos cuenta que existen en programación los bucles (repeticiones) e incluso la diferencia entre infinito y finito. ¡Qué nivel! En ScratchJr disponemos de dos bloques de repetición: uno con contador y otro infinito. Estos bloques representan un concepto extremadamente importante en programación, volveremos a él la semana que viene, volveremos a él la semana que viene, volveremos a él la semana que viene…¡Ups!, perdón, ¡me había quedado atrapado en un bucle!

A continuación, nos dimos cuenta de que con lo aprendido hasta el momento, si programásemos robots de este modo, todos ellos realizarían sus acciones sin ningún orden (como cuando hablamos todos en clase a la vez, que no se entiende nada). Algo había que hacer para solucionarlo y fue en ese momento cuando aprendimos una nueva palabra: sincronización. Y entonces, todos l@s niñ@s, padres y madres se convirtieron en robots y fueron programados por los monitores, para realizar alguna acción al recibir un mensaje determinado. Algun@s acabaron sentados en el suelo, levantándose de la silla, subiendo los brazos,… ¡Una auténtica locura!

Por último, volvimos a ScratchJr para poner en práctica el concepto de la sincronización mediante mensajes y conseguimos que nuestro Súper Gato, ante el peligro del volcán, despertara a todos los animales de la forma más rápida posible: enviando un mensaje a todos sus amigos.

Y sin darnos cuenta, nos quedamos sin tiempo y recibimos un mensaje para que todos nos marchásemos de fin de semana, que nos lo habíamos merecido.

¡Volveremos la semana que viene!