La mayor parte de los costes de la empresa provienen del alquiler del local y los salarios de los empleados (dado que los socios no perciben un salario como tal si no que sus ingresos proviene de los beneficios) que representan el grueso del presupuesto. La amortización refleja la pérdida de valor de inversiones en mobiliario, equipos y obras de acondicionamiento.
Otros gastos importantes estan incluidos en el alquiler: suministros (electricidad, agua y gas) y Seguros, necesarios para el funcionamiento diario. La publicidad y promoción es una inversión clave para atraer clientes, mientras que costes menores como telefonía y uniformes complementan la operativa.
Algunos conceptos, como la limpieza (incluida en los salarios) y transportes, no generan gasto adicional. En general, la empresa tiene una estructura de costes fija, con ciertos gastos ajustables según las necesidades.