Proceso de diseño e inspiración
El proceso de diseño de nuestro logotipo comenzó con una reflexión sobre lo que queríamos que nuestra marca trasmitiera. Sabíamos desde el principio que la identidad visual es una de las primeras formas de conectar visualmente con nuestro público. El logotipo debía representar los valores de nuestra marca: calidad, sostenibilidad y elegancia. Nuestra meta era crear un logotipo que perdurara en el tiempo y fuera instatáneamente reconocible, al mismo tiempo, que comunicara una sensación de frescura y modernidad.
Nuestro primer paso fue analizar diversas fuentes de inspiración. Nos dirigimos a Pinterest, un espacio visualmente rico, donde estudiamos ejemplos de logotipos de otras tiendas de ropa y marcas del sector de la moda. Queríamos entender cómo se presentaban visualmente otras empresas y qué elementos gráficos utilizaban para representar sus negocios.
Sabiendo que el logotipo necesitaba evolucionar, decidimos enfocarnos en la paleta de colores. Seleccionamos tres combinaciones de colores diferentes, que iban desde tonos suaves hasta colores más vibrantes. El objetivo era encontrar un conjunto de colores que transmitiera una sensación de frescura y delicadeza.
Tras debatir, elegimos la primera paleta, dominada por tonos rosáceos. Estos colores comunicaban suavidad y calidez, dos atributos clave que queríamos asociar con nuestra marca. Creemos que los colores pueden jugar un papel fundamental en la forma en que los consumidores perciben la marca y los productos, y estos tonos nos ayudaban a diferenciarnos de otras marcas más genéricas.
Nuestra primera propuesta de logotipo reflejaba el concepto más obvio: una bolsa de compras como ícono principal. Creíamos que este símbolo representaría de manera clara el negocio, y añadimos una tipografía sencilla para el nombre de la marca.
Sin embargo, al analizar este primer prototipo, nos dimos cuenta de que aunque cumplía con el objetivo de ser fácilmente reconocible como una tienda de ropa, no lograba comunicar el mensaje de elegancia ni la idea de sostenibilidad que queríamos integrar en nuestra imagen de marca. La tipografía básica tampoco ayudaba a transmitir la sofisticación que buscábamos. Era claro que este primer diseño no reflejaba de manera precisa los valores fundamentales de Glaméia.
Decidimos entonces que el siguiente paso sería experimentar con tipografías más elaboradas, buscando una apariencia más sofisticada que conectara mejor con la calidad de nuestras prendas. Introdujimos una percha en el diseño, tratando de mantener el enfoque en elementos reconocibles de una tienda de moda, pero con un toque más estilizado.
En este intento, probamos con letras elegantes y serifadas, buscando una estética más clásica y refinada. Aunque esto mejoró el enfoque en términos de estilo, el resultado seguía sin ser lo suficientemente vistoso ni memorable. A pesar de que las tipografías sofisticadas añadían un toque de lujo, no lograban diferenciarse lo suficiente visualmente.
Más adelante, intentamos una tipografía cursiva, donde la letra “G” del nombre de la marca Glaméia se destacaba significativamente. Esta decisión buscaba darle protagonismo a la inicial de la marca, con la idea de que la “G” se convirtiera en un elemento central y reconocible. Sin embargo, este diseño presentaba problemas de visibilidad: los colores demasiado claros y la composición en general no aportaban fuerza visual. El logotipo seguía sin generar el impacto necesario para atraer la atención del público.
A medida que avanzaba el proceso, nos dimos cuenta de que un enfoque más minimalista podría ser más efectivo para lograr un logotipo que fuera tanto elegante como memorable. Decidimos explorar ideas donde el nombre completo de la marca no estuviera tan expuesto, sino que se destacara un solo símbolo o incluso la inicial “G”, acompañada de una frase o un eslogan.
Nos inspiramos en marcas que habían logrado una presencia visual fuerte a través de la simplicidad. Creímos que, en lugar de llenar el logotipo con demasiados elementos visuales o tipográficos, podríamos reducirlo a un símbolo simple pero significativo, que encapsulara la esencia de Glaméia. Durante esta fase, también añadimos un sol al diseño, con la intención de simbolizar un nuevo comienzo y reflejar el espíritu de renovación que queríamos asociar con nuestra marca.
LOGO DEFINITIVO
¡Finalmente escogimos este logotipo!
El cambio en el logotipo de Glaméia fue una decisión clave para alinear nuestra imagen de marca con nuestros valores de sostenibilidad, lujo accesible y feminidad moderna. Identificamos que el diseño anterior, aunque funcional, no transmitía completamente la esencia contemporánea y consciente de nuestra propuesta, y, al mismo tiempo,
Uno de los cambios más notables fue la elección de una nueva tipografía. Optamos por un diseño curvilíneo y fluido que aporta una sensación de elegancia y feminidad, pero con un enfoque moderno y accesible. Este equilibrio era crucial para destacar la exclusividad de la marca sin parecer distante. La simplificación del logotipo, sin elementos gráficos adicionales, también refuerza una estética más limpia y minimalista.
El eslogan se integra de manera prominente bajo el nombre de la marca, subrayando nuestra misión: convertir el reuso en una forma de lujo consciente, con un estilo de vida más responsable y sofisticado.
Decidimos utilizar minúsculas en el logotipo de Glaméia para transmitir una imagen más accesible, moderna y cercana. Las minúsculas suavizan la percepción de la marca, haciéndola menos formal y rígida, lo que se alinea con nuestro enfoque de lujo accesible y sostenibilidad. Al evitar las mayúsculas, logramos proyectar una elegancia relajada, invitando a los clientes a identificarse con una moda que combina estilo y conciencia ambiental sin pretensiones.