Hemos decidido constituir nuestra empresa bajo la forma de Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL), ya que consideramos que es la opción más adecuada para las necesidades y objetivos de nuestro negocio. Esta elección se basa en las siguientes razones:
1. Responsabilidad Limitada: La SL nos permite limitar nuestra responsabilidad al capital aportado, protegiendo nuestro patrimonio personal frente a posibles deudas o problemas financieros de la empresa. Esto es especialmente importante en un modelo de negocio como el nuestro, que implica gestión de inventarios y logística.
2. Capital Social Mínimo: A diferencia de una Sociedad Anónima (SA), que exige un capital mínimo de 60,000 €, la SL requiere solo 1 €, aunque hemos decidido aportar un capital inicial suficiente para cubrir las necesidades operativas iniciales (por ejemplo, el alquiler de la nave y el stock inicial). Al no necesitar grandes inversiones como la compra de un local, esta forma jurídica resulta más práctica y asequible.
3. Conservación del Control: En una SL, las participaciones no pueden venderse sin el consentimiento de los socios, lo que nos permite mantener el control sobre las decisiones de la empresa. Por el contrario, en una SA, las acciones son libremente transmisibles, lo que podría diluir nuestra capacidad de decisión y comprometer nuestra visión a largo plazo.
4. Tipo de Tributación: Como SL, tributaremos mediante el Impuesto de Sociedades, que tiene un tipo medio del 25% sobre los beneficios, una tasa competitiva que nos permite planificar financieramente de manera eficiente.
Por estas razones, descartamos tanto la Sociedad Anónima, que requeriría una mayor inversión inicial y mayor apertura a accionistas externos, como la forma individual, que no ofrece la protección patrimonial necesaria ni se adapta bien al crecimiento futuro del negocio. La SL nos proporciona el equilibrio perfecto entre flexibilidad, protección legal y control, lo que la convierte en la forma jurídica más favorable para nuestro proyecto.
Además de analizar las ventajas de constituirnos como una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL), hemos utilizado un cuestionario especializado que evalúa las características de nuestra empresa y sugiere la forma jurídica más adecuada. Este cuestionario tiene en cuenta factores como el capital inicial, el tipo de responsabilidad, el número de socios y el control sobre las decisiones empresariales. Según los resultados, la SL se adapta perfectamente a nuestras necesidades, reforzando nuestra decisión de optar por esta estructura para garantizar el éxito y la sostenibilidad de nuestro proyecto.