Acompañamiento formativo
Estrategias del docente para promover el acompañamiento formativo hacia el estudiante
El docente tiene el reto constante de desarrollar procesos de interacción adecuados. El logro de los aprendizajes depende en gran parte de sus estrategias de comunicación. La comunicación efectiva se refiere a aquella habilidad para expresarse de manera clara y precisa a través del uso de elementos verbales y no verbales (expresión facial, posturas, gestos y miradas).
En toda comunicación social están presentes las emociones y estas se ven reflejadas en el lenguaje verbal y no verbal. En este sentido, un docente que siente pasión por la enseñanza, transmite esa emoción a sus estudiantes. Es importante desarrollar habilidades de comunicación para mejorar las interacciones personales y grupales, dentro y fuera del aula, ya que estas habilidades son un componente central del acompañamiento formativo.
La importancia de la escucha activa y la empatía en la comunicación
En la escucha activa, la empatía es importante porque para "escuchar" necesitamos situarnos en la perspectiva del otro. La escucha activa, es enfocarse en el otro para comprender su mensaje; es una escucha atenta en la que le transmitimos al estudiante nuestro interés. Consiste en escuchar más allá de las palabras y conectar con el sentir real de la otra persona.
¿Cómo promover la escucha activa con tus estudiantes?
"Nuestro problema de comunicación es que no escuchamos para entender.
Escuchamos para contestar." (Laura Lewin)
Presta atención con todos tus sentidos a las señales verbales y no verbales.
Toma conciencia de ti mismo y de tus estudiantes como personas con emociones, historias y características diferentes; respetando la individualidad de cada uno. En ese sentido, llama a tus estudiantes por sus nombres para que se sientan reconocidos.
Evita los juicios y las críticas.
Valida lo que la otra persona te dice.
Maneja un diálogo asertivo, lo que implica dejar de hablar y no interrumpir a la otra persona.
Empatiza mostrando el deseo de conocer y comprender a tus estudiantes: conócelos, valóralos y escúchalos.
A continuación, un ejercicio para desarrollar la empatía con tus estudiantes.
Responde para ti:
¿Cómo recibo a mis estudiantes al ingresar al aula?
¿Conozco los nombres de mis estudiantes?
¿Cuántas chicas y cuántos chicos son?
¿Cuáles son sus intereses?
¿Qué les divierte en clase?
¿Qué les aburre?
¿Cómo reaccionan a los temas difíciles?
¿Qué pensamiento me viene cuando no comprenden un tema?
¿Me resulta sencillo identificar la energía del aula?
¿Qué me resiste a cambiar de mi?
¿Me resulta sencillo identificar la energía del aula?
¿Qué me resiste a cambiar de mi?
Recuerda que al comunicar no solo expresas contenidos, sino también emociones e intensiones. Lo importante es transmitirlos desde tu esencia, con naturalidad y respeto; reconociendo al estudiante desde su individualidad para así crear un entorno de confianza que facilite el aprendizaje.