¿Qué significa ser puertorriqueña para mí?

Por: Diana Pujals

Durante la tercera semana de noviembre, celebramos la puertorriqueñidad. En esta semana, destacamos nuestro honor y orgullo boricua a la máxima potencia. Ser puertorriqueña es umuy importante para mí. Es una responsabilidad y un orgullo. El ser puertorriqueño encapsula ciertas características indispensables: la perseverancia, el orgullo y la alegría de vivir.

Me di cuenta lo que significa ser puertorriqueña durante el tiempo en que viví fuera. La distancia me ayudó a comprender mejor el significado de mi nacionalidad.

En medio de la pandemia, tuve la oportunidad de vivir un año en los Estados Unidos, estudiando en un internado especializado en el deporte del tenis. En la distancia irme, aprendí a querer más a mi patria. Verdaderamente, añoraba el calor, la comida, las playas y el cariño que solo se da en casa.

Tuve la gran oportunidad de conocer tenistas de diferentes partes del mundo. Yo era la única boricua. Compartí con europeos, chinos, japoneses, alemanes… la lista es larguísima. Cultivé tremendas memorias y puedo confirmar que todas las culturas son especiales, sin embargo, como la nuestra no hay ninguna. ¿Qué será lo que nos hace tan especiales, tan únicos, tan puertorriqueños?


El puertorriqueño tiene un sentido de hospitalidad que nadie más tiene. Somos muy patriotas y comunitarios. Nosotros nos preocupamos por nuestros vecinos,y tenemos un gran sentido de empatía porque somos capaces de sentir por los demás en las buenas y en las malas. El puertorriqueño tiene la increíble habilidad de convertir cada buena noticia en excusa para hacer una fiesta y también tiene la capacidad de responder de inmediato en medio de las crisis.

Hemos sido un pueblo colonizado y hemos tenido que pasar por un sinnúmero de obstáculos que nos han hecho más fuertes. Administraciones corruptas, quiebra gubernamental, un huracán categoría 5 que nos dejó sin techos ni luz por más de un año, una pandemia, sismos… Podemos continuar añadiendo las múltiples crisis que hemos enfrentado durante los pasados años. Ha sido fuerte lo que nos has tocado vivir, sin embargo, de cada una de estas situaciones, hemos salido más fuertes porque nos hemos mantenido firmes y unidos.

Logramos que un gobernador, poco digno de nuestro pueblo, renunciara y lo hicimos pacíficamente. Nos dimos la mano después de los huracanes Irma y María; compartimos diesel; llevamos comida, agua y otros víveres a los pueblos más afectados, convertimos las filas eternas en ocasión para compartir nuestras penas y nuestra esperanza y lo hicimos juntos. En la pandemia, cumplimos con las reglas de la cuarentena, quedándonos solos en las casas. Juntos, controlamos el brote y ahora podemos estar todos en la escuela, acercándonos más a la normalidad cada día. Esto, también lo logramos juntos. El poder del pueblo y la unidad que existe en nosotros es nuestro súper-poder. Somos una isla pequeña pero nuestro compromiso es más grande que nuestro tamaño y crece en cada corazón boricua.