Orgullosos de ser puertoriqueños

Por: Santino Bazzini

El ser un extranjero en el país donde has vivido la mayor parte de tu vida nunca es fácil. porque pierdes todas tus costumbres. Te toca dejar familiares en tu país, pero al final te das cuenta de que todo el esfuerzo que haces vale la pena. Por ejemplo, a mí me tocó mudarme de Argentina a Puerto Rico, una mudanza rara en mi opinión.  Salí de un país que mide 2.78 9,105 kilómetros y aterricé en una isla de 2.78

Cuando nos mudamos a  Puerto Rico, mi familia y yo dejamos atrás a nuestros familiares para buscar un mejor futuro. ¿Me molestó? Tal vez al principio, un poco. Extrañaba a mis amigos y familiares,  pero ráppidamente descubrí que los puertorriqueños, por decirlo de una manera fácil, “me adoptaron” y me hicieron sentir como uno de ellos. En poco tiempo, comencé a descubrir esta isla hermosa y a valorar su cultura.  Aunque no soy puertorriqueño, vivir aquí me abrió los ojos y me adapté a vivir como si lo fuera. El comer temprano, el hablar parte del tiempo en español y parte del tiempo en inglés me resultó difícil, pero no imposible. También descubrí los valores que unen al pueblo puertorriqueño en los momentos difíciles. 

Caerse y levantarse, seguir luchando a pesar de que todo esté en su contra, es muy puertorriqueño. Después del huracán María, fue muy claro para mí que vivo en medio de un pueblo fuerte y luchador. Nunca olvidaré las experiencias vividas después del huracán. Todo quedó destruido. El gobierno no respondió a tiempo a las inmensas necesidades del pueblo.  La falta de agua, luz y comunicaciones afectó enormemente, sobre todo, a los pobres y marginados. No quisiera que nadie pase por esto de nuevo, pero nos pasó a nosotros. Puerto Rico se derrumbó y todo Puerto Rico hizo lo imposible para salir adelante. Limpiar  y reconstruir lo que el huracán derrumbó, unió al pueblo en inmensas muestras de solidaridad.  Hasta aquí, mi experiencia en Puerto Rico. Ahora compartiré con ustedes mis diálogos con puertorriqueños sobre lo que significa para ellos ser puertorriqueños.


Tuve la oportunidad de entrevistar a alumnos y maestros en la escuela. Escuchar lo que cada uno piensa sobre su nación, es algo inesperado y también muy lindo. Gabriel Costa, un estudiante de grado 11,lee y ve vídeos sobre Puerto Rico para mantener vivo su patriotismo, su orgullo de nacer aquí y su aprendizaje sobre lo que significa ser puertorriqueño. Después, me dio curiosidad saber qué  le gusta más de Puerto Rico y rápidamente contestó: " Las playas que son un encanto para mí y para todos los que vienen de afuera". Sobre el huracán María, Gabriel coincide conmigo y enfatiza que le sobrecogió ver al pueblo salir  adelante por sí mismo.  Gabriel dice con orgullo: "Yo soy de aquí, como el coquí".






Coquí de Puerto rico 

Foto después del huracan María 

Viejo San Juan, El Morro

El profesor Melvin Alicea aprendió el amor a la patria con sus padres. Creció viéndolos mostrar un gran amor a  su cultura, a su isla y a su pueblo. Melvin se siente parte de la raza puertorriqueña, porque para él son una raza única. El paisaje, y en especial El Viejo San Juan, alimentan el orgulllo de Melvin con relación a su isla.  Su celebración favorita es la Navidad; las tradiciones culturales y religiosas se refuerzan en ese tiempo de fiesta nacional. Sus versos favoritos: "Yo sería borincano aunque naciera en la luna", del poeta Juan Antonio Corretjer. 

El diálogo con Erica Rivera me reveló que hay diferentes rostros  puertorriqueños. Ella me explicó que algunas personas tienen el estereotipo de un puertorriqueño  trigueño o más oscurito que los demás, pero el color de la piel no define el sentimiento de identidad nacional. Eso es algo que a Erica  le gusta mucho de aquí. Cada día más, cada persona está encontrando su manera única de ser representado como puertorriqueño. Para hacer sentir su orgullo y seguir aprendiendo, ella lee. Me dio un ejemplo de lo que lee: “War Against Puerto Ricans”. Lo más que le gusta de esta isla hermosa son las playas y también la paz que ella encuentra en el campo ya que su familia es del campo.

El tema de María siempre fue un momento fuerte de las entrevistas . La experiencia de ver la unión y la solidaridad del pueblo para ayudar a los necesitados a superar la crisis, llenó a Erica de  mucha esperanza y confianza en su pueblo. Ella tiene mucha fe en las  generaciones jóvenes. También disfruta mucho la Navidad. Le gusta preparar las comidas típicas junto a su familia y  el hecho de que la Navidad en Puerto Rico es la más larga del mundo. Su refrán favorito: "El mono sabe el palo que trepa". 

Playa Flamenco en Culebra

Hacienda Campo Rico, Carolina

 Gracias a los entrevistados por ayudarme a entender mejor y a valorar más lo que significa ser puertorriqueño y la pasión que hay en la frase:

 "Yo soy boricua, pa' que tú lo sepas".