El virus de la Leyenda Negra

El virus de la Leyenda Negra crece en… el Mundo, con Assassin’s Creed

Olvidaros de todo lo anterior sobre la propagación del virus de la Leyenda Negra. Las nuevas generaciones de todos los países del mundo están ya cocinando el mantenimiento de la Leyenda Negra. Assassin’s Creed está expandiendo ese virus de la manera más amena, divertida y adictiva: con un juego. En realidad algo más que un juego, todo hay que decirlo.

No vamos a entrar en describir lo que ya han hecho otros. Hay tanto donde elegir que es tontería. Aquí os enlazo algunas referencias desde algunos ámbitos:

En realidad Assassin’s Creed no es solo un juego de consola. Es toda una serie de juegos, libros, cortos de ficción,… Alrededor de ese título se ha desarrollado toda una “industria” a la que el rigor histórico se la trae un poco, digamos, floja. Sobre todo cuando se habla de que los canadienses, franceses o estadounidenses que lo desarrollan no están por la labor en ningún caso de ponerse ellos como los malos de la saga. Assassin’s_Creed en Wikipedia

Ahí tenemos, según cifras de la compañia Ubisoft, que abarcaban hasta el 31 de septiembre de 2016 que la franquicia Assassin’s Creed ha conseguido llegar hasta las 100 millones unidades vendidas. 100 millones de jóvenes del mundo y de todas las edades que, sin darse cuenta siquiera, ya creen que pueden hacerse una idea de lo que hizo la Inquisición, por ejemplo. 100 millones que empiezan a generar el caldo de cultivo de la Leyenda Negra española. Assassin’s Creed: errores históricos al estilo hollywoodiense

Para rematar el asunto el juego tiene su versión en película… que claro, tampoco solventa los errores históricos. Peor, creemos, porque en vez de leerse los libros de historia, da en el olfato, que se fijan en el juego. Que ya tiene delito.

En cierta manera, y es un poco triste, nos congratulamos porque la película fue un fracaso. Aún así en tres semanas recaudó un total de 150 millones de dólares en todo el mundo y consiguió colocarse en entre las tres películas más vistas en multitud de países.

¿Por qué es importante tener en cuenta estas cifras?

Porque para aquellos bisoños (tanto de España como del resto del mundo. ¡Atención del mundo!) que nada conocen de la Historia de España, la Leyenda Negra que otros han escrito sobre nosotros, nos precede en forma de Juegos de Consola y de Películas de Hollywood.

Y que si, por un casual, esas decenas de millones de jóvenes preguntan a alguien cercano sobre si lo que la ambientación de la película o del juego es cierta, la probabilidad de que reafirmen esa Leyenda Negra es tan alta que dan ganas de ponerse a llorar. Pensadlo. Un juego de ordenador está hablando mal de vosotros (como españoles) mucho antes de que os conozcan siquiera.

Quien sabe, cuando os presenten a alguien y os den la mano en la otra parte del mundo y digáis que sois españoles, tal vez lo primero que les llegue a la mente será la Inquisición, los Borgia de Assassin’s Creed o datos parciales y sacados de contexto sobre qué hicieron españoles de otra época en América hace quinientos años… No es un gran comienzo, la verdad.

La buena noticia es que la Leyenda Negra, nuestra Leyenda Negra, es en realidad una oportunidad

El virus de la Leyenda Negra crece en… Gran Bretaña, con la última novela de Ken Follet

Ken Follet, galés, tiene muy claro para qué publico escribe: el anglosajón. Y para ese público, en general, el papel de España en el mundo del siglo XVI y XVII está muy claro. Está más que demostrado que lo que creen conocer es falso como un billete de 30 euros, pero a ese público mayoritario eso les da igual. Ni siquiera se lo van a plantear: España, y particularmente Felipe II, ejerció de “matón” sentencia Follet y eso es lo que va a reflejar la novela.

“Una Columna de Fuego”, es una novela de espías ambientada en el siglo XVI y XVII y que pone fin a un universo reconocido por los lectores a través de “Los pilares de la tierra” y “Un mundo sin fin”. En ella entremezcla personajes reales e inventados durante las guerras de religión que camparon por Europa en aquellos siglos.

Vaya por delante que no la hemos leído, pero también os puedo decir que lo haremos. La Leyenda Negra deja de ser un problema cuando sabes que te quieren engañar. Resulta hasta divertido encontrar las falsedades que utilizan los autores. De veras

Con Ken Follet, que hace bandera de su propia ignorancia sobre la Historia de España (y visto lo visto también de Inglaterra), va a ser particularmente satisfactorio. Y ya avisamos que no parece que resulte especialmente difícil encontrar los bulos. Para muestra el botón que nos deja Ken Follet en una entrevista en El País:

Pregunta. En “Una columna de fuego” la España de Felipe II aparece retratada como un país que estaba en lo que hoy llamaríamos el “lado malo de la Historia”.

Respuesta. Un escritor británico no va a admirar a un rey español que trató de matar a la reina inglesa (sonríe). Es difícil amar al rey Felipe II, ¿no? […]

El rey de España fue un tipo malo. Bueno, no sé si lo era realmente, pero había una oportunidad para España en el siglo XVI de industrializarse y convertirse en una gran nación comercial y manufacturera. Y no se hizo. Todo ese dinero se gastó en cañones y navíos de guerra para combatir. Fue en cierto modo un monarca no muy sensato. Después de haber sido terriblemente rica en el siglo XVI, España fue cuesta abajo y en el siglo XX era como un país del tercer mundo.

Para empezar se olvida que Felipe II fue Rey Consorte de todos los ingleses (aunque no los galeses) durante cuatro años. Incluso antes de ser rey de España. Durante años se recordaron las celebraciones que se organizaron durante esa época. O que mucho del dinero utilizado (pero mucho, mucho) fue en defenderse de los ingleses (y luego británicos). En todo caso es buen ejemplo de Leyenda Negra: Obviar aquellos detalles “molestos” (aunque, fijate tu que cosas, sean hechos demostrables) que rompen el hilo negro que la une. Por lo demás el párrafo condensa en unas pocas líneas todo lo que significa la Leyenda Negra: España, da igual lo que hiciste y lo que hagas, si es bueno no tiene mérito y si es malo, era de esperar.

Propagan el virus de la Leyenda Negra. Autores como Ken Follet, que venden millones de ejemplares, hacen que el virus de la Leyenda Negra tenga un índice de propagación enorme. La onda expansiva es planetaria y su capacidad de permanencia también es especialmente dañina. Solo hay que pensar que la primera novela de la saga, además de vender millones de ejemplares, ya fue serie de televisión. ¿Cuanto tardará la tercera en salir en las pantallas?

Contrarrestar la propagación del virus que hace el autor galés y lo pernicioso de su ignorancia autocomplaciente por la historia de España (y por lo visto también por la inglesa), pasa porque los lectores sepan que sus libros son inconsistentes históricamente. Eso, en realidad, tampoco es tan difícil, se trata de poner al autor en su lugar apropiado. Todo es empezar…

El virus de la Leyenda Negra crece en… Italia, con su obra maestra de la literatura.

Una novela, seguramente sin querer, es parte del problema. Y qué novela. “Los novios” se llama, en italiano “I promessi sposi”. No es una novela cualquiera, esta obra es el primer exponente de la novela italiana moderna y, atención, junto a la “Divina comedia” de Dante Alighieri, es considerada la obra cumbre de la literatura italiana.

El autor es Alejandro Manzoni. Efectivamente a mí tampoco me sonaba hace un tiempo. Ahora cada vez que recalo para los proyectos del Camino Español en lo que era el Milanesado en la época Española, no hay ciudad que no tenga una calle, una plaza o una estatua. El tal Manzoni (si pensáis en la fruta es más fácil que venga a la mente el nombre) nació en Milán en 1785. Una ciudad, junto con el Ducado de la que era capital, que hasta 1706 había pertenecido a la Monarquía Hispánica. Desde 1535.

De obligada lectura en la escuela. La novela decíamos, obra cumbre de la literatura italiana moderna, es de obligada lectura en las escuelas italianas desde hace decenas de años, como nuestro Quijote. Es decir, todos los chicos y chicas de Italia la leen (con más o menos ganas, ciertamente…).

¿Y qué tiene que ver esto con la Leyenda Negra? Ahora llegamos…

La novela está ambientada en la época española del Milanesado en lo que ahora sería Lombardía, entre la preciosa localidad de Lecco (en el Lago de Como, efectivamente donde tiene casa el actor George Clooney) y Milán entre 1628 y 1629.

Los novios son Lucia Modella y Renzo Tramaglino, ella una joven piadosa y buena, él un joven de origen humilde. Luego están Don Abbondio, el sacerdote al que presionan para no casar a los novios, Fra Cristoforo, un fraile valiente que ayuda a los novios, y otros muchos personajes ricamente descritos por Manzoni con apellidos con deje italiano.

Pero claro, un malo-malísimo tiene que haber en la obra. Y ese malo se llama Don Rodrigo. Un noble cruel y despreciable que es, como podéis intuir, español. El nombre, Rodrigo, bien cargadito de ‘r’ deja a las claras el origen del sujeto en cuestión. No es ni necesario que el autor diga la procedencia.

No quisiera destripar la trama así que no entraremos en detalle, aunque se intuye. Vaya por delante es que está claro que esta obra, por sí misma, no tiene nada de relevante con respecto a la Leyenda Negra. Ahora bien, en un ambiente, el actual, donde el caldo de cultivo y la presencia de la Leyenda Negra española se asume con total normalidad, la lectura obligatoria por todos los niños y niñas de Italia abunda en su reproducción, consolidación permanente y en que se asimilen, por aproximación, hechos como históricos cuando no lo son. Avancemos un poco más para verlo más claro.

“El virus de Leyenda Negra lo expande…”, es el nombre de la serie que inauguramos hoy y busca dar las pautas para entender lo pernicioso, lo maquiavélico y lo cabrón que resulta esto que hacen nuestros vecinos (y a veces nosotros mismos, y a los “puidemón” y los “junqueras” me refiero) a veces sin malicia y otras con total intención, maldad y deslealtad, de no dejar de reproducir falacias que abundan en el sustento y crecimiento de la Leyenda Negra. Eso sí, con nuestro silencio cómplice. No vayan ustedes a pensar que estamos inmaculados en este tema.

Sea como fuere, os apunto otras dos próximas entregas de esta serie:

· La “conjura de Venecia”. los italianos le llaman la “Conjura de Bedmar” (que era el embajador español en Venecia). Unos hechos que transcurrieron en 1618 (donde los malos según los venecianos fueron los españoles, si bien investigaciones actuales indican que no, que fueron ellos mismos los que lo organizaron por intereses propios y nos echaron los muertos. Unos 300…) y que se representa ahora en Venecia para diversión del turista y, de rebote, propagación y asimilación de la Leyenda Negra. Lo dicho… espacio común donde el malo es español.

· La Ópera “Don Carlo” de Verdi. Donde se “cuenta” el drama de Carlos, el hijo (desequilibrado y con problemas mentales serios de los que no se habla en la obra) de Felipe II. El enfoque es espectacular (entiéndase la ironía): representa la lucha de la libertad contra la opresión política y religiosa, representadas en los personajes de Felipe II y el Gran Inquisidor. Así, sin anestesia… Don Carlo es una de las Óperas más representadas de la historia. Y se sigue representando, claro, ayudando a consolidar la Leyenda Negra porque los hechos históricos sobre los que se asienta son falsos y la gente, en nuestra alegría, los pasamos por ciertos o, como se suele decir, “Si el río suena…”

Sencillamente a los de otros países ya les va bien que haya un malo español. Lo han convertido, ellos, en un espacio común y con el tiempo en costumbre. Aunque el ‘hilo histórico’ sobre el que se asienta sea falso como un billete de 30 euros. Ahora nos respetamos mucho todos pero con lo que ocurrió hace unos siglos pueden tontear lo que les de la gana. Incluso politiquear a gusto.

Esto en Italia, luego la serie seguirá por Alemania, Holanda, Inglaterra, Internet, Videojuegos… para flipar… Si queréis ahí iréis viendo el por qué de que la Leyenda Negra siga vivita y coleando.

La Historia nos cuenta que es habitual que los países busquen “malos” para quedar como buenos o incluso muy buenos. Pero es que en eso España lleva unos cuantos siglos ayudando a otros, ya mayorcitos, a aupar su autoestima, a base de hundir la nuestra, soportando mentiras de tamaño descomunal pero en las que se ponen de acuerdo sin contar con nosotros. Y no entramos en las repercusiones económicas (primas de riesgo) y de reputación a nivel internacional en la actualidad que se asientan en herencias “históricas” que nos han emplumado.

Eso sí, en el ámbito puramente histórico, la buena noticia es que queda claro que, después de quitar la basura y la ponzoña interesada de la posverdad histórica inventada, y atendiendo a lo intenso de las ganas que nos tenían, el poder y la influencia de la Monarquía Hispánica fue absolutamente