Si la sociedad se tuviera que organizar en un sistema jerárquico de vigilancia o de represión, los seres humanos necesariamente dependerían de autoridades externas para asumir la verdad y saber cómo actuar. Si el ser humano puede obtener conocimiento ético a partir del arte o de la filosofía, entonces no necesariamente dependerían de autoridades externas para saber cómo actuar. El ser humano puede obtener conocimiento ético a partir del arte. En conclusión, la sociedad no se tiene que organizar en un sistema jerárquico de vigilancia ni de represión.