Algunos problemas ginecológicos y obstétricos relacionados con la hiperlaxitud y el Síndrome de Ehlers-Danlos

(Texto: Alejandra Guasp, Red Ehlers-Danlos Argentina, Agosto 2010)

Hiperlaxitud y hormonas

El balance entre los estrógenos y los progestágenos, que está en constante cambio, controla el ciclo menstrual de 28 días en las mujeres. El estrógeno tiende a estabilizar el colágeno, en tanto que los progestágenos lo tornan más laxo/suelto.

Muchas mujeres hiperlaxas notan un empeoramiento de los síntomas, más dolor en las articulaciones, torpeza o una mayor frecuencia de dislocaciones en los 5 días previos a la menstruación y en unos pocos días posteriores. Este es exactamente el tiempo en el que la progesterona (un progestágeno) excede ampliamente al estrógeno estabilizante.

Estas mujeres, cuyas articulaciones empeoran en el momento de la menstruación, con frecuencia notan que si el período se vuelve irregular, por cualquier razón, las articulaciones no solo empeoran, sino que empeoran por más tiempo. Esto puede producirse porque en estas pacientes la progesterona está presente en altas concentraciones en momentos en que normalmente no estaría presente.

Uso de anticonceptivos


Es sorprendente ver la frecuencia con la que los síntomas relacionados con la hiperlaxitud, que solo eran un poco peores al final de los períodos menstruales normales, se vuelven significativamente peores cuando las mujeres toman ciertas píldoras anticonceptivas, especialmente aquellas que contienen solo progesterona, o inyecciones con progesterona del tipo depo (por ejemplo "Depo Provera") o dispositivos intrauterinos impregnados con progesterona. En general, las pacientes con hiperlaxitud están más seguras evitando la progesterona inyectable y los dispositivos que están impregnados con progesterona. También podrían estar mejor evitando las píldoras anticonceptivas que contienen solo derivados de la progesterona; sin embargo, si deliberadamente se le dieron estas píldoras a una paciente en la que los niveles elevados de estrógeno podrían ser peligrosos, valdría la pena tratar con un anticonceptivo diferente con progestágeno.

Los progestágenos más nuevos (como Desogestrel) son derivados de una noretisterona, que se relaciona más estrechamente con la testosterona que los análogos anteriores de la progesterona como la didrogesterona y medroxiprogesterona.

Si hay un aumento de los síntomas articulares asociados con irregularidades en el ciclo menstrual en una paciente que NO está tomando píldoras anticonceptivas, puede valer la pena probar en primera instancia con una preparación que solo contenga estrógeno durante un período de prueba, para ver si se observan mejoras. Debe destacarse que los estrógenos, como las progesteronas, tienen sus propios efectos secundarios, siendo uno de los principales una leve tendencia a provocar trombosis venosa, algo mucho menos frecuente con los progestágenos.

En definitiva, ciertas hormonas podrían agravar los síntomas relacionados con la hiperlaxitud en las mujeres, y si esto ocurre, debería informarse al médico/ginecólogo, quienes podrán evaluar el tipo de tratamiento adecuado para cada mujer en particular.

Embarazo y hormonas

Durante el embarazo, los estrógenos y los progestágenos aumentan su concentración, y esto explica la mayor flexibilidad de las articulaciones en las mujeres embarazadas.

Además, existen otras hormonas relevantes para la hiperlaxitud, que tienen una función específica en el embarazo: la relaxina, que relaja los ligamentos de la mujer antes del parto, para que la pelvis pueda abrirse ampliamente para permitir el pasaje seguro de la cabeza del feto, y la prolactina, que produce leche cuando la madre está amamantando, y también tiene un efecto relajante en las articulaciones.

El aumento de la flexibilidad en las mujeres embarazadas puede ser tan importante, que incluso les puede ser imposible caminar. Algunas investigaciones realizadas hace varios años sugirieron que el aumento de la flexibilidad articular era mucho mayor con el primer embarazo que en los embarazos subsiguientes.

Embarazo y posibles complicaciones en el Síndrome de Ehlers-Danlos

Las mujeres con SED tienen un riesgo elevado de abortos, ruptura prematura de membranas, parto prematuro, incompetencia cervical y trabajo de parto prematuro.

Algunas formas de SED pueden provocar serias complicaciones como la hemorragia durante el parto, o la hemorragia post-parto. En el SED tipo vascular también existe la posibilidad de ruptura uterina y de histerectomía.

En relación con el parto natural, muchas mujeres han presentado incontinencia, debilidad del piso pélvico, prolapso uterino, distensión de las articulaciones pélvicas, separación de la sínfisis púbica y ruptura de la musculatura rectal.

Algunos médicos recomiendan la cesárea, para evitar la distensión de los tejidos frágiles de la pelvis de la madre, aunque la planificación del parto debería discutirse con el médico, considerando las ventajas y desventajas del parto natural comparado con la cesárea.

Fuentes de información:

  • Preguntas Frecuentes sobre el Síndrome de Ehlers-Danlos de la EDNF (Fundación Nacional de SED de EEUU, www.ednf.org)
  • Folletos informativos sobre el Síndrome de Hiperlaxitud de la HMSA (Asociación de Síndrome de Hiperlaxitud Británica, www.hypermobility.org)

Información adicional: