¿Usás o estás considerando usar la medicina complementaria y alternativa para el tratamiento de tus síntomas?

Texto: Alejandra Guasp, Bióloga, afectada por Síndrome de Ehlers-Danlos, Red EDA, Febrero 2012

Muchas personas afectadas por diversas enfermedades, incluyendo el Síndrome de Ehlers-Danlos, evalúan utilizar, o utilizan, la medicina complementaria y alternativa para el tratamiento de varios de sus síntomas.

La medicina complementaria y alternativa es un grupo de sistemas médicos y de cuidado de la salud, prácticas y productos, que en general no están considerados parte de la medicina convencional. Este tipo de medicina incluye, entre otros, técnicas como la acupuntura, la manipulación espinal, los masajes, las terapias de movimiento (por ejemplo, la técnica Alexander y el método Feldenkrais).

Este tipo de medicina también incluye el uso de hierbas medicinales, vitaminas, minerales, y otros “productos naturales”, generalmente de venta libre. Muchos de estos productos se venden como suplementos dietarios.

La ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina) define como suplementos dietarios a los productos destinados a incrementar la ingesta dietaria habitual, suplementando la incorporación de nutrientes en la dieta de las personas sanas que, no encontrándose en condiciones patológicas (padeciendo una enfermedad), presenten necesidades básicas dietarias no satisfechas o mayores a las habituales.

La ANMAT señala también que los suplementos dietarios pueden contener en su composición, en forma simple o combinada, ingredientes como péptidos, proteínas, lípidos, lípidos de origen marino, aminoácidos, glúcidos o carbohidratos, vitaminas, minerales, fibras dietarias y hierbas. Debe quedar claro que, en condiciones normales, la dieta debe proveer todos los nutrientes necesarios para el mantenimiento de las funciones del organismo. Por lo tanto, un suplemento dietario sólo debería consumirse cuando, por un estado fisiológico particular (no una enfermedad), el individuo necesite un suministro extra de un nutriente determinado, previa consulta al médico. [1]

Las medicinas complementarias y alternativas ¿son seguras?

Como con cualquier tratamiento médico, estas terapias pueden tener riesgos, y éstos dependen de cada terapia específica. Las declaraciones que los fabricantes o proveedores de medicina complementaria y alternativa emiten sobre la eficacia de una terapia y otros beneficios pueden parecer razonables y prometedoras. No obstante, pueden estar respaldadas o no por datos científicos.

Antes de comenzar a utilizar un tratamiento de medicina complementaria y alternativa, las siguientes recomendaciones pueden serte útiles [2]:

• Hacete cargo de tu salud, siendo un consumidor informado. Buscá y considerá qué estudios científicos se han hecho sobre la efectividad del tipo de terapia que te interesa. No bases tu decisión solamente en historias personales sobre el uso de estas terapias. Tomar una decisión basado en hechos es una mejor idea que usar una terapia simplemente porque la viste en algún anuncio en la televisión o un sitio web, o porque alguien te dijo que funcionó para él/ella. Discutí la información con tu médico antes de tomar cualquier decisión.

Desconfiá de términos como “descubrimiento científico”, “cura milagrosa”, “ingrediente secreto” o “remedio ancestral”.

• Si el producto se recomienda como “una cura rápida” que se aleja de investigaciones anteriores, recordá que la ciencia suele avanzar poco a poco a lo largo de los años y lleva tiempo establecer pruebas fidedignas.

• Recordá que si algo suena demasiado bueno para ser real, es probable que no lo sea. Por ejemplo, desconfiá de las declaraciones de que una terapia cura una enfermedad o sirve para muchos trastornos de salud diferentes.

Hablá con tu médico sobre cualquier práctica complementaria y alternativa que pienses utilizar. Brindale un detalle completo sobre cómo estás manejando tu salud. Esto ayudará a asegurar un cuidado coordinado y seguro de tu salud.

Es especialmente importante hablar con tu médico si estás pensando en reemplazar tu medicación habitual por uno o más suplementos dietarios, si estás planeando una cirugía (ya que ciertos suplementos dietarios pueden aumentar el riesgo de hemorragia o afectar la respuesta a la anestesia), y si sos mujer y estás embarazada, amamantando a tu bebé o pensando en darle a un niño un suplemento dietario. La mayoría de estos suplementos no han sido probados en mujeres embarazadas, mujeres que amamantan o niños.

Si decidís usar estas terapias brindadas por un profesional (por ejemplo acupuntura, o quiropraxia) elegí el profesional cuidadosamente. Tené en cuenta su entrenamiento, su habilidad, y su experiencia, en el contexto de tu enfermedad.

• Si decidís utilizar suplementos dietarios, como productos herbales, buscá información sobre los posibles efectos adversos o secundarios y sobre las posibles interacciones con medicamentos (ya sea recetados o de venta libre) u otros suplementos dietarios que estés tomando, y tené en cuenta que algunos de estos suplementos pueden tener sus propios efectos secundarios. Los ingredientes específicos y la calidad del proceso de fabricación son factores importantes.

• Sé consciente de que cada persona responde de manera diferente a los tratamientos, sean convencionales o alternativos. La forma en que una persona responde a determinada terapia depende de muchas cosas, incluyendo su estado de salud, cómo utiliza la terapia, e incluso su creencia en la eficacia de la terapia en cuestión.

• Recordá que natural no necesariamente significa seguro (pensá por ejemplo en los hongos que crecen en el bosque: algunos son comestibles, pero otros son tóxicos).

Comprender los beneficios potenciales, los riesgos y la evidencia científica es crucial para tu salud y tu seguridad. La investigación en las terapias alternativas y complementarias es relativamente nueva, y por esta razón la información puede no estar disponible para cada una de las terapias.

Las medicinas alternativas y complementarias en el tratamiento del dolor crónico [2]

Las personas que sufren dolor crónico toman varios medicamentos, recetados y de venta libre, y a menudo estos no les brindan el alivio adecuado y tienen efectos secundarios no deseados. Por ello, también suelen utilizar otros abordajes del dolor, como por ejemplo la terapia cognitiva conductual (que enfatiza el rol de los patrones de pensamiento), la fisioterapia, el ejercicio y varias terapias complementarias y alternativas, como suplementos dietarios, y los abordajes corporales y mentales, como la acupuntura, la visualización guiada (un programa de pensamientos y sugestiones dirigidos a guiar la imaginación hacia un estado relajado y focalizado), la hipnoterapia, el masaje (*), la meditación, las terapias de relajación, la manipulación vertebral (*), el Tai-Chi y el Yoga.

(*) Advertencia: los masajes y las técnicas manipulativas deben realizarse con ESPECIAL CUIDADO en las personas con hipermovilidad articular/Síndrome de Ehlers-Danlos, debido a la fragilidad inherente de los tejidos [3]. Consultá especialmente con tu médico sobre el uso de este tipo de terapias.

Algunas recomendaciones generales sobre el uso de las terapias complementarias y alternativas para el dolor crónico:

No las uses como un reemplazo del cuidado convencional sin consular con tu médico, ni pospongas la consulta con tu médico por tu dolor crónico (o cualquier otro problema médico!)

• Buscá información sobre la terapia que estás considerando utilizar para tu dolor crónico, especialmente la evidencia científica sobre su seguridad y su efectividad.

Hablá con el/los médicos que tratan tu dolor crónico sobre la terapia que estás considerando y hacele/s todas las preguntas que tengas. El/ellos pueden conocer la terapia y aconsejarte sobre su seguridad, su uso y su posible efectividad. Dale/s una visión completa y detallada de cómo estás manejando tu salud. Esto ayudará a asegurarte un cuidado correcto.

• Si estás considerando consultar con un practicante de terapias como la manipulación quiropráctica, el masaje o la acupuntura, preguntale a tu médico si sería apropiada para vos. También buscá información sobre el entrenamiento y la experiencia de los profesionales que estés considerando, y preguntales si tienen experiencia en el tratamiento del dolor en el contexto de tu enfermedad.

• Si estás considerando el uso de suplementos dietarios para tu dolor crónico, tené en cuenta las recomendaciones generales para este tipo de productos: pueden funcionar de la misma manera que los medicamentos, pueden provocar problemas médicos si no se utilizan de manera correcta, y algunos pueden interactuar con los medicamentos recetados o de venta libre, o con otros suplementos que tomes. Tu médico puede aconsejarte.

Nuevamente, si estás embarazada o amamantando, o si estás considerando en darle suplementos a un niño, es especialmente importante que consultes con el médico.

Si estás buscando información sobre suplementos dietarios, MedlinePlus, el sitio web de los Institutos Nacionales de la Salud para pacientes, tiene información sobre una extensa lista de hierbas y suplementos, en cuanto a su efectividad, seguridad, interacciones con medicamentos, con otros suplementos y con alimentos. Podés consultar la lista completa dando click aquí .

Unos pocos ejemplos sobre la seguridad y las interacciones de suplementos dietarios comunes (click en cada suplemento para leer la información en Medline Plus):

* Aceites de pescado (fuente de ácidos grasos omega 3)

* Coenzima Q-10

* Vitamina C

Referencias:

[1] Verdades y mentiras de los suplementos dietarios.(sitio web de la ANMAT, Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina)

[2] Sitio web del Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa (dependiente de los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU)

[3] Beighton P, Grahame R y Bird H. Hypermobility of Joints. 4thed. 2012, 204 p. Springer-Verlag

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