Ramon Borda

Per al Ramon Borda la Floresta era alguna cosa més que un topònim més o menys encertat per un barri de muntanya. Ell sempre explicava que va venir a raure a la Floresta camí d’Euskadi. Ell volia tornar al País Basc a treballar quan L’atzar el va portar aquí, com a moltes i molts de nosaltres…

Aquí va fer xarxa d’amigues i amics, aquí va estimar i es va fer estimar, i amb la seva discreció ens va fer sentir a molts de nosaltres persones riques de sentiments, perquè ell, el Ramon sabia veure en cadascú de nosaltres allò que tenm ben endins, allò que és invisible als ulls justament perquè és important.

Ell estimava molt el seu pare. Sempre ens deia que quan vingués a la Floresta ens el presentaria. Quan parlava d’ell podíem veure en els seus ulls una persona que desprenia estimació i generositat per tots els porus de la seva pell.

La seva era un bondat que naixia de la terra, per això era tan combatiu contra la mentida i contra la injustícia. El Ramon ens deixa orfes però rics. Ell ens va ensenyar a estimar aquest barri d’una manera molt especial. Ens va ensenyar a posar en valor els més secrets dels seus racons. A través d’ell moltes i molts de nosaltres hem fet família, família florestana…

Ramon, allò on estiguis no deixis de donar-nos suport en el dia a dia florestà. Et veurem els diumenges en les vermuts florestans. Et veurem discutint i debatent sobre política i sobre l’amor en qualsevol terrassa de la Floresta. Et veurem aparèxer en els indrets més inversemblants, en una reunió de famílies del cau, en una assemblea del consell d’infants, en un concert de música, et veurem cantant la rumba florestana…

Tu ja saps que no hi ha prou en morir-se per morir-se de veritat. A la Floresta sempre tindrem un espai per a tu, en els nostres cors, en el nostres pensaments, en la taula d’un bar, en el xambao fent projectes i més projectes...

Ramon, gràcies. Moltes gràcies per haver viscut tots aquests anys amb nosaltres a la Floresta. Avui és un dia trist, però no sempre serà així perquè a partir de demà et recordarem contents i feliços, com estem segurs que tu ho voldries.

Text llegit a la Floresta el dia que ens va deixar, 15 de novembre de 2017

HOMENATGE PICTÒRIC A RAMON BORDA

Divendres 17 de novembre de 2017, feia dos dies que el Ramon ens havia deixat, estàvem a classe de dibuix amb la professora, la Maria Roldán, però només uns poquets, el desànim i la preparació de la festa de comiat ens havien deixat en quadre. La Maria va suggerir fer alguna cosa que ens recordés el Ramon, per allà va aparèixer un barret i vam decidir que era un símbol perfecte per representar una part del cos que era el que millor coneixíem d’ell: les seves idees, la seva paraula, el seu compromís. Estar amb ell, encara que fossin cinc minuts, era conversa assegurada: sobre la notícia del dia, sobre política, sobre el projecte del carrer de l’Estel, sobre medi ambient, sobre habitatge, però el que més li agradava era parlar d’amor, de com n’és de bonica la vida i de la felicitat de saber viure com un senyor, que n’era amb barret i sense. Així que, Ramon, et rendim homenatge i t’agraïm amb tot el cor -i traient-nos el barret- que hagis estat el nostre amic, el nostre company, el nostre veí... continuaràs entre nosaltres.

CONTINUACIÓ HOMENATGE LLIBRERIA CONTRABANDO. 2 de març de 2018.

HOMENATGE A LA LLIBRERIA CONTRABANDO

El 2 de maç de 2018 , ens vam reunir a la llibreria Contrabando un grup d'amics, per celebrar el record d'en Ramon, en aquest espai que ell freqüentava perquè li agradava i perquè allí també tenia amics. Aquí teniu alguns dels textos que es van llegir en el seu record. Tres textos preciosos i molt interessants per conèixer una mica millor al Ramon.

Barbara Eisenmann

Primero os quiero dar las gracias a todas y todos, a la maravillosa Asociación de Viudas y Viudos de Ramón Borda que ha organizado este homenaje festivo en el que participar me produce mucha alegría y además ayuda en asumir la pérdida que significa la muerte repentina de Ramón. Pues voy a hablar de mi amigo Ramón, de su compromiso político, no tanto desde el punto de vista global como me habéis pedido, sino más bien en el transcurso del tiempo y desde mi perspectiva como amiga de casi 40 años.

Yo conocí a Ramón en Granada en el 1979 o 1980 no como Ramón, sino como Nacho, su nombre de guerra. El militaba en el Partido del Trabajo, un partido marxista-leninista y creo que también maoista. En aquel tiempo yo era muy joven y este hombre simpático que era Nacho me parecía entonces un hombre mayor, de otro grupo de edad que yo. Quizás por toda su andadura política, pero también porque él ya trabajaba, los demás éramos solo estudiantes. Era mucho más tarde cuando me di cuenta que Ramón y yo en realidad solo nos llevábamos 4 años y medio.

2 acontecimientos históricos aparecen ahora como puntos que marcan inicio y fin de nuestro tiempo de vida compartido.

El primero fue el 23 de febrero de 1981. Por la noche quizás a las 10 salimos un grupo de gente en Granada, entre ellos Nacho y otros (en mi memoria eramos un grupo de 100 personas) a manifestarnos contra el golpe de Tejero en el parlamento de Madrid. Cogimos la Gran Vía yendo hacia Capitanía General al final de la Gran Vía con el plan de pedir a los militares a que entregaran sus armas. Creo que ni llegamos hasta el edificio de Capitanía porque vinieron Guardia Civiles que nos dispersaron y corrimos en muchas direcciones. Yo desde luego no captaba la dimensión de esta acción que fue una locura. Solo mucho más tarde supe que hubo poca gente en España que se habían atrevido a salir y manifestarse en aquella noche histórica.

El segundo acontecimiento fue el 13 de junio de 2015, el día que Ada Colau fue proclamada alcaldesa en la Plaza de Sant Jaume, donde fuimos solo los 2, Ramón y yo, juntos. Estos dos acontecimientos narran algo de la evolución de Nacho desde sus inicios como militante revolucionario a Ramón como activista político que durante toda su vida estaba buscando formas de militancia adecuadas que, como él bien sabía, se corresponden con formas de hablar, con lenguajes que nos constituyen como sujeto individual y colectivo.

Y Ramón iba incorporando a su vocabulario los desplazamientos: de la revolución a los comunes, de las condiciones objetivas a las singularidades (término que solía usar y que había prestado de Antonio Negri que creo que fue su principal fuente intelectual, casi algo así como su santo de casa), de una política de representación a una política de los vínculos, del proletariado a la multitud (término también de Negri), sin olvidar nunca no obstante la dimensión de clase. Pues las clases populares formaban parte del pensamiento de Ramón, entonces y después. Ramón nunca había abandonado el proyecto de otra (con mayúscula) sociedad y su promesa de felicidad.

Para mi Ramón ha sido un comunista en el amplio sentido de la palabra, no en el sentido de pertenencia a un partido, sino en el sentido de que él estuvo íntimamente ligado a lo que algunos llaman „deseo comunista“. Deseo que contiene el reto de luchar en contra del orden de la propiedad privada donde me imagino tenía Ramón puesto el acento de su militancia en el Partido del Trabajo entonces en Granada, pero también en favor de otro orden de propiedades, bienes comunes y compartidos, futuro terreno a explorar, donde tenía puesto el acento de su activismo en los últimos años en La Floresta.

La vida de Ramón ha sido una vida llevada por este deseo comunista de lo común, como algo que la multitud y las singularidades que la constituyen puedan construir. El 15M fue en este sentido para él un acontecimiento que ha hecho palpitar de nuevo y además multitudinariamente este deseo que durante mucho tiempo había sido adormecido. Uno de los eslóganes del 15M lo capta maravillosamente, decía: Dormimos, despertamos. El que este deseo haya empezado a circular de nuevo, creo, que a Ramón le había creado una alegría militante enorme. También el que este deseo se estuviera articulando bajo nuevas formas, co-inventadas con ganas y mucha ilusión entre todos y todas. Formas asamblearias, horizontales, hechas por primeras personas que entre todos y todas intentamos crear en muchos rincones del mundo un nuevo sujeto político: „una nueva figura de clase a partir de la condición más común y compartida hoy: la precarización general de la existencia“, como escribe Amador Fernández-Savater. En esta línea estaba pensando y actuando Ramón.

Últimamente había surgido otra palabra en el vocabulario de Ramón: „el polyamor“. Porque Ramón sabía que todos los aspectos de la vida han de ser politizados, también el amor. Su deseo en este campo se iba convirtiendo en un deseo de compartir „las alegrías del cuerpo“ (otra de sus palabras) no solo con una persona y librar así también el amor del concepto de propiedad.

Quizás en este concepto del polyamor resuena otro desplazamiento, el que la teoría política empieze a volcarse hacia el cuerpo. Más aún desde que el cuerpo ha aparecido en el centro del campo político como denominador común: alianzas de cuerpos precarizados en las plazas ocupadas en muchas partes del mundo. Ramón tenía mucha sensibilidad para los zumbidos de la teoría. „Poeta y paleta“ se le ha caracterizado tan hermosamente en un boletín del Espai Contrabandos a raíz de una frase suya que decía: “El clavo es un concepto político muy importante porque une dos cosas diferentes.“ En Ramón se cruzaban la figura del filósofo y la del trabajador, teoría y praxis. Y como el clavo le servía para entender la teoría política, un concepto teórico lo utilizaba como un clavo.

Quiero terminar con una anécdota que tiene que ver con Ramón, el aparejador, su profesión adquirida entonces en Granada. Otra de sus fuentes intectuales fue el Bauhaus, la escuela alemana de arte, arquitectura y diseño que existió del 1919 al 1933. Su propia empresa de construcción la había llamado en referencia al Bauhaus Baukasten. A Ramón le había influenciado sobre todo Hannes Meyer, arquitecto, comunista, partidario de un modelo de vivienda organizado en cooperativas (de tanta actualidad nuevamente), que fue nominado director del Bauhaus y más tarde expulsado por razones políticas. Uno de los eslóganes de Meyer fue que había que construir „según las necesidades del pueblo y no según las necesidades de lujo“. Resuena Ramón en esta frase.

El día de su sesenta cumpleaños Ramón había venido a Berlin para un muy corto e intenso fin de semana (siempre le había costado tanto dejar su territorio de aquí y solo había venido a Berlin 3 veces en toda su vida) y fuimos a Dessau, ciudad donde el Bauhaus tenía su sede durante años y donde se pueden visitar una serie de edificios innovadores, construidos entonces en los años 20. Comimos por la noche en un restaurante histórico del Bauhaus asado de ganso con albóndigas de patatas y repollo rojo donde en otro tiempo Hannes Meyer habrá comido también asado de ganso con albóndigas de patatas y repollo rojo. Y creo poder decir que Ramón que sabía valorar este momento de coincidencia de su historia con la historia (con mayúscula) era feliz aquel día de su sesenta cumpleaños.

Barbara Eisenmann, Berlin.

EN LOS LIBROS Y CON RAMON, por Jordi Panyella Carbonell

Buenas tardes a todas y a todos, muchas gracias por venir al Espai Contrabandos, ésta pequeña librería de Barcelona que tantas veces visitó Ramón.

Ramón, compañero, imagino que te ruboriza que hablemos de ti, pero tendrás que aguantarte, pues es algo que necesitamos hacer, y tu siempre has defendido la palabra. Has defendido que juguemos con ella, y que la usemos. Tu usabas mucho las palabras, y jugabas con ellas: “El clavo es un concepto político muy importante" nos dijiste en unas jornadas de construcción el Chambao de La Floresta "porque une dos cosas". Un día dijimos que quien se inventó las palabras debía conocerte, y por eso poeta y paleta se parecen tanto.

“Tengo que bajar y pasarme por ahí”, me decías muchas de las veces que nos cruzábamos en el bar Andrés. Así que, cómo si estuvieras aquí, intentaré compartir algunas de las ideas que aparecen en los libros que compraste, en los que leíste, y en los que regalaste.

Cuando mandé el cartel del homenaje de hoy a Barbara, por cierto un cartel obra de Aida, Barbara me dijo: “Singularidad y Multitud” los dos temas que le gustaban a Ramón. Recuerdo uno de los primeros mails cruzados de la plataforma ‘La Floresta Indignada Actúa’ en la que tu hablabas de ‘Multitud’. Y es que ¿quien no vio en el 15M la plasmación del concepto de ‘Multitud’ de Toni Negri y Michael Hardt? Pero creo que más que de conceptos analíticos, tu eras persona de acción y de práctica. Por eso el libro que se lleva la palma de Negri y Hardt es Commonwealth. Ramón, ¿Cuantas veces lo regalaste? Este libro cierra la trilogía que inició Imperio (Paidós, 2005), y siguió Multitud (Debolsillo, 2005). Si en el primero se ofrecía un análisis crítico del poder, el imperio, y en el segundo se mostraba esa mayoría, que hoy llamaríamos la del 99%, que pretende revertir el orden mundial, en Commonwealth ya se enfrascan en la defensa de lo común, como forma de romper la falsa e impuesta dicotomía entre lo público y lo privado como eje de trabajo y transformación.

No era la única dicotomía que, creo, gustabas en cuestionar. Aida, Roc y yo llegamos a la Floresta en plena ola de indignación, o sea en mayo de 2011. Hoy confesaré que nos referíamos a ti como Ramón “usufructo”, pues no había asamblea en la que no lanzaras este concepto. Hoy, cuando en el parque, mi hijo Lois con otras pequeñas criaturas florestanas antisistema dicen “es mío!”, les hablo de ti, y les digo “acordaros de lo que decía Ramón, una cosa es la propiedad, y otra el uso”.

Fuimos muy felices (intelectualmente hablando) cuando invitaste a Joan Subirats en la Floresteca para que nos presentara Los (bienes) comunes ¿Oportunidad o espejismo? (Icaria, 2016). El libro, que es una conversación entre el mismo Joan Subirats y César Rendueles, muestra un diálogo no resuelto entre la necesaria apuesta por “lo común” como concepto político y estratégico, y la defensa de “lo público”. Sólo un par de ideas centrales del libro: ¿Qué es aquello que nos seduce de la propuesta de “lo común”? Possiblemente la falta de modelos teóricos transformadores, la mala experiencia estatista del socialismo científico y la barbarie neoliberal privatizadora que vivimos hoy en día. El Estado de Derecho se fundamente en el principio de los derechos y los deberes. El Estado de “lo común”, si bien nunca se ha practicado, se sostendría en la implicación, sumada a la garantía de derechos y deberes, para crear una cierta horizontalidad. En este sentido, se trataría de construir comunidad, y para explicarlo, prefiero reproducir directamente un fragmente de Subirats:

“...se insiste en hablar más de commoning (de actuar para instituir lo común) que de commons (referido a elementos específicos que son por sí mismos “común”). Nos referiríamos por tanto a la capacidad o la voluntad de hacer que algo sea común. La comunidad no sería así algo prefijado o estático, alrededor de un recurso. La “comunidad” serían aquellos que están interesados en defender el espacio o el recurso común. Los movilizados en torno a ese tema”.

Moriste días antes de que te diéramos una fiesta sorpresa. Ahí el destino fue cruel. Te hubiese regalado El honor de Dios (El viejo topo, 2016), de Lidia Falcón, porqué en este libro encontré y reviví nuestras conversaciones en las que criticábamos al PSOE. Tu me hablabas de Willy Brand y de la traición histórica e histérica de la socialdemocracia. Y en este libro, a través de la trama de los asesinatos de Lasa y Zabala, la autora construye una crítica feroz al socialismo español. Ann Alfabet, amiga del Espai Contrabandos, lo decía así en una reseña reciente:

“Creo que [en el libro] hay un tema de fondo que nos permite comprender muchas de las escenas y anécdotas que se explican en él. Se trata del pacto secreto y múltiple que configuró y determinó el nuevo periodo político después del franquismo, el acuerdo entre el PSOE, con la internacional socialista, la banca alemana, el mercado común, del Fondo Monetario Internacional, y la CIA, dónde se definió el territorio español como la finca turística para las clases medias europeas a condición de desmontar la producción agraria y toda la industria metalúrgica. Así no habría competencia para la industria alemana, ni para los agricultores y ganaderos franceses. Si el PSOE aceptaba esto y desmontaba la industria, podría minimizar el papel de la clase obrera y del partido comunista. El impulso y la fuerza expresada en los últimos años del franquismo por las clases trabajadoras se podría sustituir por una gestión-ocupación de las nuevas instituciones por parte de una nueva clase política que se podría beneficiar personalmente i económicamente de la nueva situación, i detrás i delante de los hoteles i apartamentos se podría montar una burbuja inmobiliaria y financiera que las cúpulas de oligarcas del viejo régimen compartirían con los nuevos políticos. Habría pasta para todos!!! El PSOE aceptó, y sin escrúpulos desmanteló la metalurgia y creó una banda de terroristas dentro de las propias estructuras del Estado: los GAL”.

La última vez que viniste a la librería era un sábado, y se presentaba La sombra de octube (1917-2017) (Gedisa, 2017), de Christian Laval y Pierre Dardot, quienes ya habían publicado Común (Gedisa, 2015). El libro es una revisión a la revolución rusa cien años después. No se si lo llegaste a leer, pero imagino que tu hubiera gustado. El libro es una crítica al leninismo y a los soviets, pero sobretodo al partido bolchevique, pues aunque el más alto poder del Estado se le atribuyese a los soviets, eran al final las estructuras del partido las que tomaban las decisiones. “El poder real empieza donde empieza el secreto” dice Hannah Arendt. Es una afirmación de la que seguro hubiésemos hablado mucho.

Ese día, te fuiste a comer con Ceci, y luego a la manifestación por la libertad de los presos políticos. (Y creo que luego terminasteis de fiesta en un concierto). Menudo otoño que pasamos: defendiendo el locald e la CUP, las urnas, cortando los túneles... Antes de irte de la librería, compraste La relación de todo con todo. La ética ecologista desde la perspectiva del Corán (Oozebap, 2012) de Ibrahim Özdemir. El libro pretende mostrar la visión holística que el autor encuentra en el Corán. Rehúye de la concepción materialista de la naturaleza, es decir, las personas no vivimos en el Planeta, las personas somos el Planeta. Es por eso que la defensa del medio ambiente (y yo añadiría que cualquier proyecto político) debe tener un componente de crecimiento personal.

Y no compraste, pero ojeaste El desierto que viene. La ecología de Kropotkin (Virus, 2017) de Mike Davis. Mike Davis es un sociólogo estadounidense muy singular en la elección de sus focos de estudio. Por ejemplo, en Los holocaustos de la era victoriana tardía (Universidad de Valencia, 2006) analiza las hambrunas inducidas por el imperialismo inglés –y sus políticas de libre comercio- en la India y en China a mediados del siglo XIX. Una de las tesis es que si bien las situaciones de pobreza pueden conllevar a un refuerzamiento de la solidaridad, las situaciones de miseria pueden llevar al canibalismo, entendido este como la auto-destrucción de la humanidad, pues el canibalismo, se entiendo en esta tesis, como devorarnos entre nosotras, o suicidarnos. En El desierto que viene el autor recorre algunas de las investigaciones del anarquista Kropotkin en las que este advertía de la progresiva expansión de los desiertos hacia el norte. Podríamos nombrarlo como una genealogía del cambio climático antropogénico, es decir, el estudio de los orígenes de un cambio climático que tiene en el actuar de la humanidad, una de sus causas más influyentes. A su vez, el libro vendría a denunciar un consenso del que él llama la ciencia patológica (la que sólo estudia las consecuencias) para mirar, siempre, hacia otro lado.

Ramón, voy a terminar. Alguna vez nos han invitado a explicar la experiencia cooperativista y editorial de la editorial que llevamos entre Aida, Mar y yo. Las veces que voy yo, proyecto una foto tuya y te cito como referente. ¿Por qué? Pues porqué como decía Barbara, la singularidad era uno de los conceptos que tu defendías. En concreto, recuerdo que me hablabas de alianzas moleculares. Es decir, no se trata de unirnos para ser más, o para tener más fuerza...hay que buscar los puntos de unión, y des de allí, des de la singularidad de cada cual, cuestionar el poder y construir soberanías. Soberanías en plural. Y esa idea tuya la veo reflejada en uno de los libros que más compraste: Mucha gente pequeña (Pol·len edicions, 2013) de nuestro querido Gustavo Duch. En este libro hay un pequeño cuento que creo resume algunos aspectos de tu pensamiento y de tu práctica en la Floresta.

Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, cultivarán pequeños huertos... que alimentarán al mundo.

Ramón te quiero. Muchas, te queremos mucho. Y te echo de menos. Muchas gracias!

A Ramón Borda, por Roc Abadal

Nos has revolucionao el barrio, cabrón.

Nos lo has chambao.

Te arremangaste La Floresta,

y ahí donde pisaste

sembraste conspiración.

Te hiciste querer

a base de dar la matraca

con tu poesía militante

de transmisión oral.

Que si el barrio tiene actitud motriz,

que si se dan las condiciones subjetivas.

Que si servidumbre del común.

Atender al tiempo de vida.

Generar un frente de lucha.

Que forma de retorcer el lenguaje, león.

Una generación de florestanos

serán siempre ramonianos:

mezcla de cabezonería y lucha,

de efervescencia colectiva.

Como estabas en todos los fregaos,

cada una tiene su historia contigo.

Yo recuerdo nuestro encuentro en Berlín

y cuando me presentaste con orgullo a tu padre.

Que fuimos la retaguardia del correbars

compartiendo expectorantes de humo.

Y que merecimos la flor de la noche,

cuando todos los gatos son pardos.

También fuiste un perro perdido,

esclavo de tus ganas de vivir.

Y ahí estuvo el Chava,

la Montse y la Ceci.

Oriol, Muntsa, Julia,

Maribel, Panye y Maria

y todas los demás

bípedos cabezapensantes.

Has sido agitador

en l’Associació de Veïns,

el 15-M, la Floresta Parla,

el Sindicat de Llogateres

y en más de una rumba florestana.

Nos dejas huérfanos, conejo.

Nos queda tu ética de remiendo,

de compromiso colectivo.

Tu plática disidente.

Y tu apetito, compañero.

Tu hambre de vida.

...HOMENATGE DEL 2 I 3 DE MARÇ

Al dia següent, després de la festa a la llibreria Contrabando, el dia 3 de març, es va plantar un arbre que portarà el seu nom, a la Plaça de les Dones de la Floresta i es va continuar la festa, es va fer un dinar de "traje", i una vegada més va ser un èxit la convocatòria.

Felicitats Ramon, com et trobem a faltar!!!