PAUTAS PARA COMENZAR CON BUEN PIE

Lo esencial es que:

1.- Transmitáis tranquilidad a vuestros pequeños. Si os notan angustiados, preocupados, deducirán que el colegio es algo que no es bueno, así que es esencial que seáis un modelo de afrontamiento de la adaptación a una nueva etapa.

2.- Estéis preparados emocionalmente. Tened en cuenta que el primer día puede haber múltiples emociones en el niño, que deriven en llanto. Si en vez de reaccionar con cariño, calma y madurez nos dedicamos a llorar nosotros también y convertir la primera experiencia de nuestro hijo en un mar de lágrimas, estaremos sentando un precedente muy negativo.

3.- Favorezcáis pensamientos positivos hacia el colegio. Podéis llevar al niño a comprar su material escolar y claro, ayudarlo a realizar sus primeras tareas. Esto ayudará al niño a poner en marcha pensamientos positivos hacia el colegio. Unas noches antes, hablad con el niño sobre cómo será su primer día de colegio. Preguntadle que espera de sus profesores, de sus compañeros, de lo que aprenderá... También sería bueno que lo llevaseis a ver el colegio, aunque sea por fuera, para que se vaya haciendo a la idea del lugar donde disfrutará gran parte de su tiempo.

4.- Os despidáis convenientemente: de un modo cariñoso, pero debéis iros enseguida y nunca a escondidas porque puede hacer que los niños se sientan abandonados. Una despedida prolongada solo serviría para reforzar la sensación del niño de que el colegio es un lugar malo que le separa de su familia.

5.- Recordéis que en unos minutos estarán riendo, jugando y aprendiendo con sus compañeros y que los dejáis en manos de excelentes profesionales que saben cómo facilitar estos momentos de cambio.