El misterio de los sueños

Hay diferentes maneras de descifrar los mensajes por los sueños, sueño de un acontecimiento, aquellos sueños que vivimos en el cotidiano, y otros que se manifiestan a través de los símbolos, como por ejemplo, el sueño del faraón de Egipto, de las siete vacas, y de las espigas de trigo, descifradas por Joseph.

Los sueños son manifestaciones del ego-mente, un programa estereotipado en la memoria, mezclándose con acontecimientos de vidas precedentes y actuales, que se desarrolla, se exterioriza cuando el espíritu deviene a la existencia material.

El miedo, las experiencias buenas o malas, la ansiedad, el estrés, y los problemas existenciales, se solucionan o se agudizan en los sueños, cuando se crea un círculo vicioso, donde la mayoría de las personas, se sienten prisioneros de sus obsesivas inquietudes y deseos.

De otro lado los sueños, muchas veces, nos revelan la existencia de un mundo espiritual, cuando nos hemos liberado del lastre de las emociones y sentimientos negativos, a través de la observación, del perdón y la tolerancia, modificando de alguna manera el programa estereotipado antes la encarnación en el cuerpo mental y etéreo. Esta modificación conlleva a un estado de armonía física, mental y psicológica.

Es por eso que la humanidad sueña, más de los acontecimientos del cotidiano, del entorno, ignorando la verdadera naturaleza del espíritu, y se sienten separados de la vida divina, absorbido por el materialismo, donde solo utiliza mínimo porcentaje de su capacidad, y poder espiritual.

Muchas personas ofrecen sus “servicios”, para que el neófito, debutante, se inicie en el ejercicio de descifrar los sueños a través de los símbolos, símbolos que abren las puertas a un sinfín de significados, y que muchas veces confunden a las personas, volviéndolas inestables y temerosas, cuando estas personas se obsesionan, se mistifican, se fanatizan en descifrar los sueños a través de los símbolos. Cuando debían ignorar, sacudirse de un mal sueño, practicando la relajación, la meditación, y la confianza en Dios, y no aumentar el problema mental, que al agudizarse, va en detrimento de la salud, y los mantiene en un laberinto del cual no pueden salir.

La literatura, libros, diccionarios, hablan de los símbolos. Todos estos símbolos son una creación mental del hombre que busca una salida, porque no encuentra el verdadero camino hacia la vida divina, esquemas transitorios, que crean una realidad virtual aceptada por el común denominador de la humanidad de la noche de los tiempos.

Esta realidad virtual concretada en la existencia del ciclo de vida, por la compulsión instintiva de evolucionar. De otro lado, este juego psicológico, previene los aspectos negativos circunstanciales de la existencia, existencia, en que es la propia humanidad que debe discernir, reflexionar, meditar, para salir de este juego, manifestación limitada en el arcano de la vida.

En este círculo vicioso de comportamiento, los humanos están en diferentes niveles de educación, intelectualizados, en otras palabras, domesticados.

Cuando la humanidad trascienda a un nivel de consciencia superior, los símbolos dejaran de existir, pues como ya lo dije, son esquemas virtuales, que juegan un rol importante en el ir y devenir de la humanidad terrestre, que no tiene otro camino hacia la luz, hacia la verdad que no se contradice.

En esta nueva dimensión de consciencia, la humanidad tendrá una visión clara y precisa de su programa, antes y después de la encarnación de todos los acontecimientos, y de esta manera, el hombre sabrá de donde viene, porque está aquí, y a donde va. La humanidad vivirá sus sueños conscientemente, sin que los símbolos interfieran en su capacidad y discernimiento, y podrá también controlar el programa en su ciclo de vida, conscientes de la vida material y divina.

Hno Rodolfo