El ego II

Yo y todo el mundo tenemos ego, es la personalidad en la que no se define la verdadera naturaleza divina del espíritu, sin ego no existiriamos en esta tercera dimención, observarlo conscientemente, como parte de nuestro aprendizaje en esta vida transcitoria, como una necesidad importante en el laberinto de la mente en la que él tiene su trono regulando los sentimientos y emosiones cuando estamos en la parte obscura de los extremos, sintiendo cierta felicidad al estarlo, porque también la polaridad de la oscuridad tiene sus extasis y nubla la consciencia de lo bueno cuando hacemos lo que llamos mal.

El ego es parte de nuestra naturaleza, y no podemos destruirlo por un profundo deseo de ser puros y transparentes, más allá de las polaridades el ego no existe, pero en esta tercera dimensión somos nosotros el ego la personalidad un vehículo del espíritu, para manifestarse en este mundo, en todos los mundos, y en todos los universos finitos que la divinidad proyecta y se manifiesta.

La observación constante de nuestra naturaleza ególatra, a travéz de la meditación, nos hace tolerantes con él, y en la medida que lo pulimos y lo perfeccionamos, mejorando todas las aristas e imperfeciones, y nos demos cuenta, en la esencia misma de la mente, que nosotros somos el ego, la personalidad, la humanidad, y que al querer destruir al ego, que no podemos, estamos en un círculo vicioso, hasta que asumamos la verdad que somos el ego, un poder en potencia que permite el desarrollo, y la evolución en esta tercera dimensión transcitoria e ilusoria.

Si el espíritu es imagen y semenjansa de Dios, es perfecto, entonces quien observa, y trata de destruir al ego?, el espíritu no lo puede destruir, lo absorbe al estado de no ser, porque el ego es la manifestación de lo que llamamos divinidad, que esta más allá del YO SOY. El EGO.

Hno Rodolfo