MODERNISMO

El Modernismo es un movimiento literario que busca la renovación artística y que da gran importancia al cuidado de los aspectos formales. Los modernistas son partidarios del "arte por el arte" y se evaden de los problemas del hombre. Se inspira en dos movimientos franceses del siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.

El Parnasianismo es un movimiento iniciado por T. Gautier que pretende conseguir la "obra bien hecha". Es una tendencia formalista, partidaria del arte por el arte, con gran uso de los recursos formales. Tratan sobre temas clásicos y exóticos.

El Simbolismo pretende encontrar la realidad que se esconde tras las apariencias; para ello hay que crear un lenguaje nuevo, mediante el uso de símbolos, que cree una poesía de corte intimista. Para los simbolistas la poesía es el arte de la sugerencia. Los principales simbolistas fueron Baudelaire, Verlaine y Mallarmé.

Características del modernismo

    • Exaltación de la belleza formal y reivindicación de la forma como único valor artístico.
    • Creencia de que el artista es alguien superior al resto de las personas (herencia romántica).
    • Ruptura frontal con el realismo burgués y todas sus manifestaciones artísticas. El arte no sirve para conocer y cambiar el mundo, sino para crear otros mundos mejores y más bellos.
    • Valoración de la musicalidad en poesía, lo que les lleva a concebir este tipo de literatura como ritmo. En ese sentido los modernistas fueron revolucionarios respecto a la tradición poética hispana, introduciendo los versos de 12 y 14 sílabas; combinaciones estróficas extrañas; uso de los "pies" de la poesía clásica greco-latina, las rimas internas; el hipérbaton con finalidad rítmica; etc. (todo ello, de procedencia parnasiana).
    • Cosmopolitismo y esteticismo en cuanto a los temas: lo extraño, lo exótico, lo elegante, lo gratuito, lo mitológico (ya sea de la antigüedad clásica como de la Edad Media), lo decadente, lo extravagante, lo erótico. En general, se reivindica todo aquello que posee una personalidad propia muy marcada y lo que contrasta con la mediocridad del mundo burgués.
    • Uso de un léxico cultista, simbólico y sugerente, alejado de los registros coloquiales.
    • Sintaxis forzada, muchas veces de resonancia greco-latina.
    • Los principales representantes de este movimiento son, en Hispanoamérica: José Martí y Rubén Darío.

En España: Salvador Rueda, Manuel Machado, Antonio Machado (1ª etapa), Juan Ramón Jiménez (2ª etapa) y Valle-Inclán (1ª etapa).

El máximo representante del Modernismo fue Rubén Darío.

Rubén Darío (1867-1916). Nació en Metapa (Nica­ragua). Su verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento. Poeta precoz, su vida transcurrió entre el periodismo y la literatura. Hombre cosmopolita y amante del placer, sus viajes lo convirtie­ron en difusor del modernismo. En 1893 viajó a Chile y a Buenos Aires, donde trabajó en los perió­dicos La Nación y La Prensa y en la revista El Mercurio de América.

Llegó a Madrid en 1899; allí co­noció a Villaespesa, Valle-lnclán y Juan Ramón Jiménez. Al año siguiente se trasladó a París. Volvió a España en 1908, como ministro de su país. Debido a la crisis nicaragüense, se marchó de nuevo a París. A partir de 1912 viajó por Suramérica y Europa. Murió en León (Nicaragua).

Destacamos del poeta nicaragüense obras como Azul, Prosas profanas o Cantos de vida y esperanza.

En 1888 se publica Azul., que incluye cuentos breves («El rey burgués», «La ninfa», «El rubí», «El velo de la reina Mab»...) y unos pocos poemas. El libro, producto de la lectura de la poesía francesa, crea un mundo de hadas, princesas, centauros, cisnes y fuentes. El léxico poblado de objetos exóticos, la exquisitez aristocrática, el culto parnasiano de «el arte por el arte», implican un rechazo de la realidad burguesa, en la que Darío no quiere integrarse.

En 1896, Rubén Darío publicó en Buenos Aires Prosas profanas, libro que deslumbró tanto por sus innovaciones métricas como verbales. Por un lado, Prosas profanas continúa la línea de evasión aristocrática de la realidad, y por otro, retoma la preocupación social de la primera época. En sus versos, Darío cuestiona qué es el arte, el placer, el amor, el tiempo, la vida, la muerte, la religión, la creación poética... El tema por excelencia de Prosas profanas es el del placer erótico, que no excluye el sacrificio y la pena. En este poemario, la imagen femenina adquiere diversas formas de la naturaleza: tigre, paloma, yedra, mar, colina...

En 1905 se publica en Madrid Cantos de vida y esperanza, que suma nuevos temas a los de libros anteriores. En esta obra, Darío manifiesta una expresión más sobria, aunque no elimina palabras brillantes ni innovaciones métricas.