Responde a las siguientes preguntas sobre el vídeo de Aristóteles para el 15 de noviembre:
1. Diferencia entre Platón y Aristóteles
2. Funciones de los tres tipos de almas
Aquí tienes la teoría de Platón sobre el alma y el cuerpo y las tres partes del alma.
Responde a las siguientes preguntas sobre el vídeo "mente, cuerpo y cerebro" (hasta el minuto 2.35 solamente) durante la semana del 18 al 22 en clase o en casa:
1.¿Cómo era el cuerpo para Platón?
2. ¿Cómo se relacionan el cuerpo y el alma según Descartes?
3. ¿De qué es responsable la mente?
4. ¿Cuál es el debate actual sobre la mente?
Videos that can help you prepare the exam
Os pongo el enlace por si podéis verlos con subtítulos en youtube.
1. Brains in a vat
https://www.youtube.com/watch?v=zO0sSJB1TrI
3. Eugene Goostman
4. The Turing test
https://www.youtube.com/watch?v=3wLqsRLvV-c
Artículo sobre Eugene Gosstman
Eugene Goostman es el nombre del primer programa de ordenador que ha logrado hacer creer a más del 30% de sus interlocutores que era un humano, requisito planteado por Alan Turing, 'padre' de la informática, en su famoso test de inteligencia artificial.
Un programa desarrollado en Rusia supera el test de Turing
Se trata de un hito que podría marcar un antes y un después para la inteligencia artificial. Por primera vez en la historia, un ordenador ha logrado hacerse pasar por un humano de forma suficientemente satisfactoria como para completar el conocido test de Turing.
Eugene Goostman, que así se llama el programa de ordenador desarrollado por un equipo de investigadores rusos, ha logrado cumplir, en una demostración llevada a cabo en la Royal Society de Londres, el principal requisito planteado por Alan Turing, 'padre' de la informática: el ordenador ha engañado a más del 30% de sus interlocutores humanos en conversaciones de texto de cinco minutos.
Eugene Goost es el nombre del niño del programa
Concretamente, Goostman ha hecho creer al 30% de los participantes que era un humano, un hito que previamente solo habían conseguido - parcialmente - programas que partían de un cuestionario prefijado o una lista de temas predefinida.
"Me siento bastante cómodo después de haber pasado el test de Turing. Nada original", ha afirmado el jovencísimo Goostman - su personalidad es la de un niño de 13 años de Odesa (Ucrania) - tras superar la prueba, que se llevó a cabo coincidiendo con el 60 aniversario de la muerte de Turing.
"Nuestra idea principal era que no podía aparentar saberlo todo, pero su edad hacer perfectamente razonable que no lo sepa todo", afirma Vladimir Veselov, uno de los creadores del 'software'. "Hemos dedicado mucho tiempo a desarrollar un personaje con una personalidad creíble".
Si quieres comprobar tú mismo las habilidades del programa, hay una versión online con la que puedes conversar.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TEST DE TURING?
El test de Turing, expuesto por primera vez en 1950, sigue siendo considerado el mejor método para poner a prueba la inteligencia de una máquina. Consiste en un desafío con dos participantes - un humano y un ordenador- con un juez que hace preguntas a ambos.
Situado en una habitación distinta, el juez debe tratar de descubrir cuál es el humano y cuál es la máquina a partir de las respuestas. Ambos participantes pueden mentir para tratar de engañar al juez.
Homework for Monday 20th November 2017 4º B-D
Deep Blue versus Garry Kasparov was a pair of six-game chess matches between world chess champion Garry Kasparov and an IBM supercomputer called Deep Blue. The first match was played in Philadelphia in 1996 and won by Kasparov. The second was played in New York City in 1997 and won by Deep Blue. The 1997 match was the first defeat of a reigning world chess champion by a computer under tournament conditions.
The 1997 match was the subject of a documentary film, The Man vs. The Machine.
Watch these two videos about Deep blue
Answer the questions:
Tell me about G. Kasparov and Deep Blue
Who and how won the fist match?
What does the "once inthankable" refers to?
What was the computer taught to do?
1. Características de los rasgos mentales y problemas filosóficos.
Responde a las siguientes preguntas leyendo el texto:
“Por el momento, el mayor problema es éste: tenemos una cierta representación de sentido común de nosotros mismos como seres humanos que es muy difícil casar con nuestra concepción “científica” global del mundo físico. Nos pensamos a nosotros mismos como agentes conscientes, libres, cuidadosos, racionales en un mundo del que la ciencia nos dice que consta enteramente de partículas físicas carentes de mente y de significado. Ahora bien: ¿Cómo podemos conjugar esas dos concepciones? ¿Cómo, por ejemplo, puede ser el caso de que el mundo no contenga otra cosa que partículas físicas inconscientes y que, con todo, contenga también conciencia? ¿Cómo puede un universo mecánico contener seres humanos intencionales -esto es, seres humanos que pueden representarse el mundo a sí mismos?¿Cómo, para decirlo brevemente, puede un mundo esencialmente carente de significado contener significados?
Hay cuatro rasgos de los fenómenos mentales que han hecho que parezcan imposibles de encajar dentro de nuestra concepción científica del mundo como compuesto de cosas materiales.
El más importante de esos rasgos es la conciencia. Yo, en el momento de escribir esto, y usted, en el momento de leerlo, somos ambos conscientes. Es justamente un hecho puro y simple sobre el mundo el que éste contiene tales estados y eventos mentales conscientes, pero es difícil ver cómo sistemas meramente físicos pueden tener conciencia. ¿Cómo puede ocurrir tal cosa? ¿Cómo puede esa masa informe gris y blanca que está dentro de mi cráneo ser consciente?
El segundo rasgo de la mente es lo que los filósofos y psicólogos llaman intencionalidad, el rasgo mediante el cual nuestros estados mentales se dirigen a, o son sobre, o se refieren a, o son de objetos y estados de cosas del mundo distintos de ellos mismos. ¿Cómo puede esta materia que hay dentro de mi cabeza ser sobre algo? ¿Cómo se puede referir a algo?
El tercer rasgo de la mente que parece difícil de acomodar dentro de una concepción científica de la realidad es la subjetividad de los estados mentales. Esta subjetividad viene marcada por hechos tales como que yo puedo sentir mis dolores y tú no puedes. Yo veo el mundo desde mi punto de vista, tú lo ves desde tu punto de vista. Yo soy consciente de mi mismo y de mis estados mentales internos, como algo completamente distinto de los yoes y los estados mentales de otras personas. Desde el siglo XVII hemos dado en pensar que la realidad tiene que ser igualmente accesible a todos los observadores competentes; esto es, pensamos que tiene que ser objetiva. Ahora bien, ¿cómo hemos de acomodar la realidad de los fenómenos mentales subjetivos con la concepción científica de la realidad como algo totalmente objetivo?
Finalmente, hay un cuarto problema, el problema de la causación mental. Todos nosotros suponemos, como parte del sentido común, que nuestros pensamientos y sensaciones tienen realmente importancia para el modo en que nos comportamos, que tienen de hecho algún efecto causal sobre el mundo físico Yo decido, por ejemplo, levantar mi brazo y mi brazo se levanta. Pero si nuestros pensamientos y sensaciones son verdaderamente mentales, ¿cómo pueden afectar a algo físico? ¿Cómo puede algo mental tener una influencia física?”
John Searle
Mentes, cerebros y ciencia.
2. ¿Pueden pensar las máquinas?
“Nos aproximamos al momento en que prácticamente todas las funciones humanas esenciales, físicas y mentales, tendrán su equivalente artificial. El prototipo de la unión de todos los resultados del desarrollo cultural será el robot inteligente, una máquina que podrá pensar y actuar como un ser humano, aunque física y mentalmente no lo sea. Estas máquinas podrán llevar a cabo nuestra evolución cultural, incluyendo su propia construcción, y perfeccionarse cada vez más sin nosotros y sin nuestros genes. Cuando esto suceda, nuestro ADN se encontrará sin trabajo y, además, habrá perdido la carrera evolutiva en un nuevo tipo de competición”
H. Moravec “El hombre mecánico”
“¿Puede pensar una máquina? ¿Puede una máquina tener pensamientos conscientes en el mismo y preciso sentido en que los tenemos nosotros?
No son pocos los investigadores en inteligencia artificial (IA) convencidos de que esta pregunta tiene respuesta afirmativa; esto es, creen que al diseñar los programas adecuados, y dotándolos de los oportunos ingresos y salidas, están literalmente creando mentes. Creen, además, disponer de un criterio científico para determinar si han triunfado o fracasado en tal empresa, a saber, el test de Turing, ideado por el padre de la IA.
La IA fuerte es una tesis insólita en las teorías de la mente, en dos aspectos cuando menos: puede ser formulada claramente y admite una refutación sencilla y decisiva. La refutación es tal que cualquier persona puede juzgarla por sí misma. Reza como sigue. Tomemos un idioma que no comprendemos; en mi caso tal idioma puede ser el chino. Por lo que a mí se refiere, un escrito en chino me parece una serie de garabatos ininteligibles. Supongamos ahora que me instalan en una habitación que contiene cestas repletas de símbolos chinos. Supongamos también que me proporcionan un libro de instrucciones en español, con reglas que estipulan cómo han de emparejarse unos símbolos chinos con otros. Las reglas permiten reconocer los símbolos puramente por su forma y no requieren que yo comprenda ninguno de ellos.
Imaginemos que personas situadas fuera de la habitación y que sí comprenden el chino me van entregando pequeños grupos de símbolos, y que, en respuesta, yo manipulo los símbolos de acuerdo con las reglas del libro y les entrego pequeños grupos de símbolos. Ahora, el libro de instrucciones es el “programa informático”; las personas que lo escribieron son los “programadores” y yo soy el “ordenador”. Los cestos llenos de símbolos constituyen la “base de datos”, los pequeños grupos que me son entregados son las “preguntas” y los grupos que yo entre las “respuestas”.
Supongamos ahora que el libro de instrucciones esté escrito de modo tal que mis “respuestas” a las “preguntas” resulten indistinguibles de las de un chino nativo. Por ejemplo, la gente del exterior podría entregarme ciertos símbolos, desconocidos por mí, que significan: “¿Cuál es su color favorito?”, y que tras consultar las instrucciones del libro yo devuelvo símbolos, también desconocidos por mí, que significan: “Mi favorito es el azul, pero también me gusta mucho el verde”. Estoy superando el test de Turing en lo que a comprender el chino concierne. Y, al mismo tiempo, ignoro totalmente el chino. Y en el sistema que estoy describiendo no hay forma de que yo llegue a comprender el chino, pues no hay forma de que yo pueda aprender el significado de ninguno de los símbolos. Estoy manipulando símbolos, lo mismo que un ordenador, pero sin adscribir significado a los símbolos.
El propósito de este experimento mental es el siguiente: si yo no comprendo el chino basándome solamente en el funcionamiento de un programa informático para comprender el chino, tampoco lo comprende entonces, con ese mismo fundamento, ningún otro ordenador digital. Los ordenadores digitales se limitan a manipular símbolos de acuerdo con las reglas del programa.
Lo dicho para el chino vale igual para otras formas de cognición. La nueva manipulación de símbolos no basta por sí misma para garantizar cognición, percepción, comprensión, pensamiento, y así sucesivamente. Y dado que los ordenadores, en su cualidad de tales, son dispositivos de manipulación de símbolos, la mera ejecución del programa no basta para garantizar la cognición”.
J. Searle “¿Es la mente un programa informático?”