Especificidad del saber filosófico

Especificidad del saber filosófico

Esta actividad que empezó en Jonia hace más de miles de años, y que aún perdura, ¿en qué consiste? Dicho de forma clara y directa, ¿Qué es la filosofía?, y qué relación mantiene con otras formas de saber cómo la ciencia y la religión.

¿Qué es la filosofía?

La cuestión de en qué consiste la filosofía es, de entrada, un auténtico problema filosófico, puesto que todavía no se ha conseguido una respuesta única y satisfactoria. La filosofía es el resultado de una actividad, y sucede que hay distintas maneras de desarrollar esta peculiar actividad humana que es la búsqueda del saber (filo-sofía). Sin embargo, hay algo que sí parece caracterizar a la actividad filosófica, un aspecto que la diferencia de otros tipos de conocimientos, como el mitológico o el religioso. Nos referimos a su carácter racional, sistemático y crítico:

ü Racional: porque se basa en argumentaciones lógicas y, en menor medida, en observaciones de la experiencia. La filosofía no se limita a señalar que las cosas son de una determinada manera, sino que trata de descubrir por qué son precisamente así. Y, para ello, no se basa en la fantasía, la tradición o la simple observación, sino, fundamentalmente, en demostraciones y reflexiones lógicas.

ü Sistemático: ya que exige que todas sus afirmaciones estén relacionadas y jerarquizadas, de forma que la explicación de cuestiones particulares se base en la de aspectos generales. En filosofía, los conocimientos están ordenados y, dentro del sistema que forman, no se admiten incoherencias.

ü Crítico: pues no admite nada sin examen racional previo y postula que cualquier conocimiento debe ser revisado y rechazado, si se encuentran razones para ello. No ocurre así en otros tipos de conocimientos como el mitológico, puesto que en estas narraciones fantásticas el comportamiento de dioses y héroes no está sujeto a crítica: actúan como actúan porque quieren, sin que quepa pedir razones. Por ejemplo: el invierno se debe a que la hija de Deméter fue raptada por Hades; pero ¿por qué la raptó, o sea, por qué hay invierno? Simplemente, porque Hades quiso hacerlo.

“Todos los hombres y todas las mujeres son filósofos; o, permítasenos decir, si ellos no son conscientes de tener problemas filosóficos, en cualquier caso, tienen prejuicios filosóficos. La mayor parte de estos prejuicios son teorías que inconscientemente dan por sentadas o que han absorbido de su ambiente intelectual o de la tradición.

Puesto que pocas de estas teorías son conscientemente sostenidas, constituyen prejuicios en el sentido de que son sostenidas sin examen crítico, incluso a pesar de que pueden ser de gran importancia para las acciones prácticas de la gente y para la vida entera.

Una justificación de la existencia de la filosofía profesional reside en el hecho de que los hombres necesitan que haya quien examine críticamente estas extendidas e influyentes teorías.

Éste es el inseguro punto de partida de toda ciencia y de toda filosofía. Toda filosofía debe partir de dudosas y a menudo perniciosas concepciones del sentido común acrítico. Su objetivo es el sentido común crítico e ilustrado, una concepción más próxima a la verdad y con una influencia menos perniciosa sobre la vida humana”.

Popper, K, Cómo veo la filosofía.

Tomado de “Filosofía y Ciudadanía”, pag, 13, editorial Edebé.