D - Bochènski, J. - Introducción al pensamiento filosófico

INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO FILOSÓFICO

"La filosofía es un asunto que no atañe sólo al profesor de ella. Por muy raro que parezca, probablemente no hay hombre que no filosofe. O por lo menos, todo hombre tiene momentos en su vida en que se convierte en filósofo. (...) De ahí, para todos, la importancia de la cuestión: ¿Qué es propiamente la Filosofía? (...) ¿Cuál es su terreno propio?.

A esta pregunta contestan las diversas escuelas con respuestas muy variadas. Sólo voy a enumerar algunas de las más importantes.

Primera respuesta: la posibilidad del conocimiento, sus presupuestos y límites. (...)

Segunda respuesta: los valores (...)

Tercera respuesta: el hombre como fundamento y supuesto de todo lo demás.

Cuarta respuesta: [la estructura del lenguaje científico] (...)

Los defensores de cada una de estas opiniones echan en cara a los partidarios de las otras que no son en absoluto filósofos. (...) Ahora, si he de decir a ustedes mi modesta opinión personal (...). Me parece muy razonable que se diga que la Filosofía ha de ocuparse del conocimiento, de los valores, del hombre, del lenguaje. Pero ¿por qué sólo de eso? ¿Ha demostrado algún filósofo que no haya más objetos de la Filosofía? Nada semejante se ha demostrado jamás.

Parece, pues, que la Filosofía no puede ser identificada con las ciencias especiales ni limitada a un solo terreno. Es en cierto sentido un saber universal. Su dominio no se limita, como el de las ciencias, a un terreno estrictamente acotado. Mas si ello es así, puede suceder, y de hecho sucede, que la Filosofía trate los mismos objetos de que se ocupan las ciencias.

¿En qué se distingue entonces la Filosofía respecto de ellas? (...)

Por su punto de vista. Cuando considera un objeto, lo mira siempre y exclusivamente desde el punto de vista del límite, de los aspectos fundamentales. En este sentido, la Filosofía es un saber de los fundamentos. Donde las ciencias se paran, donde ellas no preguntan y dan mil cosas por supuestas, allí empieza a preguntar el filósofo. Las ciencias conocen; él pregunta qué es conocer. Los otros formulan leyes, él se pregunta qué es la ley. El hombre ordinario habla de sentido y finalidad. El filósofo estudia qué hay que entender propiamente por sentido y finalidad. Así la filosofía es también un saber radical, pues llega a la raíz de manera más profunda que ninguna ciencia. Donde las otras se dan por satisfechas, la Filsoofía sigue preguntando o investigando.

Así vieron a la Filosofía la mayor parte de los filósofos de todos los tiempos. Como un saber universal, en el sentido de que no se cierrra a ningún campo (...), como saber de los problemas límite y de las cuestiones fundamentales, y por ello también, como un saber radical que no se da por satisfecho con los supuestos de las otraws ciencias, sino que quiere investigar hasta la raíz."

Bochénski, J. (Selección del cap. II, Barcelona, Herder, 1962)