PASADO QUE NO PASA DETENIDOS DESAPARECIDOS: UN MÉXICO QUE TODAVÍA ESTÁ PENDIENTE*
Edith López Ovalle
Recuerdo, recordemos.
Esta es nuestra manera de ayudar a que amanezca
sobre tantas conciencias mancilladas,
sobre un texto iracundo, sobre una reja abierta,
sobre el rostro amparado tras la máscara.
Recuerdo, recordemos.
Hasta que la justicia se siente entre nosotros.
Rosario Castellanos
En México, de las juventudes que ahora tenemos entre los 25 y 30 años, algunos crecimos con la música de Cri Cri y al mismo tiempo de Silvio Rodríguez, Óscar Chávez, Mercedes Sosa, en fin, con Trova; también fuimos niños que crecimos con cuentos infantiles chinos y rusos; aún conservo uno de ellos editado en la República Popular de China que aunque se llama “En la Guardería”, tiene un alto contenido ideológico, una parte del cuento dice lo siguiente: Ahora todos bailan, cantando con placer: “El sol alumbra, sonríe el girasol; somos buenos niños del Presidente Mao. Nos templamos desde pequeños, para hacer méritos en bien de la patria cuando seamos mayores.”(Pu Jung, 1978). Nosotros somos el producto de la educación de una generación que creyó en la utopía y lo incorporó a su vida, muchos de ellos de tendencias ideológicas como los Trotskistas, Leninistas, Estalinistas, Maoístas y bajo ellas actuaron políticamente.
Andreas Huyssen en Recuerdos de la Utopía, ubica y describe a este tipo de ideal en la década de 1960 como esa década del siglo xx que volvió a alumbrar con todo el énfasis el espíritu utópico, desde Martin Luther King, que exclamaba “tengo un sueño”, hasta Herbert Marcuse, que exigía que se volviera realidad la utopía de los graffittis de mayo del 68 que proclamaban “la imaginación al poder” (Huyssen, 2002: 253). En las juventudes latinoamericanas la utopía se vivía de igual manera más el plus de la esperanza que la Revolución Cubana impregnó en muchos de ellos. El movimiento estudiantil de 1968 en México también se volvió un referente fundamental. Pero justo el 68 fue el fin crónico de la utopía, porque la utopía no murió, la mataron, la desaparecieron, la torturaron.
Tengo un libro de 890 páginas titulado “Informe Histórico presentado a la Sociedad Mexicana”, el autor: Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado(1) (FEMOSPP). A la Fiscalía se le conocía popularmente como la Fiscalía de nombre largo y alcances cortos, puesto que, como instancia oficial del Estado, no logró conciliarnos con nuestro pasado porque no alcanzó a hacer Justicia. Esto es tan sólo una muestra de falta de voluntad política por parte del Estado, pero también sintomática de la dificultad de los mexicanos como sociedad para trabajar y resolver nuestro pasado reciente.
La Fiscalía se creó por una exigencia social, específicamente de los familiares de detenidos desaparecidos, fueron ellos quienes presionaron porque se hiciera una investigación que señalara la verdad y el juicio y castigo a los responsables de los crímenes que se cometieron; son los familiares quienes pidieron y siguen exigiendo ahora Justicia y son ellos quienes ante la impunidad y el olvido institucionalizado han buscado formas para contar la otra historia, la historia no oficial, la historia silenciada.
Dentro del Informe de la Fiscalía en el que se enmarcan los crímenes cometidos por el Estado, la Desaparición Forzada de Personas nombrando ahí los cientos de hijos, hermanos, padres, madres que estamos buscando; sin embargo no pasa nada. Aunque este crimen se cometió en el pasado(2), hasta que no se sepa el paradero de los detenidos desaparecidos, se está cometiendo segundo a segundo, minuto a minuto, es un pasado que no pasa, una tortura permanente. Los detenidos desaparecidos son un pasado-presente, un interminable pasado, más bien un interminable presente.
En otros países latinoamericanos, como Argentina, Chile y Uruguay, las desapariciones forzadas fueron parte de sus pasados recientes, actualmente han trabajado políticas desde el Estado para llegar a la verdad, para juzgar esos crímenes y dignificar a las víctimas. La memoria individual y colectiva de los familiares se ha vuelto primordial en el ejercicio de conciliación con sus pasados, no solamente a nivel estatal, más allá a nivel social e histórico. En México, sólo hay un sector muy reducido de la población que mantienen presente esta historia, básicamente son los familiares y amigos solidarios.
Tzvetan Todorov plantea que aquellos que, por una u otra razón, conocen el horror del pasado tienen el deber de alzar su voz contra otro horror (Todorov, 2000:59). Cecilia Serna, era paciente del Doctor Piedra, padre de Jesús Piedra Ibarra, quien actualmente se encuentra detenido desaparecido. Fue esta relación la que llevó a la cineasta a emprender el proyecto con alumnos de la Universidad Autónoma de Nuevo León del documental Vivos los Llevaron, Vivos los queremos (2008) en el que se reconstruye la historia del Comité ¡Eureka!(3)a partir de recreaciones y entrevistas a varios de sus miembros quienes en su mayoría son madres y hermanas de detenidos desaparecidos además de algunos sobrevivientes que eran militantes de organizaciones políticas de los años 60 y 70. Cuando empieza el documental se lee la siguiente frase:
Saldrás de cualquier lugar
a recibirme y abrazarme,
y recuperaré en ese abrazo todos
los soles que me han robado.(4)
Vivos los Llevaron, Vivos los Queremos es un grito desesperado por mostrar la otra realidad en México, historias que nunca terminan y que buscan una resonancia en quienes nos volvemos cómplices al verlo. El documental recurre a varias estrategias de dramatización de los hechos, recrea historias de represión de los entrevistados con la intención de transmitir al espectador la mayor cantidad de información, pareciera que no son suficientes los relatos de los entrevistados, pero al tratar de hacerlos lo más explícitos posible se cancela. Hay una escena en que encuentran algunas “Doñas” del Comité Eureka literalmente colgadas, están vestidas de rojo y en el centro de su cuerpo la fotografía de su familiar detenido desaparecido, durante minutos sólo vemos esa imagen con una ópera de fondo.
Documental "Vivos los llevaron. Vivos los Queremos" (2008)
Todorov plantea la distinción entre el uso literal y el uso ejemplar de la memoria. El uso literal, que convierte en insuperable el viejo acontecimiento, desemboca a fin de cuentas en el sometimiento del presente al pasado. El uso ejemplar, por el contrario, permite utilizar al pasado con vistas al presente, aprovechar las lecciones de las injusticias sufridas para luchar contra las que se producen hoy día, y separarse del yo para ir hacia el otro (Todorov, 2000: 32). Vivos(5) en su desarrollo trabaja desde el uso literal de la memoria, plantea una imposibilidad de sentir el sufrimiento de los familiares y los sobrevivientes, sin embargo, hacia el final del documental, pareciera que los protagonistas se oponen a ser objeto de la memoria literal, en las últimas escenas se encuentran las Doñas del Comité ¡Eureka! en un mitin afuera de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en él habla Doña Rosario y dice:
Queremos decirles que vamos a seguir luchando
Y que por favor se sumen a esta lucha
Y que no piensen como mucha gente que dice
-Pobres mujeres locas, ya se los han de haber matado-
Pues nosotros decimos que no
Que no vamos a aceptar que los mataron
Que los vamos a seguir buscando
Y que sus ideas están presentes siempre
Y seguiremos gritando
Y queremos que tengan esa esperanza nuestra
¡VIVOS LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
Rosario Ibarra de Piedra
Vivos parte de una necesidad de reconocer la lucha legítima que han llevado las Doñas del Comité ¡Eureka!, tiene la premisa de hacernos saber que esas mujeres y hombres que siempre han sido solidarias con los movimientos sociales tienen un herida abierta, y de alguna manera nos invita a involucrarnos, tal vez el problema es que no nos da una salida. En este sentido, los mecanismos de transmisión del pasado se quedan en el conocimiento, como información pura (y por demás saturada) sin una salida para significar, para interpretar.
Elizabeth Jelin plantea que para poder transmitir los sentidos del pasado hay al menos dos requisitos: el primero, que existan las bases para un proceso de identificación, para una ampliación inter-generacional del <<nosotros>>. El segundo, deja abierta la posibilidad de quienes <<reciben>> le den su propio sentido, reinterpreten, resignifiquen. (Jelin, 2000: 126). En México a pesar de los intentos institucionales por glorificar nuestra historia (ahora muy de moda con las celebraciones del Bicentenario), los mexicanos aún no saldamos cuentas con nuestro pasado de más de 500 años de injusticias. Es por ello que Vivos, puede parecer excesivo, porque es una voz que exige ser escuchada sobre todas las voces que gritan y callan al mismo tiempo las injusticias de este país.
A Vivos se le une otra voz, en el año 2009 se estrenó el documental Trazando Aleida de Christiane Burkhard en el cual se desarrolla también el tema de la desaparición forzada a partir de la historia particular de Aleida, hija de detenidos desaparecidos.
¿Cuándo comienza realmente esta historia?
Es una historia que tiene muchos comienzos
Que tiene muchos rostros
Es una historia de todos
Es mi historia
Es la historia de mi familia
Es una historia que apenas se va articulando
Y anteriormente solamente se contaba como en voces bajas, como susurrando
Es un México que todavía está pendiente
Aleida Gallangos(6)
Aleida y su hermano Lucio Antonio, son los dos únicos hijos de detenidos desaparecidos en México que han recuperado su identidad. Trazando Aleida narra la búsqueda que realiza Aleida de su hermano y la reconstrucción de su historia. El recurso utilizado en este documental es el video reportaje, en el que una cámara se encuentra siempre grabando a Aleida, la recreación es la filmación del material archivado por ella en una carpeta, y los recorridos que hace en búsqueda de armar el rompecabezas de su vida.
Documental "Trazando Aleida" (2009)
Al tratarse de una historia particular pero enmarcada dentro de una historia colectiva, la búsqueda de Aleida abre caminos e historias que todavía faltan por encontrarse, no solamente es su familia, son muchas más, son las historias de todos los detenidos desaparecidos de este país y aunque no está enmarcada dentro de una lucha política dentro de una organización, abre la posibilidad de un acercamiento a su historia que puede ser la historia de cualquiera de nosotros.
La tarea de reivindicar, dignificar y hablar de las víctimas del Terrorismo de Estado en México parece una tarea interminable, más aún cuando no ha cesado y parece que las largas listas de crímenes aumentan día a día. Sin embargo, en la elaboración del pasado tanto Vivos como Trazando Aleida nos invitan a transformar las huellas, secuelas y los restos del pasado en un marco referencial para poder elaborar y significa la memoria colectiva, sensibilizarnos y compartirnos esta tarea de no dejar vencer al olvido y el silencio. La resonancia tiene ser: NUNCA MÁS.
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* Ensayo realizado en 2010 dentro del posgrado en Artes Visuales de la UNAM
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1. La Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado surge bajo la administración de Vicente Fox Quesada en 2001, dependiente de la Procuraduría General de la República. Entrega en 2006 el “Informe Histórico presentado a la Sociedad Mexicana” y desaparece sin haber consignado a ningún responsable.
2. El primer desaparecido político es Epifanio Avilés Rojas, detenido desaparecido en Coyuca de Catalán Guerrero desde 1969.Este crimen como una política sistemática del Estado se sigue cometiendo actualmente, no hay un solo periodo presidencial en el que no se hayan cometido desapariciones forzadas.
3. El nombre completo de la organización es Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exilados Políticos ¡Eureka! fundado y dirigido por Rosario Ibarra de Piedra, madre de Jesús Piedra Ibarra.
4. Principio del documental Vivos los Llevaron, Vivos los queremos. Transcripción propia.
5. A partir de aquí Vivos, se refiere al documental Vivos los Llevaron, Vivos los Queremos.
6. Principio del documental Trazando Aleida. Transcripción propia.
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Referencias
Bibliografía
Aquino, Arnulfo y Pérezvega. (2004). Imágenes y símbolos del 68, fotografía y gráfica del movimiento estudiantil. D.F. México: Publicaciones y Fomento Editorial UNAM
Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (2008). Informe Histórico presentado a la Sociedad Mexicana. D.F. México: Comité 68 Pro Libertades Democráticas A.C.
Huyssen, Andreas. (2002). <Recuerdos de la Utopía>. En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalización. D.F. México: Fondo de Cultura Económica.
Jelin, Elizabeth. (2002). Los trabajos de la Memoria. Madrid, España: Siglo Veintiuno. (Colección Memorias de la Represión).
Jung, Pu. (1978). En la Guardería. Pekin, China: Ediciones en lengua extranjera
Todorov, Tzvetan. (2000). Los abusos de la Memoria. Barcelona, España: Paidós.
Filmografía
Serna, Cecilia. (2008). Vivos los llevaron, Vivos los queremos. [DVD]. Monterrey, México: Universidad Autónoma de Nuevo León: 110 minutos.
Burkhard, Christiane. (2009). Trazando Aleida: la historia de una búsqueda. [DVD]. D.F., México: Prysma Comunicación con Causa, Instituto Mexicano de Cinematografía. 88 minutos.
Hemerografía
Cruz Barcenas, Arturo. (2007, 12 de enero). Vivos los llevaron… narra el infierno de desaparecidos en la guerra sucia. La Jornada, [en línea], D.F. México. Recuperado el 30 de mayo de 2010 de
http://www.jornada.unam.mx/2007/01/12/index.php?section=espectaculos&article=a08n1esp