ELECTRÓNICA MUSICAL - HERRAMIENTAS DIGITALES PARA EL SONIDO
Puede interpretarse el desarrollo musical del siglo 20 como la emancipación del sonido, que abarca desde la composición en un campo sin solución de continuidad entre música, habla, ruido y silencio, hasta la estructuración microscópica del sonido. Con ello, el perfil del compositor se ha ampliado del de armonizador [N. del T.: "Tonsetzer", en alemán] e instrumentador para voz y orquesta al de artista sonoro electroacústico. Al mismo tiempo el autodidacta creativo ha visto cómo su campo de trabajo se ha ampliado al pop, rap, tecno, la publicidad y los multimedios, hasta la composición audiovisual. La música de nuestros días - en tanto "audio virtual" entre la música mediática, herramientas digitales y ciberespacio- tiene a disposición innumerables mundos sonoros y métodos para el procesamiento del sonido.
La "tonalidad electrónica" se inscribe en una larga tradición. Uno de los tempranos instrumentos electrónicos, el trautonio, musicalizó de manera genial la película de Hitchcock Los pájaros. Muchos músicos, como John Cage en su música para cinta, reseñan en su biografía sonora una fase intensiva de experimentación con los nuevos medios de su tiempo. A partir de los proyectos pioneros de Stockhausen en el Estudio de Música Electrónica de la Radio del Oeste de Alemania (WDR) en Colonia en los años 50, ese lugar se convirtió en un laboratorio del reconocimiento sonoro, un microscopio de la síntesis sonora y de la difusión espacial. Hoy los equipos de software de la informática musical producen programas mucho más complejos, pero mucho más accesibles a nivel mundial, que llegan incluso a la fábrica de bolsillo de los compositores independientes y posibilitan la realización de obras complejas, incluída la masterización perfecta.
En el instrumental se pueden diferenciar una media docena de capas, que están interconectadas entre sí sobre la base del MIDI (Musical Instruments Digital Interface), código de tiempo y numerosos algoritmos de computadora. Los sintetizadores digitales generan sonidos artificiales. Los muestreadores [N. del T.: "samplers" en el original] son máquinas multifónicas de reproducción, almacenadores de sonido y procesadores para la transformación sonora, cuya aplicación sólo está limitada por la fantasía del usuario. Con el secuenciador de software, una línea temporal de alta resolución y ampliable a través de estructuras interactivas entre el músico y el programador, pueden fijarse todos los acontecimientos planificados, pero también improvisaciones, en una partitura fluyente. Los "plug-ins" de software, dispositivos de efectos desarrollados permanentemente de manera industrial, controlan el comportamiento temporal, nivel, timbre y la distribución espacial del material acústico. Todas las capas de la producción electroacústica están comprendidas en la estación digital de trabajo de audio. Se trata de un estudio dentro del estudio, en el cual a partir de diferentes programas puede cargarse desde la materia prima -a partir de numerosos discos compactos con muestras sonoras digitalizadas en todos los estilos imaginables-, hasta el sonido espacial "surround" perfecto. Los fundamentos de la concepción de una metaestación de trabajo a través de la red informática, en la cual se puedan encontrar material, software, socios e interacciones, son ya una realidad.
Hans-Ulrich Werner