La materia está formada por moléculas que pueden ser de tamaño normal o moléculas gigantes llamadas polímeros.
Los compuestos orgánicos son en general sustancias de constitución simple, porque se forman por moléculas con un número muy reducido de átomos.
La palabra polímero proviene de los vocablos griegos: Poly y Mers que significa muchas partes.
Los polímeros se producen por la unión de cientos de miles de moléculas pequeñas denominadas monómeros que constituyen enormes cadenas de las formas más diversas.
El almidón, la celulosa, la seda y el ADN son ejemplos de polímeros naturales, entre los más comunes de estos y entre los polímeros sintéticos encontramos el nailon, el polietileno y la baquelita.
La celulosa se encuentra en la madera y en los tallos de muchas plantas, y se emplean para hacer telas y papel.
La seda es otro polímero natural muy apreciado y es una poliamida semejante al nylon.
La lana, proteína del pelo de las ovejas, es otro ejemplo de polímero natural.
Los polímeros se producen por la unión de cientos de miles de moléculas pequeñas denominadas monómeros que constituyen enormes cadenas de las formas más diversas. Este proceso se conoce como polimerización es una reacción química por la cual los reactivos, monómeros(compuestos de bajo peso molecular), forman enlaces químicos entre sí, para dar lugar a una molécula de gran peso molecular (macromolécula), ya sea ésta de cadena lineal o de estructura tridimensional, denominada polímero.
El hule de los árboles de hevea y de los arbustos de Guayule, son también polímeros naturales importantes.