Nina Petrova

Casi un millón de mujeres se alistaron en el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial. Desde que Adolf Hitler inició la Operación Barbarroja en agosto de 1941, Stalin hizo un llamamiento a las féminas para que se unieran a las fuerzas soviéticas debido a la escasez de efectivos y a la fuerza de la «Wehrmacht». A partir de entonces, no fue raro ver en el campo de batalla desde aviadoras, hasta tanquistas dispuestas a defender a la Madre Rusia. Pero si hubo unas guerreras que destacaron esas fueron las francotiradoras. Sigilosas y letales, muchas de ellas se ganaron un hueco en la historia por la ingente cantidad de bajas y el pavor que causaron al enemigo.

Algunas de estas 10.000 tiradoras de élite (según las cifras que ofrece la historiadora Lyuba Vinogradova en su obra «Ángeles vengadores») se han convertido en auténticas heroínas de la URSS. La misma Lyudmila Pavlinchenko, mundialmente famosa, acabó con más de 300 objetivos durante la contienda. Y otro tanto pasó con Tania Chernova, conocida por la cantidad de bajas que logró y por ser la amante rubia de Vassili Zaitsev. Sin embargo, existió también una francotiradora cuya historia sorprende no tanto por los alemanes que aniquiló (que también), sino porque se enfrentó a los nazis cuando sumaba medio siglo de vida: Nina Petrova.