El mundo de los espías

La lucha cruenta, terrible y estremecedora de las trincheras se tornó en enfrentamiento y competencia de los servicios de espionaje en España. La importancia estratégica del territorio español y de sus abastecimientos en productos textiles, armamento y motores de avión Hispano-Suiza, llevó a los servicios secretos, tanto alemanes como aliados, a buscar el modo de conseguirlos.    

Con sede en Madrid, el gobierno alemán estableció una red de espionaje activa e intensa, dirigida por el embajador en la capital, Maximilian von Ratibor, con el objetivo de cambiar la dinámica política y, sobre todo, económica española respecto al abastecimiento. El establecimiento de una corriente de opinión pública favorable a Alemania cayó en manos de los diarios germanófilos, especialmente aquellos más conservadores como ABC, que presionaron al Rey para aceptar la propuesta del gobierno alemán de implicarse en el conflicto. La contraofensiva aliada no se hizo esperar y los servicios aliados, especialmente los ingleses liderados por su embajador Arthur Henry Hardinge, contaminaron de igual modo las estructuras de poder y la opinión pública mediante la afiliación de los periódicos llamados aliadófilos, aquellos más progresistas, como El Sol o El Socialista.

España se convirtió durante esos años en un hervidero de espías alemanes, franceses, italianos, ingleses, austriacos… De todos ellos, quizás por su carácter romántico y literario, destacan las mujeres que se pusieron al servicio de unos y otros, protagonizando una guerra femenina sin precedentes en la historia. Entre ellas destacó la figura de Pilar Millán Astray, verdadero modelo de espía eficiente, pero hubo muchas otras cuya importante labor no ha sido suficientemente resaltada.

Inauguraron estas valientes agentes el periodo clásico de los servicios de espionaje que llevó, cien años después, a las superestructuras de inteligencia y espionaje actuales donde los agentes, sin tanto romanticismo y glamour, se confunden con los paisanos anónimos de aquellos hoteles lujosos y teatros concurridos. Lejos de la literatura y el cine. Lejos de un pasado que hoy se antoja irreal.

Imagen de radiotelegrafista, 1913

Autobus convertido en palomar movi. En la Gran Guerra se difundió el uso de palomas espías

 

Submarino de la Armada Imperial alemana de la 1ª Guerra Mundial