La neutralidad española en la Gran Guerra

Siendo neutral en la Primera Guerra, España venía a confirmar unas tendencias aislacionistas, particularmente visibles entre 1870 y 1953. Sin embargo, en 1914 el país estaba lejos de ese aislacionismo que había rematado en el desastre de 1898. Entre 1904 y 1907 la diplomacia española había logrado vincularse, como socio menor, a la entente franco-británica, obteniendo responsabilidades en el norte de Marruecos y la garantía de sus intereses geoestratégicos en el área atlántico-mediterránea.

En los años siguientes, las limitaciones impuestas por Francia a la proyección marroquí de España y la presión de un nacionalismo regeneracionista animado por la creciente tensión entre los bloques europeos, generaron actitudes de inconformismo que vinieron a concretarse tanto en un impulso de la germanofilia como en tentativas diplomáticas para vender más cara a Londres y París la amistad e incluso la colaboración española en caso de guerra.

Ante la situación límite de 1914, se impuso la neutralidad. La sociedad la apoyaba, el Estado carecía de objetivos y de medios para la beligerancia y los contendientes tampoco tenían interés en quebrarla. La guerra generó importantes tensiones: transformó la vida económica, agravó las confrontaciones sociales, ahondó las divisiones ideológicas y desestabilizó definitivamente el régimen representativo.

El país se ahorró los desastres de la guerra. No alcanzó los réditos de una mediación siempre imposible, pero sí los de una meritoria labor humanitaria impulsada desde Palacio. En gran medida por eso mismo, a la hora de la Paz, España se vio compensada con un puesto no permanente en el Consejo de la Sociedad de Naciones. No era en la posguerra esa “primera potencia neutral” que el Rey Alfonso XIII quería. Vivió la crisis y el derrumbe de las instituciones representativas, pero no más que otros muchos países neutrales e incluso vencedores (como Italia, Portugal o Grecia), que sin embargo pagaron, además, un tributo de sangre y ruina que Madrid no conoció.