La ayuda humanitaria

El 28 de julio de 1914 el mundo entero estaba en guerra. Los corresponsales que los periódicos habían enviado al frente, no hablaban sólo de batallas y soldados muertos, sino también de pueblos destruidos, de miles de personas que huían, de niños huérfanos perdidos, vagando de un lado a otro en busca de comida, de soldados desplazados y extraviados…

Desde España se tomó la iniciativa y se organizaron servicios de ayuda humanitaria, utilizando para ello una gran dosis de tacto político y diplomático. Destacaron por su actividad humanitaria las Comisiones Inspectoras para visitar, en vivo y en directo, los campos de prisioneros. La idea era recuperar y transmitir información sobre los soldados allí ingresados y sus condiciones de vida. La brillante labor humanitaria de muchos de los españoles que participaron en las Comisiones de Inspección de los Campos de Prisioneros, fue reconocida por el Ministerio de la Guerra y por el Comité Internacional de la Cruz roja.

No podemos olvidarnos de otro grupo de personajes, que resultaron protagonistas en su acción humanitaria durante la Primera Guerra Mundial, se trata de las enfermeras, y no resulta fácil de concretar, porque en los primeros años del siglo XX en España, la enfermería se caracterizaba por su naturaleza profundamente vocacional y religiosa. El empeño personal de la Reina Victoria Eugenia de Battembert porque la enseñanza de la enfermería adquiriese la importancia y el desarrollo que tenía  en otros países, condujo a su reconocimiento oficial en mayo de 1915 y a la creación del Cuerpo de Damas Enfermeras de la Cruz Roja al año siguiente.

Aunque no tenemos referencia a título nominal de enfermeras españolas en acciones humanitarias durante la Gran Guerra, su recién refrendado título, así como la creación del Cuerpo de Damas Enfermeras, nos permiten deducir que las enfermeras españolas sí estuvieron presentes como enfermeras profesionales y voluntarias de la Cruz Roja Internacional, en los frentes y, en este sentido, se puede considerar que forman parte del patrimonio colectivo de los protagonistas de la ayuda humanitaria de la España neutral en la Primera Guerra Mundial.