Presentación

La Exposición Protagonistas de la España neutral nace del esfuerzo conjunto de colaboración entre la Biblioteca Central y el Departamento de Historia Contemporánea de la UNED. De alguna forma se quería participar en los actos conmemorativos del Centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial y se pensó que, a través de una Exposición, que se complementa con un documental y otros actos paralelos (Mesa redonda y Seminario), se podría difundir entre alumnos y público interesado la presencia de España en la Gran Guerra, a pesar y precisamente por permanecer neutral.

¿Por qué este título de Protagonistas de la España neutral? Porque con el trasfondo del protagonismo individual y colectivo, queremos mostrar cómo desde la España neutral se vivió la guerra y cómo se “participó” en la misma.

La Exposición se organiza en nueve paneles con textos e ilustraciones y se acompaña de una serie de objetos alusivos a aspectos que se abordan en ella. El presupuesto económico con el que se contaba, era muy pequeño y por ello recurrimos a una fórmula ya utilizada en otras exposiciones organizadas por la Biblioteca: la edición de un pequeño folleto que recoge de manera más amplía el pequeño texto que aparece en cada panel, acompañado de algunas ilustraciones y una selección bibliográfica. En este sentido, agradecemos a Marcial Pons Editores su ayuda en la edición.

En este folleto damos forma, de manera clara y sencilla, pero no por ello menos rigurosa, a la perspectiva desde la cual se enfoca la Exposición. Explicamos primero  por qué España se mantuvo neutral y el impacto que la guerra produjo en los distintos sectores de la sociedad española.

La Primera Guerra Mundial generó en el país un amplio movimiento en la opinión pública a favor o en contra de uno de los dos bandos en liza, que se alentó desde la prensa así como mediante la publicación de numerosos manifiestos y panfletos debidos a la pluma de periodistas, escritores e intelectuales. Y no sólo esto, España estuvo presente en los frentes de guerra, en los hospitales de campaña, en los campos de prisioneros y en las zonas de retaguardia con los voluntarios que se alistaron, los observadores militares, los médicos militares y las enfermeras profesionales y voluntarias que trabajaron con la Cruz Roja Internacional. Otra forma de presencia en los frentes fue mediante los periodistas y escritores enviados por los grandes periódicos, para que contasen de manera directa a sus lectores la vida en las trincheras y los horrores que estaba provocando la guerra.

Hay otros dos aspectos muy interesantes de esa participación activa aunque no beligerante. Por una parte, el hecho de que durante los años de la contienda, el país se convirtió en un hervidero de espías al servicio de los diferentes gobiernos. Por la otra, la importante labor humanitaria desarrollada, desde el palacio real, por el rey Alfonso XIII y por la reina Victoria Eugenia, promotora de la creación del Cuerpo de Damas y Enfermeras de la Cruz Roja en 1915. En esta misma línea, la tarea llevada a cabo por los representantes diplomáticos en los países en los que estaban acreditados. Destaca con luz propia la figura del marqués de Villalobar.

Por último, se traza el panorama cultural de la España de estos años para ver cómo y hasta qué punto la guerra iba a influir en los postulados y planteamientos de los movimientos en boga y en la propia labor de los artistas. Se dedica una última pincelada al cine que ya en esos años constituía un verdadero espectáculo de masas a través del cual se podía orientar e influir en la opinión pública en igual o mayor medida que lo estaba haciendo la prensa.