“Siempre habíamos querido intervenir aquí. Es una zona interesante históricamente y tenemos un proyecto de recuperación de lugares arqueológicos emblemáticos del Camino de Santiago, pero lo difícil era conseguir los permisos. La grabación de la película nos abrió la puerta”, señala Mercedes Unzu Urmeneta, arqueóloga y directora del Gabinete Trama. Participa en esta intervención junto con sus compañeros Carlos Zuza Astiz y Nicolás Zuazua Wegener, y un grupo de estudiantes de la UNED de Pamplona (centro que financia la actuación), más dos de Barcelona y Burdeos. También se han ofrecido dos charlas en Burguete.
Miembros del Gabinete Trama y estudiantes colaboradores,
junto a la excavación de la cabecera de la ermita. A.V.
"A lo mejor tenemos la suerte de encontrar uno de los escenarios de la batalla de Roncesvalles. Podría ser en la vida de un arqueólogo lo más importante que te ha pasado" (Merche Unzu).
Crucemos los dedos y deseemos a Merche, Carlos y Nicolás, del Gabinete Trama de arqueología, toda la suerte del mundo
Una excavación saca a la luz la antigua ermita de San Salvador de Ibañeta
Este mes se ha intervenido sobre la cabecera del templo que estuvo en uso al menos un millar de años
ASER VIDONDO Alto de Ibañeta
Se trata sin duda uno de los puntos de Navarra con más historia. Elalto de Ibañeta ha sido zona de paso obligado en el Pirineo durante milenios, un lugar donde se han fraguado importantes batallas, un vigilado punto fronterizo, un espacio de culto religioso y de atención a peregrinos... Y, fruto de ese atractivo histórico, el Gabinete Trama de arqueología ha centrado sus esfuerzos en excavar e investigar uno de los edificios que allí se levantó y estuvo en uso al menos un millar de años: la antigua ermita de San Salvador de Ibañeta. Culmina hoy la tercera campaña centrada en este templo también conocido como Capilla de Carlomagno, y del que la documentación escrita más antigua data del año 1027. Este mes de julio se ha excavado la parte de la cabecera, en una superficie de 9x9 m, evidenciándose que es prerrománica, de forma plana y orientada hacia el este. Han salido muros, pavimentos y el escalón de acceso al presbiterio.
Antes, se realizó una cata en 2009 de la mano de la película ‘La chanson de Roland’, encontrándose un muro y dos enterramientos del siglo XIII, y luego en 2016 otras cuatro pequeñas catas para delimitar el entorno.
"Ruinas de la Capilla de Carlo Magno en la cumbre de Ibañeta" (postal desde 1940)
Restos bajo la actual ermita
“En fotos aéreas del vuelo histórico de Rada de 1929se ven aún las ruinas, hoy cubiertas. Y también nos hemos apoyado en las excavaciones que hizo en esta zona en los años 50 Luis Vázquez de Parga cuando se iba a abrir la actual carretera”, señala Unzu. Sobre parte del templo que se ha empezado a excavar se levantó en 1963 la actual ermita de San Salvador. Y a su lado, también sobre el antiguo templo, pasa el trazado de la carretera que se habilitó a mediados del siglo XIX, hoy camino de acceso al aparcamiento. “Tendría unas dimensiones de 7 m de ancho y 25 m de largo, todo de una única nave. En el año 1127 se le adosó un hospital para peregrinos, al hilo del auge que empezó a tener el Camino de Santiago, pero sólo funcionó 5 años ante las inclemencias del lugar (a 1.057 m de altitud).
Se bajaron a un lugar más llano y recogido, y así nació Roncesvalles”, repasa Carlos Zuza. “Aún no hemos encontrado materiales que nos permitan fechar con exactitud la ermita, pues estuvo en uso hasta mediados del siglo XIX, cuando se quemó en un incendio fortuito. Habrá que excavar en los alrededores, analizar la estratigrafía. Sí han salido monedas que van desde época romana al siglo XVII, y también cerámicas medievales”, añade. “Se sabe que esto ya antes era lugar de culto, que hubo un santuario romano, pues en la excavación de Vázquez de Parga apareció un ara (altar) de los siglos I-II d.C. dedicada al Sol Invicto”.
Imagen de Roberto Pato. 2010
Si hay algún nombre evocador es "Roncesvalles".
Hemos visto hasta ahora tres entradas dedicadas a Roncesvalles: "Canto de Altobiscar: una sorpresa", "Canto de Altabiscar", por V.M. Arbeloa y "Cantar de Roncesvalles", también llamado el Roncesvalles navarro.
Vamos a ver hoy el Roncesvalles de Bernardo del Carpio escrito en 1849 y que forma parte de un libro de poesías, "Ecos nacionales" de Ventura Ruiz Aguilera. Como bien sabéis, la derrota siempre es huérfana, pero la victoria... algunos se la han atribuído a Bernardo del Carpio.
Estoy convencido de que -como yo- leístes de niños este poema y no habéis olvidado eso de "Mala la hubisteis, franceses, en esa de Roncesvalles"
Bernardo del Carpio, héroe del poema, es un personaje mitad leyenda, mitad historia. Fruto de los amores secretos entre el Conde de Saldaña, Sancho Díaz, y la hermana del rey astur Alfonso II, su historicidad, siempre afirmada, fue puesta en duda a partir del siglo XVII. Podéis consultar todos los datos en esa completísima página del enlace anterior, recorriendo las diferentes pestañas.
En cuanto a este precioso poema, titulado "Roncesvalles", de Ventura Ruiz Aguilera (1820-1881), me sorprende la repetición (5 veces) de esa estrofa tan conicida. Y me recuerda a la repetición en el fraudulento "Canto de Altobiscar" de los versos "Navarzal, ¿cuántos son? cuéntalos bien. Son uno, dos, tres, cuatro...", publicado quince años antes, en 1834.
Pincha para leer mejor
El poema lo he escrito respetando la grafía de la época y al pie de la letra, tal y como aparece en el libro "Ecos nacionales" escaneado por Google. Así que todas las faltas de ortografía que encontréis (que son abundantes), la culpa al maestro armero: Ventura Ruiz de Aguilera o al editor.
Ventura Ruiz Aguilera
- Cuéntame una historia, abuela.
- Siglos ha que, con gran saña,
Por esa negra montaña
Asomó un Emperador.
Era francés, y el vestido
Formaba un hermoso juego;
Capa de color de fuego
Y plumas de azul color.
- ¿Y qué pedía?
- La corona de Leon.
Bernardo, el del Carpio, un dia
Con la gente que traia
"Ven por ella" le gritó...
De entonces suena en los valles
Y dicen los montañeses:
- ¡Mala la hubisteis, franceses,
En esa de Roncesvalles!
- ¿Se acabó la historia, abuela?
- Allí, con fiera arrogancia,
Los Doce Pares de Francia,
Tambien estaban, tambien.
Eran altos como cédros,
Valientes como leones;
Cabalgaban en bridones,
Águilas en el correr.
- Sigue contando.
- Salió el mozo leonés.
Bernardo salió, y luchando
Uno á uno les fué matando,
Y hubiera matado á cien.
De entonces suena en los valles
Y dicen los montañeses:
- ¡Mala la hubisteis, franceses,
En esa de Roncesvalles!
- Me gusta la historia, abuela
- ¡Con qué ejército, Dios mío,
De tan grande poderío
Llegó Carlo-Magno acá!
¡Cuántos soldados!... No tiene
Mas gotas un arroyuelo,
Ni mas estrellas el cielo,
Ni mas arenas la mar.
- Y qué ¿triunfaron?
- Dios no les quiso ayudar.
El alma les arrancaron,
Como espigas se troncharon
Cuando silba el huracán.
De entonces suena en los valles
Y dicen los montañeses:
- ¡Mala la hubisteis, franceses,
En esa de Roncesvalles!
- ¡Qué triste es la historia, abuela!
- Diz que dice un viejo archivo
Que no quedó francés vivo
Despues de la horrenda lid.
Y así debió ser, pues vieron
Al sol de estos horizontes,
Muchos huesos en los montes
Y muchos buitres venir.
-¡Qué gran batalla!
-No fué menor el botin.
Banderas, cotas de malla,
Y riquezas y vitualla
Se recogieron sin fin.
De entonces suena en los valles
Y dicen los montañeses:
- ¡Mala la hubisteis, franceses,
En esa de Roncesvalles!
- ¿Y el Emperador, abuela?
- Huyó sin un hombre luego,
La capa color de fuego
Rota, y sin plumaje azul.
Bernardo, el del Carpio, torna
Á Castilla, tras la guerra,
Y al poner el pié en su tierra
Le aclama la multitud.
- ¡Qué de alegrías!
- En verlas gozáras tú.
Hubo fiestas muchos días,
Tamboriles, chirimías
Y canciones a Jesus.
De entonces suena en los valles
Y dicen los montañeses:
- ¡Mala la hubisteis, franceses,
En esa de Roncesvalles!
Fue ahora hace 100 años. En 1917, en la Revista de Filología Española, IV, Madrid, págs. 105-204, Ramón Menéndez Pidal presenta con el sugestivo título de "Roncesvalles. Un nuevo cantar de gesta española del siglo XIII" el Cantar de Roncesvalles, también llamado el "Roncesvalles navarro".
"Roncesvalles navarro" porque, además de ser encontrado en Pamplona, fue, seguramente, compuesto en Navarra, ya que contiene elementos del romance navarro.
El Cantar de Roncesvalles es, junto al del Mío Cid, el otro testimonio llegado hasta nuestros días de la antigua épica española. De ahí la importancia de este hallazgo.
Lo encontrado es tan sólo un centenar de versos distribuidos en dos folios por ambas caras (recto y vuelto), aunque Menéndez Pidal calcula que en origen rondaría los 5000 versos.
Su originalidad y su independencia con la Chanson de Roland o con otras manifestaciones de la épica francesa es evidente desde el primer verso:
Carlomagno conversa con la cabeza del Arzobispo Turpín "como si fuese bivo". Pero, además, lo más llamativo es que en el Cantar de Roncesvalles Roldán no muere por herida alguna:
45. »Non vos veo colpe nin lançada po que oviésedes male,
46. »por esso non vos creo que muerto sodes, don Roldáne.
Brecha de Roldán en 1960. Imagen del blog de Ángel Lapeña
" 25. Vío un colpe que fizo don Roldáne"
Folio 1 recto y vuelto
Como ya hemos dicho, en los primeros versos Carlomagno conversa con la cabeza del arzobispo Turpín. A continuación encuentra el cadáver destrozado de Oliveros y le echa en cara el verlo separado de Roldán, de quien había jurado no separarse jamás.
Recostado en una roca, encuentra, por fin, muerto a Roldán, a quien agradece la cantidad de amigos que le ha procurado. Es el "Planto" (llanto) de Carlomagno, lugar común en el género. Aquí vemos una de las originalidades del "Cantar de Roncesvalles", cuando el emperador no encuentra en él "ni golpe ni lanzada".
1. raçonóse con ella, como si fuese bivo:
2. «Bueno pora las armas, mejor pora ante Jesuchristo,
3. »consejador de pecadores e dar... tanto ...da...
4. »el cuerpo priso matirio por que le... dino
5. »¨Mas quién aoncseyará este viejo mesquino,
6. »que finca en grant cuita con moros en periglo!»
7. Aquí clamó sus escuderos Carlos el enperante:
8. «Sacat al arçebispo desta mortaldade!
9. »Levémosle a su tierra a Flanderes la ciudade.»
10. El enperador andava catando por la mortaldade;
11. Vido en la plaça Oliveros o yaze
12. el escudo crebantado por medio del braçale;
13. non vyo en ell quanto un dinero sano
14. tornado yaze a orient, como lo puso Roldáne.
15. El buen enperador mandó la cabeça alçare
16. que la linpiasen la cara del polvo e de la sangre.
17. Como si fuese bivo, començólo de preguntare:
18. «Digádesme, don Oliveros, cavallero naturale,
19. « dó dexastes a Roldán? digádesme la verdade.
20. »Quando voz fiz conpanneros diéstesme tal omenaje
21. »por que nunca en vuestra vida no fuésedes partidos máes
22. »Dizímelo, don Oliveros, dó lo iré buscare?
23. »Yo demandava por don Roldán a la priesa tan grande.
24. »Ya mi sobrino, dónt vos iré buscare?»
25. Vío un colpe que fizo don Roldáne:
1.dialogó con ella como si estuviera vivo:
2.»bueno para las armas, mejor para Jesucristo,
3.»consejero de pecadores y dar... tanto ...da..
4.»el cuerpo tomó martirio porque le... dino
5.»¡Mas quién aconsejará a este viejo mezquino
6.»que resiste en gran duelo de los moros con peligro!"
7.Aquí llamó a sus escuderos Carlos el emperador:
8."¡Sacad al arzobispo de esta mortandad!
9.»Llevémoslo a su tierra, a Flandes la ciudad."
10.El emperador andaba buscando por la mortandad;
11.Vio el sitio donde Oliveros yace
12.el escudo reventado por mitad del brazal;
13.no vio sano en él ni lo que una moneda ocupa;
14.yace vuelto a oriente, como lo puso Roldán.
15.El buen emperador ordenó la cabeza alzar
16.Que le limpiasen la cara del polvo y de la sangre.
17.Como si estuviese vivo, comenzóle a preguntar:
18."Decidme, don Oliveros, caballero de linaje,
19.»dónde dejasteis a Roldán? Decidme la verdad.
20.»Cuando os hice compañeros, me hicisteis la promesa
21.de que nunca en vuestra vida os habríais de separar
22.»Decidmelo, don Oliveros, adónde lo iré a buscar?
23.»Preguntaba por don Roldán con gran inquietud.
24.»Sobrino mío, adónde os iré a buscar?"
25.Vio un golpe que hizo don Roldán:
26. «Esto fizo con cueyta con grant dolor que aviáe.»
27. Estonz alçó los ojos, cató cabo adelante,
28. vido a don Roldán acostado a un pilare,
29. como se acostó a la ora de finare
30. El rey quando lo vido, oít lo que faze,
31. arriba alço las manos, por las barbas tirare,
32. por las barbas floridas bermeja salía la sangre;
33. essa ora el buen rey oít lo que diráde,
34. diz: «Muerto es mio sobrino, el buen de don Roldáne!
35. »Aquí veo atal cosa que nunca vi tan grande;
36. »yo era pora morir, e vos pora escapare.
37. »Tanto buen amigo vos me soliádes ganare;
38. »Por vuestra amor arriba muchos me solián amare;
39. »pues vos sodes muerto, sobrino, buscar me an todo male.
40. »asaz veo una cosa que sé que es verdade:
41. »que la vuestra alma bien sé que es en buen logare;
42. »Mas atal viejo mezquino, ¨agora que faráde?
43. »Oi é perdido esfuerço con que solía ganare.
44. »Ai, mi sobrino, non me queredes fablare!
45. »Non vos veo colpe nin lançada po que oviésedes male,
46. »por esso non vos creo que muerto sodes, don Roldáne.
47. »Dexamos vos a çaga donde prisiestes male;
48. »las mesnadas e los pares anbos van alláe
49. »con vos, e amigo por amor de a vos guardare!
50. »Sobrino, ¨por esso non me queredes fablare?
26."Esto lo hizo con rabia, con el gran dolor que tenía."
27.Entonces alzó los ojos, miró hacia delante,
28.vio a don Roldán recostado en una roca,
29.como se recostó a la hora de morir.
30.El rey cuando lo vio, escuchad lo que hace,
31.alzó arriba las manos, para arrancarse las barbas,
32.por las barbas floridas roja salía la sangre;
33.en ese momento oíd lo qué dirá el rey,
34.Dice: "Muerto está mi sobrino, el bueno de don Roldán!
35.»Veo aquí una cosa que nunca vi tan grande;
36.»era yo quien debía morir, y vos salvaros
37.»Tan buenos amigos vos me solíais lograr;
38.»Gracias a vuestro amor muchos me solían amar;
39.»ya que estáis muerto, sobrino, me han de buscar todo mal.
40.»bien claro veo algo que sé que es verdad:
41.»que vuestra alma bien sé que está en buen lugar;
42.»Pero este viejo mezquino, ¿ahora qué hará?
43.He perdido hoy la fuerza con la que solía ganar.
44.»Ay, sobrino mío, ¡no me queréis hablar!
45.»No os veo golpe ni lanzada por los que tuvieseis mal,
46.»por eso no os creo que estéis muerto, don Roldán.
47.»Os dejamos en retaguardia donde sufristeis el mal;
48.Las mesnadas (tropas) y los (12) pares ambos van (iban) allá
49.Con vos ¡ay, amigo! a protegeros con afán!
50.Sobrino, por eso no me queréis hablar?
Folio 2 recto y vuelto
En este segundo folio le cuenta Carlomagno a Roldán todas sus hazañas juveniles para conseguir gloria y pasa a la primera persona del plural para relatar las conquistas comunes.
Y también la imposibilidad de conquistar Zaragoza, donde resultó herido.
Es tan grande el dolor del emperador ante su sobrino muerto, que cae desvanecido.
Abruptamente, pasa el Cantar a relatar el llanto del duque Aymon ante el cadáver de su hijo Rinaldo para, enseguida, tras sacar al hijo de entre tanta mortandad, atender al emperador desmayado.
51. »Pues vos sodes muerto, Françia poco vale.
52. »Mio sobrino, ante que finásedes era yo pora morir máes.
53. »Atal viejo meçquino, qui lo conseyerade?
54. »Quando fui mançebo de la primera edade,
55. »quis andar ganar preçio de Francia, de mi tierra natural[e];
56. »fuime a Toledo a servir al rey Galafre
57. »que ganase a Durandarte large;
58. »ganéla de moros quando maté a Braymante,
59. »dila a vos, sobrino, con tal omenage
60. »que con vuestras manos non la diésedes a nadi;
61. »saquéla de moros, vos tornástela alláe.
62. »Dios vos perdone, que non podieste máes!
63. »Con vuestra rencura el coraçón me quiere crebare.
64. »Salíme de Françia a tierra estranna morare
65. »por conquerir proveza e demandar linaje;
66. »acabé a Galiana, a la muger leale.
67. »Naçiestes, mi sobrino; a diezesiete annos de edade,
68. »fizvos cavallero a un preçio tan grande.
69. »Metím al camino, pasé ata la mare,
70. pasé Jerusalem, fasta la fuent Jordane;
71. »corriémos las tierras della e della parte.
72. »Con vos conquís Turquía e Roma a priessa dava.
73. »Con vuestro esfuerço arriba entramos en Espanna,
74. »matastes los moros e las tierras ganávas,
75. »adobé los caminos del apostol Santiague;
51.Ya que vos estáis muerto, Francia poco vale.
52.»Sobrino mío, antes de que murieseis, yo tenía que haber muerto ya.
53.»A este viejo mezquino, ¿quién lo aconsejará?
54.»Cuando fui mozo en la primera edad,
55.»quise ir a ganarme el aprecio de Francia, de mi tierra original;
56.»me fui a Toledo a servir al rey Galafre
57.»el que venciese a la gran Durandarte;
58.»la logré de los moros cuando maté a Braymante,
59.»os la di a vos, sobrino, con la promesa
60.»de que con vuestras manos no se la dieseis a nadie;
61.»la conseguí de los moros, vos se la devolvisteis.
62.»Dios os perdone, que no pudisteis más!
63.»Con vuestro amargor el corazón me quiere reventar.
64.»Salí de Francia a vivir en tierra extraña
65.»por lograr proezas y exigir linaje;
66.» conseguí a Galiana, la mujer fiel.
67.»Nacisteis, sobrino mío; hace 17 años
68.»os hice caballero del rango mayor.
69.»Me puse en camino, crucé el mar,
70.pasé Jerusalén, hasta las fuentes del Jordán;
71.»recorrimos tierras de una a otra parte.
72.»Con vos conquisté Turquía e iba rápido a Roma.
73»Con vuestro gran apoyo entramos en España,
74.mataste a los moros y las tierras conquistabas
75.»preparé los caminos del apostol Santiago;
76. »non conquís a çaragoça, ont me ferió tal lançada.
77. »Con tal duelo estó, sobrino, agora non fués bivo!
78. »Agora plogués al Criador, a mi sennor Jesuchristo,
79. »que finase en este logar, que me levase contigo
80. »D'aquestos muertos que aquí tengo conmigo (no aparece en el original)
80bis. »dizir me ias las nuevas, cada uno como fizo.»
81. El rey quando esto dixo, cayó esmortecido.
82. Dexemos al rey Karlos fablemos de ale,
83. digamos del duc Aymón, patre de don Rinalte.
84. Vido yazer su fijo entre las mortaldades;
85. despennós del cavallo, tan grant duelo que faze,
86. alçóli la cabeça, odredes lo que diráde:
87. «Fijo, vuestras mannas, ¨qui las podriá contare?
88. »que cuerpo tan caboso omen non vió otro tale.
89. »Vos fuérades pora bivir, e yo pora morir máes!
90. »Mas atal viejo mezquino siempre avrá male.
91. »Por qué más me conuerto por que perdoneste a Roldáne.
92. »Finastes sobre moros, vuestra alma es en buen logare!
93. »¨Quí levará los mandados a vuestra madre a las tierras de Moltalbane?»
94. El duc faziendo su duelo muyt grande,
95. veniáli el mandado que yaziá esmortecido el emperante.
96. Mandó sacar el fijo de entre las mortaldades.
97. Veniá el duc Aymón, e ese duc de Bretanna
98. E el caballero Belart, el fi de Terrín d'Ardanna;
99. vidieron al rey esmortecido do estava,
100. prenden agua fría, al rei con ella davan.
76.»no conquisté Zaragoza, donde me hirió esta lanzada.
77.»¡Con gran duelo estoy, sobrino, de que ahora no estéis vivo!
78.»Ahora quisiera el Creador, mi señor Jesucristo,
79»que muriese en este lugar, que me llevase contigo
80.»De estos muertos que aquí tengo conmigo
80bis.»has de darme las noticias, cada uno cómo hizo."
81.El rey, cuando esto dijo, cayó desvanecido.
82.Pero dejemos al rey Carlos, hablemos de otra cosa,
83.hablemos del duque Aymón, padre de don Rinaldo
84.Vio muerto a su hijo en medio de la mortandad;
85.derrumbose del caballo, tanta pena le da,
86.le levantó la cabeza, oiréis lo que dirá:
87."Hijo, vuestras destrezas, ¿quién las podría contar?
88.»qué cuerpo tan bien acabado, nadie vio algo igual
89.»Estabais hecho para vivir, y yo en cambio para morir ya!
90.»Pero este viejo mezquino siempre tendrá mal.
91.»Por lo qué más me conmuevo es porque perdonaste a Roldán.
92.»Moriste frente a los moros, vuestra alma está en buen lugar!
93.»¿Quién llevará las noticias a vuestra madre, a las tierras de Montalbán?"
94.El duque haciendo su duelo muy grande,
95.Llegábale el recado de que yacía desvanecido el emperador.
96.Ordenó sacar al hijo de entre la mortandad.
97.Llegaba el duque Aymón, ese duque de Bretaña
98.Y el caballero Belart, el hijo de Terrín d'Ardanna;
99.vieron al rey donde desvanecido estaba,
100.toman agua fría, al rey con ella daban
Tan sólo para facilitar su comprensión -especialmente por las nuevas generaciones- he tenido la osadía de traducirlo. Para vuestra tranquilidad, he contado con la ayuda de Óscar, a quien agradezco su paciencia y sus desvelos.
"CANTO DE ALTABISCAR"
Roldán yace moribundo. Batalla de Roncesvalles
Cuando, el 25 de mayo publiqué la entrada sobre el Canto de Altobiscar, a más de uno (yo incluido), le extrañó que V. M. Arbeloa no entrara al trapo de un tema tan nuestro y con tanta repercusión en la literatura vasca. Fue un espejismo. No pasaron 10 días cuando me llego un correo suyo disculpándose (¿de qué?) por el retraso y adjuntando este trabajo que hoy podéis leer y que publicó “hace años”.
Lo escrito por Arbeloa corrobora lo que se dice en la entrada del 25 de mayo, pero añade muchos más datos y hace referencias a autores y poemas que me van a dar pie a hacer una nueva entrada sobre un tema familiar: “El Roncesvalles navarro”, versión fragmentaria (100 versos) de la Chanson de Roland, escrita, según VMA, en romance navarro.
Quiero agradecer de todo corazón esta generosa y profunda aportación de Victor Manuel:
EL CANTO DE ALTABISCAR
Después de recitarnos los textos históricos más significativos sobre la rota de Roncesvalles, tuvo aún tiempo Javier, mientras bajábamos desde Lepoeder por la antigua calzada romana y camino de Santiago, para entonar otro canto épico, que no tenía nada que ver ni con la Chanson de Roland ni con el romancero español.
No era tampoco, como alguien pudiera imaginar, El Roncesvalles navarro [si este enlace no funciona bien, no preocuparse, que sobre él irá la próxima entrada], aquel cantar de cien versos, compuesto en romance navarro durante el siglo XIII y encontrado en Pamplona, en el que vemos a Carlomán, esmorecido, lamentarse ante los cadáveres de tres de sus pares:
Vido a don Roldán acostado a un pilare,
como se acostó a la hora de finare...
No. Nuestro juglar andariego comenzó a decir los primeros versos con mucho pecho, sorprendiendo una vez más al sosegado Antonio y hasta a los sudorosos peregrinos franceses que acababan de pasar:
Oiu bat aditua izan da
Euskaldunen mendien artetic...
(En medio de los montes Euskaldunes
se eleva un grito, nuncio de borrascas...)
La versión castellana que cito es la del poeta navarro Hermilio Olóriz –que así firmaba por entonces-, en el primer número de la Revista Euskara (1878), la revista de la Asociación Euskara de Navarra, de la que era secretario. Olóriz, entonces un joven poeta romántico y patriota, hace una versión literaria del Cantar, en romance real irregular, después de haber conocido las versiones de Pablo Ilarregui y de Obdulio de Perea.
Olóriz llama al Altabiskarco Cantua, que él traduce por “Canto de Altobiscar o Aztobiscar” (sólo este segundo nombre es correcto, como sabe el lector) grito de independencia en el que se siente palpitar el noble e indomable espíritu de la raza euskara, ese himno sagrado de nuestras montañas, sencillo y grandioso como las más sublimes concepciones homéricas... Ni que decir tiene que el poeta pamplonés cree ciegamente -en contra lo que puedan decir críticos como Jean François Bladé, quien en 1869 denunció la impostura- en la originalidad del poema al que sitúa nada menos que en el siglo VIII, citando en su favor a Mr. De Monglare (¿Monglave?), J. Agustín Chao, Modesto Lafuente, Gómez Avellaneda y Julio Nombela. No se queda ahí el ingenuo de Olóriz sino que, con argumentos peregrinos, que hoy nos hacen sonreír, asevera que el supuesto poema euskaro, escrito en una lengua filosófica, en una lengua cuya cuantidad poética es infinita, es un romance octosílabo, que es nada menos que el origen del romance castellano.
Nuestro bardo andarín comienza a recitar el Cantar nada más comenzar a descender desde Haritzmakur. El fiero dueño del caserío ha oído un grito en su puerta, que ha despertado hasta a su perro. Algo más que un grito, un clamor se oye luego en el collado de Ibañeta. Pasan miles de soldados, esos hombres del Norte, que han venido a turbar con un zarzal de lanzas el reposo de las montañas que Dios alzó para que los hombres no las atravesasen. Ya las rocas que arrancan los vascones comienzan a caer sobre la tropa enemiga. Oh, cuántos huesos quebrados, qué mar de sangre:
Escapa! Escapa! indar eta zaldi dituzuenac.
Escapa hadi, Karlomanoerregue, hire luma beltzekin eta hire capa gorriarekin;
Hire iloba maitea, Errolan zangarra, hantchec ila dago.
(... Los de Francia/ que aún tenéis un corcel y aún tenéis fuerzas / huid, huid, de la feroz batalla. / Y tú, Rey Carlo-Magno, con el yelmo / de plumas negras y la roja capa / huye porque Roldán ya en tierra cae / como los robles al golpear el hacha).
Ferragut (izda, lanza rota) cae ante Roldán. Capitel del palacio de los reyes de Estella
Jon Juaristi afirma que la tradición oral vasca no conserva memoria alguna de la batalla de Roncesvalles. En Navarra no fue así. Baste recordar el mencionado cantar de gesta navarro sobre Roncesvalles, bien estudiado por el profesor González Ollé, quien recuerda otras pruebas de tradición oral: el capitel del palacio de los reyes de Estella, con el combate de Roldán y Ferragut, y la Nota emilianense, escrita en un mal latín en el monasterio de San Millán, segunda mitad del siglo XI, y resumen rápido de la batalla en la versión francesa rolandiana.
Pues, si no había tradición vasca, había que inventarla. El año 1834 el socarrón estudiante bayonés en París, Francisque-Eugène Garay de Monglave, que desconocía el vascuence, compuso un poema sobre la “batalla” de Roncesvalles, para cantarlos con sus compañeros vasco-franceses de la Escuela Politécnica. Según Bladé, se inspiró en los cantos osiánicos (del legendario bardo escocés Ossián, siglo III), traducidos y adaptados por el poeta también escocés James Mcpherson (1736-1796), y muy populares en toda Europa. Uno de los compañeros de Garay, Louis Duhalde d´Espelette, que tampoco dominaba la lengua de su niñez, tradujo de mala manera a su dialecto bajo-navarro el poema, con el título Altabiskarco Cantua, y así se publicó el mismo año en el Journal de l´Institut Historique, del que Garay era secretario
Como otros autores hacían por ese tiempo (Otaegui, Michel, Chao) para envejecer sus inventos hasta los tiempos del señor de Oñaz, de Sancho Abarca, o del mismísimo Aníbal, Garay inventó la trapisonda de haber visto una copia en pergamino del Cantar en casa del ministro revolucionario de justicia, sustituto de Danton, el vasco-francés Dominique Joseph Garat (1749-1833), después senador y conde del Imperio. Éste a su vez lo habría recibido del general Latour d´Auvergne, el célebre primer granadero de Francia, a quien lo habría entregado, el año 1794 en San Sebastián, el superior de un convento de Fuenterrabía.
Para cuando el clérigo anglicano y erudito vascófilo Wentworth Webster identificó definitivamente, en 1883 la patraña, muchos autores habían dado el texto por auténtico, y a los citados podríamos añadir Amador de los Ríos, Fauriel, Michel, y el mismo Manterola. El maestro Menéndez y Pelayo se asombraba de que esta mediana fabricación osiánicahubiera tenido un éxito verdaderamente increíble y escandaloso.
Navarro Villoslada, que declara no querer entrar a discutir la antigüedad del texto, y haciéndose perdonar el anacronismo, pone en boca de la loca Petronila, capítulo IV del segundo libro de Amaya, una traducción libre del Cantua, en forma de un ágil romance, que no debía de conocer Olóriz cuando escribió el suyo. Esta vez la lucha es entre godos y vascones. Con este escalofriante final:
A cebarse en carne goda / vendrán de noche las águilas
y blancos siempre los huesos / quedarán de la batalla.
Paradójica placa que todavía permite el Ayuntamiento de Ansoáin
También Arturo Campión [leed el enlace] se inspira en el poema de Garay para su poemita en prosa, Orreaga [este enlace te invita a dercargarte, sin miedo, todas las versiones del poema] que incluye, entrecomillado, uno de los versos de aquél.
Hasta Sabino Arana Goiri, en Bizkaya por su independencia, da una versión libre de dos fragmentos del Canto de Altabiscar.
Ya cerca del fin de nuestra caminata, Javier, que ya se sabía la historia del embuste literario, declama con voz velada el cuadro desolador tras la matanza de los francos:
Gabaz arranoac joain dira haraguipusca lehertu horien jatera
Eta hezur oriec oro churituco dira eternitatean”
Y en la traducción romanceada de Olóriz:
… De la invasión armada
los huesos blanquearán eternamente
y allá en la noche las voraces águilas
vendrán al son de los profundos vientos
a comer de sus carnes machacadas!