A
lmogávares, la mejor infantería ligera de la época. Con el cabello largo, la piel de la cara morena por el sol y barba crecida, vestían bastante pobremente. Su atuendo consistía en un camisón corto, tanto en verano como en invierno, una gonella, calzas de cuero, unas antiparas (que venian a ser como unas espinilleras que ataban a la pierna con unas tiras de cuero) y como calzado unas albarcas de cuero. En la cabeza llevaban una redecilla de hierro o cuero. Preferían la lucha cuerpo a cuerpo, a pie, desarmados (bueno hasta cierto punto porque con el pedazo de brazos que debían tener, desarmados lo que se dice desarmados, no iban). Tan solo portaban una AZCONA (parecida a una lanza corta que arrojaban al adversario), algunos dardos, un COLLTELL (un cuchillo largo y fuerte y muy afilado), y un pequeño escudo redondo. En la espalda o el costado portaban un zurrón con provisiones y una piedra de fuego. Antes de entrar en combate solían golpear sus armas, las cuales producían enormes chispas. Con gran valor y fiereza proferían tremendos gritos que atemorizaban a sus enemigos, entraban en combate al grito de "Desperta Ferro! Matem, matem", "Sant Jordi!" o "Aragón!". Sin ninguna duda, su "arma secreta" era su espíritu. Hombres aguerridos de las montañas sin nada que perder ni temer, con unos ideales de honor. Un arma mortífera para cualquier enemigo que se opusiera en su camino.