castillo

Castillo

La fortificación medieval se emplaza en el alargado cerro denominado Monte del Castillo de 178 metros de altura que domina la población actual y consta actualmente de un castillo, que ocupa el centro del cerro y dos fuertes torres aisladas situadas en los extremos del mismo.

Su estratégica situación le permitía controlar el paso obligado a lo largo de la costa entre las llanuras de Castellón y Valencia y la ruta interior hacia Zaragoza a través de Vall de Uxó y Morella, ruta principal en época medieval que comunicaba Aragón con el litoral valenciano.

ESTRUCTURA

De planta irregular dispersa, está compuesto por tres recintos muy definidos y un pueblo de época adosado en la vertiente norte.

De la Crónica de Jaime I o Libro de Los Hechos se deduce que constaba de albacar (en la parte anterior al castillo) con mezquita (en la que el rey establecía conversaciones con el alcalde) y aljibe; y el castillo propiamente dicho, junto con dos torres que flanqueaban el castillo.

Los vestigios que existen en la actualidad permiten identificar casi sin riesgo de error el albacar evocado en el texto de la Crónica: solo puede tratarse de la vasta plataforma de unos 4000 metros cuadrados de superficie (120 metros de longitud por 25 a 50 de anchura) anterior al castillo en el punto más alto del conjunto fortificado.

EVOLUCIÓN

- ÉPOCA ROMANA

El origen del castillo de Almenara parece ser que se edificó sobre vestigios romanos.

- ÉPOCA MUSULMANA

Fue reconstruido por los musulmanes, la cerámica encontrada en el castillo especialmente la llamada "califal" nos permite afirmar que el origen del castillo fue, al menos, en el siglo X.

- ÉPOCA CRISTIANA

Posteriormente fue reconstruido por los conquistadores cristianos siendo una de las fortalezas valencianas mencionadas en el Cantar de Mío Cid.

El castillo fue conquistado por Jaime I en la cuaresma de 1238, en la Crónica de Jaime I o Libro de Los Hechos se narra la forma en que el rey obtuvo la rendición de este castillo y de otras fortalezas árabes de la zona, en la torre conocida como Torre Forcada (hoy desparecida); el rey hizo un pacto con la comunidad musulmana por la cual le ceden las dos torres y el albacar del castillo a cambio de tierras, ganado y vestidos. También se comprometieron a luchar al lado del rey contra el alcaide del castillo y su tropa extranjera. El rey subió al castillo con veinte caballeros y sus escuderos.

La fortaleza fue, durante esa época, residencia del rey Jaime I y de su esposa doña Violante de Hungría.

Fue vendido en 1294 (1292?) por Jaime II a Francisco de Próxita por 200.000 sueldos, pasando a convertirse en la residencia de esta casa noble (cuyos personajes han desempeñado un importante papel en la historia, destacando Juan de Próxita que salvó al Papa Benedicto XIII, sitiado en Aviñón, Nicolás de Próxita y Calatayud que saqueó Marsella y obtuvo el título de Conde de Almenara y Olfo de Próxita, Almirante de Aragón).

Se han encontrado en el mismo cerro restos íberos y griegos.

Castillo y torre de poniente

MURALLAS

Las murallas más significativas son las meridionales del recinto superior, que son las de mayor espesor. Son de construcción árabe, así como los muros septentrionales.

TORRES

Flanquean el castillo, llamadas Bivalcadim (o de L'Agüeleta o Torre de Levante, se encontraba sobre antiguo poblamiento ibérico. Su finalidad era defensiva de ese sector de la fortificación. En el sitio de ella hoy vemos la Torre Óptica, del siglo XIX para uso como centro de comunicaciones heliográficas al servicio del Ferrocarril) y Bergamuza (Torre del abuelo o de l’agüelet o de Poniente con función de defensa del castillo y de flanqueo de la zona "costa del castell" que era el lugar por el que se accedía a la fortificación).

Estas torres eran llamadas Isabelinas, porque su origen se remonta a tiempos de Isabel II, tiempo en el que se lleva a cabo la obra del ferrocarril que cubre el espacio entre Sagunto y Ulldecona, entre 1862 y 1865.

Torre de poniente

CONSERVACIÓN

Actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Almenara encuentrándose en estado de ruina, aunque la mayor parte de su estructura sería recuperable.