En la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible de 2015, los Estados Miembros de la ONU aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con el fin de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todas las personas para el año 2030. Este acuerdo es un llamado universal para la lucha a favor del desarrollo humano sostenible en todo el planeta y para ello define 17 objetivos, los denominados "Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", que contienen a su vez 169 metas.
Para alcanzar estos objetivos, todo el mundo tiene que hacer su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil ... y es muy importante que la juventud y la comunidad educativa los conozcan.
La educación debe ser un proceso continuo de formación en derechos humanos. Para ello, es necesario transmitir valores como la justicia, la tolerancia, la igualdad, el respeto… poniendo en duda, a la vez, su antítesis, la marginación, la intolerancia, la violencia, etc.
Estos valores se integran en la Agenda 2030, formada por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) junto a las 169 metas de los mismos, que se prevén cumplir en los siguientes 15 años.
Estos ODS son llamamientos universales para fijar las reglas que pondrán fin a muchos de los problemas mundiales, tales como la pobreza, el cambio climático o las diferencias entre personas o países, tomando medidas para fijar unas reglas para que todos y todas podamos disfrutar de una vida satisfactoria y en paz.
Mediante reflexiones sobre las distintas dimensiones del Desarrollo Sostenible, se busca que nuestro alumnado conozca los ODS, y entienda la importancia de lograr esos objetivos por parte de todas las personas el planeta, además de que puedan identificar distintas acciones de la vida diaria que ayuden a lograrlos.
En definitiva, los ODS no deben ser algo ajeno al aula. Se trata de un proyecto ambicioso que requiere del compromiso de todo ciudadano, incluso de nuestros niños y niñas. Cada objetivo planteado implica a nuestro alumnado, a nosotros como docentes y al centro educativo.
Educar a nuestra clase para que sean personas activas en el mundo que nos rodea, es aportar un pequeño grano de arena en la odisea.